lunes, 20 de diciembre de 2021

Las ciudades oscuras de Schuiten y Peeters

 

En 1996 el dibujante François Schuiten y el guionista Benoît Peeters publicaron “Le Guide des cités” (Ed.  Casterman). 

Escrita simulando el erudito estilo de las guías de viajes de finales del siglo XIX y comienzos del XX documentaron con abundantes ilustraciones y datos de todo tipo las fantásticas, en su doble vertiente de fantasiosas y de bien representadas, “Cités obscures”, que habían iniciado con “Les Murailles de Samaris” (1982).

En la Introducción sus autores hablan de que “los lazos entre este universo y el nuestro parecen antiguos y frecuentes” y citan obras de escritores como M. Maeterlink, J. Gracq o R. Daumal, pero también se refieren a F. Kafka, W. Benjamin, I. Calvino, J. L. Borges o A. Bioy Casares, por sus miradas hacia lo fantástico.  

La Guía comienza con la ubicación del territorio de las “Ciudades oscuras” en el mapa de un planeta cuya visión es imposible desde el nuestro, “… como si fuese víctima de un eclipse permanente”.


Portada de la Guía y supuesto mapa de localización de las ciudades. ("Le Guide des Cités". 1996)

En las novelas gráficas que la precedieron sus protagonistas tenían la misión de descubrir algún misterio en otra ciudad (“Les Murailles de Saramis” o “La route d´Armilia”), de planificar y ejecutar su desarrollo urbanístico (“La Fiebre de Urbicanda” o “Brüsel”) o de conocer y guardar mitos y edificios.

En unos casos sus nombres hacen un guiño casi literal a ciudades bien conocidas, Pârhy-París, Brüsel-Bruxelles, Kobenhaven-Copenhague, y en otros evocan con su sonido antiguos y lejanos lugares, Mylos, Xhystos, Calvani, Galatograd, etc.

Su ordenación varía entre los tejidos urbanos convencionales, desde la diminuta trama de la ciudad histórica a la ortogonalidad de los nuevos ensanches, y singulares estructuras espaciales que parecen invadir la ciudad.


Plano de la ciudad de Urbicanda ("Le Guide des Cités". 1996)
 
Ilustración de "La fièvre d´Urbicanda" (1985)

Las ciudades descritas por Schuiten y Peeters están compuestas de grandes edificios que empequeñecen literalmente a los protagonistas y sus historias, y sus arquitecturas se nutren de todo tipo de evocaciones, barrocas o fabriles (Mylos), de luminosas estructuras de acero y cristal tipo Art Nouveau (Xhystos, Calvani) o de sólidas construcciones deudoras del Futurismo italiano y del Art Déco (Urbicanda).


Las ciudades de Mylos ("La route d´Armilia". 1988)  y Calvani ("Le Guide des cités".1996)

Xhystos ("Les murailles de Samaris". 1982)


Urbicanda ("Le guide des cités". 1985)


Y en este imaginario urbano se cruzan constantemente fantasiosas construcciones con grandes cúpulas orientales por encima de las cuales circulan sus habitantes (Galatograd), estilizados rascacielos envueltos por la niebla (Kobenhavn), edificios con formas vegetales (Blossfeldtstad) o laberínticas construcciones escenográficas (Samaris, Pâhry).

Galatograd y Kobenhavn ("Le Guide des cités". 1996)

Blossfeldtstad ("Le Guide des Cités". 1996) y Samaris ("Les murailles de Samaris". 1982)


Un mundo de ciudades en el que la frontera entre las imágenes sugeridas -la ficción- y muchas de las que construimos día a día -la realidad- se confunde en la cabeza del lector.


Si te interesa la representación de la arquitectura y la ciudad en el cómic y la novela gráfica puedes consultar:

https://laciudadvisitada.blogspot.com/2021/05/arquitecturas-modernas-en-el-comic.html

https://laciudadvisitada.blogspot.com/2021/03/la-ciudad-en-blanco-y-negro-dos-novelas.html

https://laciudadvisitada.blogspot.com/2021/02/el-espacio-arquitectonico-en-el-comic.html

https://laciudadvisitada.blogspot.com/2020/09/la-ciudad-en-el-comic.html

https://laciudadvisitada.blogspot.com/2020/02/amueblando-con-diseno-el-comic.html










lunes, 13 de diciembre de 2021

Otros techos

 

Si algo se asocia con el hogar además del fuego es el techo. “Estar a cubierto”, “tener un techo”, son expresiones habituales que ponen de manifiesto el sentimiento de protección que ofrece la casa y la importancia que aquel tiene en la configuración de la arquitectura.

En ocasiones ésta se despoja de alguna de sus características constructivas y el sólido techo pasa a ser la definición geométrica de un plano que cobija tenuemente un lugar.

Desde los entoldados de los mercados populares a las plazas engalanadas con motivo de las fiestas hay toda una tradición de cómo esa arquitectura, que aparece y desaparece, acompaña a la que consideramos permanente.

