La publicación en 1945 de Cristo si è fermato ad Eboli (“Cristo se detuvo en Éboli”), en la
que Carlo Levi (1902-1975) cuenta sus recuerdos de la época que estuvo
desterrado por el régimen fascista en la provincia de Matera (Basilicata,
Italia), supuso un aldabonazo en la conciencia italiana.
La situación que sufría gran
parte de la población de Matera con unas más que precarias condiciones de vida, ante la desidia de instituciones, autoridades y
vecinos que miraban hacia otro lado para no verlas, recibió el nombre de vergogna nazionale en palabras del líder comunista Palmiro
Togliatti.
“… Dentro de esos agujeros negros con paredes de tierra pude ver los miserables muebles, los trapos colgados. Perros, ovejas, cabras y cerdos yacían en el suelo. Cada familia generalmente tiene sólo una de esas cuevas y todos duermen juntos, hombres, mujeres, niños, bestias…” (Cristo si è fermato ad Eboli. C. Levi).
El Sasso Caveoso sobre el barranco. Matera (Fuente: TripAdvisor) |
“… Dentro de esos agujeros negros con paredes de tierra pude ver los miserables muebles, los trapos colgados. Perros, ovejas, cabras y cerdos yacían en el suelo. Cada familia generalmente tiene sólo una de esas cuevas y todos duermen juntos, hombres, mujeres, niños, bestias…” (Cristo si è fermato ad Eboli. C. Levi).
Planta de un viccinato con la ocupación de personas y animales. |
Las cuevas a las que se refería Carlo Levi constituyen un
singular hábitat distribuido en dos barrios, los
sassi, organizado en pequeños
núcleos, viccinatos, con iglesias, cenobios,
espacios productivos, sistemas de almacenamiento y distribución de agua, etc., todos
ellos excavados en la roca de la ladera
y el cortado, la gravina, que
conforma el borde Este de la ciudad antigua y dispuestos unos sobre otros. Son
los Sasso Barisano y Caveoso.
Sus orígenes y uso se remontan al Paleolítico, continuado en
la Edad de Bronce, consolidada su arquitectura rupestre en la Baja Edad Media y
fuertemente desarrollada en los siglos XVI, XVII y XVIII con piezas añadidas
que prolongaban inteligentemente las viviendas e iglesias hacia el exterior construyendo
así la fachada de las mismas (grotta
lamione).
Plano de Matera con la gravina a la derecha. |
La excesiva presión demográfica y la ausencia de las mínimas
condiciones sociales y sanitarias (pobreza, hacinamiento, falta de higiene y de
todo tipo de servicios, foco de enfermedades, etc.) dieron lugar a la dramática
situación denunciada a mediados del s. XX.
En
1952 los sassi fueron declarados
inhabitables por ley y sus moradores evacuados a unos nuevos y modernos
asentamientos (La Martella. Arqto. L.
Quaroni y otros) que se construyeron en las aldeas vecinas, no muy bien
aceptados por sus nuevos residentes, según un llamado “Plan de Transferencia”, convirtiéndose los
sassi en el centro urbano abandonado
más grande de Europa, con el consiguiente deterioro de las estructuras
constructivas.
Proyecto de La Martella (1952. L. Quaroni) |
Desde
el año 1986 se han sucedido diversos Proyectos urbanísticos, Planes de “recuperación” y
Programas de subvención a la rehabilitación constructiva, entre ellos el de
1992 con el objetivo de promover la “edificación residencial pública” y las
posteriores declaraciones de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en
1993 o la de Capital Europea de la Cultura a lo largo de 2019.
Y como en tantos otros lugares históricos la inversión económica ha tenido más éxito en la promoción turística (en el año 2016 la ciudad antigua de Matera ya contaba con 482 establecimientos tipo bed & breakfast) que en una verdadera recuperación social del lugar.
Y como en tantos otros lugares históricos la inversión económica ha tenido más éxito en la promoción turística (en el año 2016 la ciudad antigua de Matera ya contaba con 482 establecimientos tipo bed & breakfast) que en una verdadera recuperación social del lugar.
Aquatio Cave Luxury Hotel & Spa. Matera (2018. S. Micheli) |
Planta de acceso. Hotel Corte San Pietro . Matera (2012. D.Amoroso) |
Sin desmerecer la importancia de esta actividad, deseable para
la ciudad y el mantenimiento de su arquitectura, debiera ser en todo caso
subsidiaria de la residencial, evitando el riesgo comprobado en otros lugares
de aquella fagocite a la residencial.
Porque parece como si la sociedad no fuese, no fuésemos capaces de
continuar de forma coherente el proceso de ocupación de la ciudad, y no quedase
más remedio que ser meros turistas de un itinerario urbano con “glamurosos”
establecimientos, en lugar de curiosos visitantes de una ciudad habitada sobre
un rico y complejo pasado.
Desde el Sasso Barisano. Matera (Foto: J. M. León) |
No hay comentarios:
Publicar un comentario