lunes, 29 de enero de 2018

La ciudad redibujada

Si en algunos edificios podemos encontrar restos de dibujos de cómo planteaba el autor el “modelo” de lo proyectado, ilustrando así al constructor sobre el resultado deseado, en general este no es el caso de  la ciudad. La enorme diferencia de tamaño, y por lo tanto de escala, juegan en contra de ésta.

En cambio si es más frecuente la presencia, a modo de reconocimiento o de simple guiño, de alguna forma de representación del plano de la ciudad o de algún lugar significativo de la misma, con el didáctico valor de explicar  a los ciudadanos las claves de lo que fue o es. 

En 1977, R. Venturi y D. Scott-Brown diseñan la actual Freedom Place, originalmente Western Place, en Washington, representando con su pavimento parte del Plan urbanístico de P. Ch. L´Enfant (1791) y la posición del Capitolio, la Casa Blanca y el National Mall, haciendo que los vecinos pasen y paseen por encima de su ciudad.

Washington. Foto: Forward Critic

Más humilde de tamaño, que no de calidad y cualidad urbana, es el recordatorio que Verona hace a sus orígenes romanos con una plancha de latón inserta en el pavimento de una de sus calles, y en la que un suave relieve hace patente la relación entre la trama urbana y el anfiteatro.

Verona. Foto J.M.L. 2009
Hace años, con motivo de la creación de un pequeño espacio público en una localidad riojana, tuve la oportunidad de aplicar este guiño identificativo con un sencillo y económico recurso.

En el fondo de la nueva fuente se reprodujo con tiras de mármol, el plano de la plaza con la fuente y su entorno. Con el paso del tiempo, y un descuidado mantenimiento, el fondo de la fuente se fue llenando de sedimentos hasta ocultar el dibujo, que volvió a emerger después de la limpieza del mismo.
Huércanos (La Rioja). Foto J.M.L. 1986
De esta forma, sin haberlo buscado, durante un tiempo un fragmento del pueblo, mejor dicho de su plano, aparecía y desaparecía del fondo de la fuente. 

jueves, 25 de enero de 2018

Reapropiación urbana

Ninguna ciudad me ha producido sentimientos tan encontrados como al recorrer las calles de La Habana Vieja, Centro Habana, el Vedado y otros barrios no tan históricos.

Seguro que llegará un tiempo en que todos sus palacios, casonas y anónimos edificios de viviendas, o muchos de ellos, recuperarán su valor arquitectónico, arreglados y en mejores condiciones de habitabilidad, pero dudo que sus futuros moradores tengan algo que ver con quienes, sufrida y estoicamente, ocupan hoy sus edificios, que a su vez, y en muchos casos, tienen poco que ver con los propietarios de antes de la Revolución Cubana.

La Habana Vieja. Foto J. M. L. (2014)
Mientras tanto me quedo, más que con los edificios que se han "rellenado artificiosamente" de hoteles y oficinas diplomáticas, con aquellos en los que, “haciendo de la necesidad, virtud”, se ha intervenido, asumiendo las particiones y modificaciones que se hicieron para alojar a tanta gente como en su día hizo falta y sobre los que no se tiene porqué hacer “tabula rasa”, asumiendo con dignidad esta nueva fase de su historia.

La Habana Vieja. Foto: Sandra Calvo
Propuesta Sandra Calvo (Tablero, cartón y pintura)

Posición que va en paralelo con la propuesta artística "Trópico entrópico. Multiplicación del paisaje interior" que la artista mexicana Sandra Calvo realizó en La Habana con motivo de la XII Bienal (2014-2015).

Propuesta que definía como “… un proyecto colaborativo de sitio específico, fruto de un prolongado trabajo de campo con la comunidad, para articular desde el arte el derecho a la vivienda tomando en cuenta el rol principal que juegan los habitantes en situaciones marginales en la lucha, defensa y mantenimiento de la misma”, y que consistió en la reproducción a tamaño real, con cartón pintado y con mucho respeto, de algunos de los interiores de edificios que habían sufrido el maltrato de la penuria.

Una actitud intelectual y social que en estos, todavía, tiempos de crisis para mucha gente, en Cuba y fuera de Cuba, encuentra sus puntos de contacto con intervenciones en el patrimonio arquitectónico europeo, más atentas a resolver los problemas de uso con corrección y controlando la inversión, que al purismo de lo que fue o la "boutade espectacular" de turno.

lunes, 22 de enero de 2018

Paso de peatones

No deja de sorprenderme, cada vez que paseo sin rumbo por una ciudad, sea conocida o a la que llego por primera vez, la variedad de situaciones que se dan, unas motivadas por la consciente voluntad de sus vecinos y otras fruto del azar.