Mercado She Haat. Himachal. India (Fuente: Diary times)

Puestos de tintoreros de lanas. Marrakech (Foto: J. M. León)

Plaza de Fornalutx. Mallorca (Foto: V. Catalá)


Estas imágenes que identificamos con lo popular se cruzan con las obras de numerosos creadores, que en las últimas décadas han hecho de este tipo de solución el motivo de sus atractivas y efímeras propuestas.

El diseñador Akane Moriyama realizó en 2013 un liviano y múltiple dosel formado por finas telas de colores que dispuso entre dos edificios de la Universidad de Texas. El suave movimiento del aire y la incidencia de la luz hacían que este delicado techo cambiase constantemente de forma y color y con él, el espacio que cubría. 

Cubic Prism. Goldsmith Hall. Universidad de Texas. Austin. (A. Moriyama arqta. 2013. Foto: A. Stelee y A. Moriyama)


Sin la continuidad formal del techo, el equipo DP Architects construyó para el Pabellón Archifest 2016 en Singapur una secuencia de planos verticales utilizando mallas de obra recortadas. En su rítmica continuidad se fundían visualmente, creando la sensación al recorrerlo de estar inmerso en un tenue recinto.

Pabellón Archifest 2016. Singapur (DP architects. Foto: Teo Zi Tong)


Ese mismo año, en la Tenerife Design Week, el colectivo “Liivig Design Lab: Diseño y Arquitecturas colaborativas” intervino en el patio del antiguo edificio de “Los Lavaderos” con una mirada que se acercaba a lo popular tanto por la idea como por el material empleado, tiras de paños que colgaron de unos cables. La intensidad del color rojo y la densidad de su colocación hicieron del patio un nuevo espacio.

Tenerife Design Week 2016 (Equipo "Living Design Lab Diseño y Arquitecturas colaborativas". Foto: P. De Souza)

A modo de nuevos cielos dentro de edificios existentes, el equipo formado por Vicens + Ramos y Ramos Alderete arqtos. proyectó para la empresa Vilaplana Catering “La Nube de Pastrana” (Madrid. 2018) utilizando 600 m. de cortinas blancas suspendidas de unos raíles que permiten cambiar su disposición geométrica, transformando ocasionalmente el techo de un polideportivo en un luminoso cielo de nubes.

"La nube de Pastrana". Madrid (Vicens+Ramos y Ramos Alderete arqtos. 2018. Foto: C. Pesqueira)

De manera más literal con la idea de un “falso techo”, el arquitecto Josep Ferrando rediseñó en 2019 los espacios comunes de la Feria BBConstrumat en Barcelona colgando lonas de geotextil formando una secuencia de ondas con diferentes caídas según los ámbitos sobre los que intervenía.   

Vista interior y Plano de sección de  la zona de conferencias. Feria BBConstrumat. Barcelona (J. Ferrando arqto. 2019. Foto: A. Goula y Plano Proyecto)

Utilizando finas telas decorativas o toscos paños, mallas o textiles empleados en la construcción estas arquitecturas efímeras, que en algunos casos retornan a su lugar o se aprovechan para otros usos, generan entre la ligereza de sus materiales básicos y la solidez de las  construcciones del entorno en que se ubican o que los albergan en su interior un brillante diálogo de contrastes.

lunes, 6 de diciembre de 2021

Ciudades imaginarias. La difícil representación de la utopía

 

Generalmente cuando pensamos en ciudades imaginarias nos vienen a la memoria los proyectos más o menos utópicos de arquitectos y artistas plásticos, algunos de los cuales ya han aparecido en “La ciudad visitada”.

Pero no es menos importante la contribución de quienes con diferentes ópticas y medios han recreado y recrean este mundo de lugares, ciudades y arquitecturas de fantasía, desde las que se refieren a arquitecturas de las primeras civilizaciones a las que el cine de ciencia ficción nos proyecta como futuro de la humanidad.

"La Torre de Babel" (P. Brueghel el Viejo. 1563) y escena de "Blade Runner. 2049" (D. Villeneuve. 2017)

 

En medio se encuentran, entre otras muchas, las descritas por filósofos con planteamientos comunitaristas, que proyectan en la organización de sus ciudades utópicas las críticas a la sociedad en la que viven.

Los más importantes entre los primeros fueron Platón (427-347 a.C.), Tomás Moro ( 1478-1535), Francis Bacon (1561-1626), Tommasso Campanella (1568-1639) y Johannes Valentinus Andreae (1586-1654), que generalmente recurren al relato de viajeros o naúfragos que arriban a las islas donde se encuentran “sus ciudades”.

Platón habla en sus obras “La República” y “Timeo” de la ciudad de Calípolis, describiendo su filosofía política y organización social, poniendo mucho más énfasis en estos aspectos que en su trazado y formalización.