Son éstas últimas las que más me atraen, generándome una pequeña reflexión sobre de qué forma se produjo lo que en ese momento atrapa mi mirada.

Barcelona. Foto J. M. L.

Hace unos años, antes de la reforma de la Plaza de Lesseps en Barcelona, pude contemplar desde el balcón de la casa de una amiga cómo, con motivo de alguna pequeña reparación en la vía pública, los operarios habían recolocado los adoquines del paso de peatones tal como les venían a mano, sin darse cuenta ¿o quizás sí?, de que el rígido trazado de franjas blancas se había “pixelizado” dejando a los respetuosos ciudadanos con la duda de por dónde pisar y pasar.

Flying Zebras. Thilo Folkerst con Marc Pouzol, (Berlín-Mitte.1997)

Poco tiempo después encontré una imagen de la intervención del artista Thilo Folkerts en  Berlín en 1997 cuyo motivo era también la actuación sobre un paso cebra.

Y, salvando las distancias,  no pude por menos que admirar cuán sorprendentes pueden ser los caminos del “señor” (albañil o artista).

jueves, 18 de enero de 2018

Abrir puentes

A un puente se le confía la misión de comunicar las dos orillas de un río o la de salvar un fuerte desnivel. 

Si además a ambos lados se extiende la ciudad dividida en dos, su papel es todavía más importante y bello, el de continuar las calles y la vida, permitiendo el paso de un lado al otro, y a su vez, si cruza un río, el de las embarcaciones cuando es preciso.

San Petersburgo. Foto: Oficial City Guide S. P.
En la ciudad de San Petersburgo, al llegar la madrugada se abren muchos de los numerosos puentes que cruzan sobre el río Neva para facilitar el tránsito de los barcos cargueros, dejando a los habitantes de las islas de Petrogradskoe y Vasilievski aislados durante unas  horas.

Como no podía ser menos la industria del turismo no tardó en organizar paseos nocturnos en barco para “disfrutar del espectáculo de luz y color”.

Amsterdam. Foto: J. M. L.
Mucho más cotidiana es la situación de tener que parar de día ante las barreras de uno de los puentes que cruzan los canales de Amsterdam.

En ese momento contemplas la “rotura” del mismo y cómo se levantan sus mitades y con ellas sus aceras con sus barandillas, y las calzadas con su señalización pintada en el suelo, y los raíles del tranvía con su tendido eléctrico, las farolas y las señales de tráfico, convirtiéndose en un singular mural que parece que fuese a desplomarse en cualquier momento.

Y la pregunta que te haces es ¿cuando el puente se cierre  volverán a casar sus dos partes? 

lunes, 15 de enero de 2018

La ciudad y el arte

En 1990, el artista Rogelio López Cuenca acabó en el cuartelillo de la Guardia Civil de Coín (Málaga) por la instalación de su obra "Travers/erles/idées…" en una carretera local.

Con motivo de la Expo 92 de Sevilla, el mismo artista recibió el encargo de una obra para ubicarla en los paseos del recinto ferial. El resultado fue la colocación de una serie de “postes informativos” bajo el nombre de "Decret nº 1", que justo antes de la inauguración fueron retirados (eufemismo de censurados) y almacenados por orden de la “autoridad competente”.

Al finalizar la Expo pasaron a la colección del Museo Nacional-Centro de Arte “Reina Sofía” (MNCARS. Madrid), habiéndose instalado alguno de ellos en el entorno del edificio.

    
Travers/erles/idées (1990) y Decret nº 1 (1992). R. L. Cuenca
Coherente con sus planteamientos de apropiación y transgresión de ”lo establecido”, su obra pone en cuestión no sólo el lenguaje, sino lo que es más importante, determinadas actitudes políticas y sociales.

Recientemente, al dar la vuelta al antiguo Hospital de San Carlos, y después de detenerme ante uno de sus paneles informativos,Pourq/uoi…”, en la calle Atocha me encontré con una imagen, por delante de la cual la vida de la ciudad seguía su intrascendente ritmo.


Madrid. Foto J. M. L. (2013)
¿Cómo no pensar, en un primer momento, que  lo que estaba viendo podía formar parte de un “programa publicitario” institucional que buscaba provocar la curiosidad de los peatones y llamar su atención hacia el Centro de Arte Reina Sofía?