En cambio al referirse a la ciudad de Magnesia en “Leyes”, lo hace en los mismos términos de crítica a la sociedad griega, pero cuantifica su tamaño, capaz de alojar unos 5.000 habitantes y define su configuración urbana.

Con una estructura jerarquizada y geometría circular estaría dividida en 3 zonas concéntricas y 12 sectores delimitados por calles radiales que confluyen en el espacio público y del poder, vinculando la bondad de su organización urbanística a la consecución de su ideal social, y de la que no hay más representación que alguna interpretación de su texto.

Portada de "La república" (Platón. 370 a.c.) y Esquema interpretativo de la ciudad de Magnesia en "Las Leyes"  (según Cervera Vera. 2005)

 

Casi dos mil años después, en 1515, el pensador y humanista Tomás Moro (1478-1535) en el segundo de los libros que componen el  "Librillo verdaderamente dorado, no menos beneficioso que entretenido, sobre el mejor estado de una república y sobre la nueva isla de Utopía" imagina ésta con su capital, Amaurota.

En su obra un viajero describe pormenorizadamente las calles y casas de una ciudad casi cuadrada y dividida en cuatro partes, cuyas puertas nunca están cerradas y en la que imperaraba, además de otros aspectos, la igualdad entre sus ciudadanos, exceptuando a los esclavos a los que no considera tales, y la sustitución de la propiedad privada por el bien común. 

Creada por el rey Utopo que mandó cavar un foso para separar su territorio del continnete, su propio nombre es significativo. Utopía palabra que proviene del vocablo griego “ou”, que significa no, y del “topos”, lugar. Es decir un lugar que no existe.

Edición de "Utopía" (Tomás Moro. 1515)


Llama la atención la gran ingenuidad con la que se dibuja la isla y sus núcleos urbanos frente a la precisión geométrica de planos y vistas de ciudades ”ideales” renacentistas realizados décadas antes.

En esa misma línea el filósofo dominicoTomasso Campanella (1568-1639), escribe “La Ciudad del Sol” (1602) que sitúa en la isla imaginaria Taprobana.

Organizada en 7 círculos concéntricos con los nombres de los planetas, en sus muros estarían inscritos todo tipo de conocimientos y  en el centro del conjunto se dispondría el templo del Sol. Dotada de baluartes y fosos para dificultar su conquista, su disposición muy similar a la Palmanova proyectada por  V. Scamozzi en 1593.

Es de destacar la importancia que en el texto se da a la educación y a la cultura como base imprescindible para el buen funcionamiento y gobierno de la ciudad.

"La Ciudad del Sol" (T. Campanella. 1602) e Interpretación planimétrica (Gutnov A.E., Glazychev V.L. El mundo de la arquitectura: el rostro de la ciudad)

 

“Christianopolis” (1619) es el nombre que da título al estudio del reformador social  y teólogo luterano Johann Valentin Andreae (1586-1654) y a la ciudad que sitúa en la isla de Caphar Salama. La descripción de su organización social y urbana se completa con su representación en planta y en perspectiva que, al igual que el texto anteriormente, podrían haberse hecho realidad.


Pensada como una pequeña república de 400 personas tenía forma cuadrada con potente muralla con bastiones y en su interior se sucedían cuatro manzanas concéntricas con torres en los ángulos y un templo en el espacio central. En ella se diferencian las zonas de viviendas de las públicas, las de públicas y de esparcimientos y las de almacenamiento e industriales.

"Christionopolis". Planta y perspectiva (J. V. Andreae. 1619)


 

En 1626 el filósofo y escritor Francis Bacon, considerado el padre del empirismo escribe “La nueva Atlántida” (1626) sobre la búsqueda de  la ciudad de Bensalem. Uno de sus sabios habitantes explica las características de este lugar donde la ciencia y el saber permiten a sus habitantes comprender científicamente la realidad.

Sin referencia a su configuración arquitectónica o urbana, localiza en “La casa de Salomón” el centro que sólo lo es del poder. Especialmente lo es de enseñanza e investigación, disciplinas que propicia que la educación y el orden constituyan la base del bienestar social.

Portala e ilustración de "La Nueva Atlántida" (F. Bacon. 1627(

 

Las obras someramente citadas permiten, junto con otras similares publicadas en esos siglos, realizar un breve paseo por esa ciudad deseada, entre utópica e imaginada, que con su existencia acompañaría el desarrollo de una sociedad más justa y más sabia.


Si quieres leer algo más sobre "ciudades imaginadas-ciudades imaginarias", puedes entrar en:

https://laciudadvisitada.blogspot.com/2021/06/la-ciudad-del-futuro-vista-desde-el.html

https://laciudadvisitada.blogspot.com/2020/08/arquitecturas-fantasticas-fantasticas.html

https://laciudadvisitada.blogspot.com/2018/11/algunas-ciudades-de-ciencia-ficcion.html