¿O quizás se trataba de un “montaje alternativo" que planteaba una crítica hacia las instituciones culturales y más concretamente hacia el MNCARS?

El escaso eco de su presencia, por no decir nulo, ya que durante el tiempo que lo estuve observando nadie se paró, me hizo entender la realidad. Era “sólo” una persona que dormía, o "se escondía", bajo las mantas. 

Ya lo decía Oscar Wilde “La vida imita al arte mucho más que el arte a la vida”.

jueves, 11 de enero de 2018

Urbanismo y urbanidad

Nadie duda de la necesidad de un instrumento regulador que contemple el crecimiento de la ciudad, un Plan de Urbanismo que, a modo de reglas de juego, defina lo que está permitido, por qué, dónde y cómo, y asimismo lo que no se puede hacer.

Pero también se sabe de la debilidad de dichos planes ante los intereses de quienes “tuercen”, con interesados argumentos, los planteamientos iniciales en aras del mayor beneficio particular.

Plan Cerdá. Barcelona.1860 (Fragmento)
Por ejemplo, el Plan Cerdá (Plan de Reforma Interior y Ensanche de Barcelona) de 1860, magnífico ejemplo de planteamiento sobre el crecimiento de la ciudad, fue progresivamente modificado, aumentando la edificabilidad privada en detrimento de los espacios libres en el interior de las manzanas y creciendo en altura.

Los planes de “urbanismo” y su gestión, como reflejo del acuerdo entre los Ayuntamientos y los sectores dominantes en el suelo urbano, se han convertido en los principales protagonistas de “la construcción de la ciudad”, a través de un lenguaje cada vez más críptico.

Por ello se hace necesario por parte de la Administración un responsable esfuerzo para integrar en la génesis, debate y difusión de los planteamientos urbanísticos a toda la ciudadanía.

Pero siendo necesario, no es suficiente y cada vez se hace sentir con más fuerza la posición de quienes reclaman un espíritu de compromiso de la sociedad con su ciudad, que se manifieste en una actitud de “urbanidad” entre y con los vecinos, como siempre ha ocurrido en la pequeña, y no tan pequeña, escala urbana.

 
Zapopan (Jalisco. México). Fotos: J. M. L.

Hace unos años, en una pequeña calle del municipio de Zapopan, colindante con la ciudad de Guadalajara, capital del estado de Jalisco (México), unos vecinos plantaron un árbol que con el tiempo motivó que tuviesen que ampliar la acera. Otros vecinos enfrente, plantaron un arbusto y construyeron un banco adosado a la tapia de su casa para que aquel que desease sentarse, lo hiciese  acompañado por las flores "copas de oro". 

Cualquier Administración, “celosa” de sus competencias, hubiese iniciado los correspondientes expedientes de derribo de lo construido y de sanción a sus autores.

Afortunadamente sus explicaciones fueron entendidas y atendidas, y la calle, con su árbol, su banco y sus flores, es hoy más de todos los vecinos.



lunes, 8 de enero de 2018

Superposiciones

La ciudad, cualquier ciudad, es como un libro abierto a poco que se le preste la atención que se merece.

En ella, en cualquier rincón de sus edificios, se percibe la acumulación de hechos significativos, tradiciones y signos que corresponden a diversos momentos de su historia y uso, lejanos o recientes, que se muestran superpuestos por capas, como si quien llegase más tarde no tuviese otro sitio mejor para dejar su huella que tapando las de épocas anteriores.

Roma. (J.M.L. 2012)

Por ello  llama doblemente la atención cuando esto se produce dentro de la “familia”, cuando los unos y los otros pertenecen a las mismas ideas, y el resultado, como en el caso  de estas iglesias en Roma y Verona, es fruto de la más pura desidia o ignorancia.

En el primer caso, como representación del poder de la  “doctrina”, el sacramento de la confesión, se superpone sobre el recuerdo de quien allí fue enterrado, que algún mérito tendría, como mínimo el de ser rico y poder permitirse un enterramiento de calidad.

Verona  (J.M.L. 2009)
En el segundo, el motivo más parece responder al desprecio de una “culta” forma de expresión artística sobre la ingenua pintura que representa la ofrenda de un templo en la mano del oferente, privándonos de conocer la imagen completa de esa donación.

Sin duda el personaje al que se loa en la lápida, enmarcada entre pilastras corintias, debió gozar de un reconocimiento superior que el donante que quedó oculto bajo los mármoles. 

Quizás quienes persiguen que su memoria perdure a lo largo del tiempo debieran recordar más la  frase "sic transit gloria mundi" y confiar menos en las promesas de los suyos.

jueves, 4 de enero de 2018

Arquitecturas caligráficas

Tradicionalmente las diferentes creencias han utilizado los muros y techos de sus edificios para transmitir a los fieles sus valores y la primacía de sus dioses.

Para ello, en general, utilizaron la representación figurativa, al ser de fácil comprensión para el “pueblo llano”, excepto aquellas religiones que en sus libros sagrados prohibían reproducir la imagen de su dios o de sus semejantes. En el primer caso por creer imposible representar lo "incognoscible", y en el segundo, porque para los creyentes la potestad de “crear” correspondía a su dios, no a los hombres.

Medersa Fez. (Marruecos) 2010. Foto: J. M. L.
Un caso singularmente artístico de esta actitud sería el arte islámico, en el que el “aniconismo” (ausencia de la representación figurativa) supone un magnífico ejemplo de superación de sus propias limitaciones plásticas a través de la abstracción geométrica.

En la búsqueda de un particular “mundo místico” a través del climax personal, la repetición constante de una frase o de un movimiento mediante la danza han caracterizado a muchas religiones, pero en este caso se le suma el uso intensivo y extensivo de la geometría, ciencia y lenguaje abstractos por definición, que en el Islam alcanzó altas cotas en su desarrollo y conocimiento.

Una geometría matemática, con la que a partir de sencillos elementos y textos y mediante su repetición y entrelazado daba lugar a un universo de efectos tridimensionales, en el que se reconocía la idea de la unidad (divina) y de la infinita variedad (del mundo).

Shiraz (Irán)
Una geometría abstracta, que incorporaba “la palabra” de la revelación a través del texto y su caligrafía, haciéndose eco de las primeras palabras que transmitió dios a su profeta Mahoma, ¡Lee, en el nombre de tu Señor, … ¡

Un mundo de geometrías donde la mirada se pierde.

lunes, 1 de enero de 2018

Dos intervenciones históricas

La calle Portales de Logroño, uno de los espacios urbanos más significativos de su Casco Antiguo, está enmarcada por dos curiosas intervenciones históricas.

Logroño. Foto: J. M. L.
Al comienzo de la misma, la antigua Casa Palacio de los Jiménez de Enciso, hasta hace dos décadas Ayuntamiento de la ciudad, y hoy sede del IER, fue construida en el siglo XVI con muros de piedra de sillería, habiendo sido objeto de múltiples modificaciones hasta nuestros días.

Seguramente hacia finales del s. XIX, la potencia y sinceridad constructiva que hacía gala en sus fachadas ya no “se llevaba” y primaba el “buen gusto” de lo perfectamente delineado, por lo que la propiedad encarga el picado de las mismas redibujando con precisión geométrica una nueva fachada de falsos sillares rectangulares, perfilando sus siluetas mediante el rehundido de las líneas de separación. Pero si uno observa con atención el muro podrá percibir cómo debajo de tal dibujo sigue “respirando” el despiece original.

Logroño. Foto: J. M. L.

Al final de la calle, el Museo de La Rioja está ubicado en un magnífico caserón barroco, tradicionalmente denominado Casa Palacio del General Espartero. Al fallecer su esposa y él sin descendencia, el edificio es adquirido por el Estado para destinarlo a Palacio Episcopal y Tribunal Eclesiástico.

Con tal motivo se pretendió dotar a la futura sede del Obispo de unas nuevas señas de identidad, es decir incluir el escudo del Obispo, del que todavía no se tenía noticias ni se conocía su nombre.Nuevamente los canteros se ponen en funcionamiento y “borran” el interior del espléndido escudo barroco, para inccorporar en su interior las armas del futuro ocupante.

Ante el desconocimiento de las mismas, “sólo” puede realizar el ornamento exterior de un ridículo (por su tamaño) escudete, compuesto por el sombrero en la parte superior, dos juegos de borlas a los lados y el báculo por detrás del escudito. 
Al final el Obispo no se traslada a la capital y el palacio barroco se queda sin su escudo.

Resulta llamativo, incluso irónico, y seguramente escandaloso para algunos, cómo los  esfuerzos por “mudar de piel”, en el primer edificio  y por “adecuar su identidad”, en el segundo, se hayan integrado sin problemas en la imagen de la ciudad, dotando a ambos edificios de una nueva referencia urbana.