lunes, 31 de mayo de 2021

La ciudad representada en sus edificios

 

La ciudad de Mérida se representa a sí misma en dos edificios de significativas arquitecturas.

En el Museo Nacional de Arte Romano (1980-86) y en el Palacio de Congresos y Exposiciones (2000-04) sus arquitectos Rafael Moneo y el estudio Nieto y Sobejano incorporaron, sobre distintos soportes y con diferentes técnicas de realización, un guiño a la configuración de la ciudad con la colaboración de los artistas Francisco López y Esther Pizarro.

En el primer caso las puertas de entrada diseñadas por Rafael Moneo superan su estricta función, haciendo en ellas un reconocimiento a la historia de la ciudad.

La configuración general del hueco constituye una culta declaración de interiores, con un gran arco de medio punto de ladrillo, el dintel de mármol donde está grabado escuetamente el nombre del edificio y sobre él una hornacina central con una escultura romana, todo ello recortado en la fachada de ladrillo.  

Museo de Arte Romano. Croquis previo (Rafael Moneo) e Imagen de la fachada (Foto: M. Ramírez. Fuente: Flickr) 

Las sólidas puertas de bronce cuando están cerradas transmiten la necesaria sensación de protección y cuando se abren se abaten mostrando a los visitantes y transeúntes unos espléndidos murales con retazos significativos de la historia de Mérida.  

 
Fachada con las puertas cerradas y abiertas (R. Moneo. 1980-86. Fuentes Mapio.net y Viajar con el arte)

En la hoja derecha se representa un fragmento de la ciudad con el puente romano y la Alcazaba árabe, mientras que en la de la izquierda se reconocen los relieves del Teatro y del Anfiteatro romanos y la planta del propio Museo.

Relieves de las puertas de bronce. Museo de Arte Romano (F. López escultor. 1986. Fotos. S. Gadea)

Al introducir su dibujo, el Museo se incorpora como una significativa pieza más de la evolución urbana de la ciudad, en un atractivo juego entre el pasado y el presente superponiendo edificios, murallas y puentes de diferentes épocas.

La textura de los relieves, en la que perdura el gesto de las manos del artista y sus colaboradores modelando la materia previa al bronce, le confiere a las piezas una calidad expresiva que encuentra el fondo adecuado en el frente de ladrillo macizo del edificio.

Detalle del relieve de la uerta izda. con la planta del Museo y la antigua muralla (Foto E. Jiménez)


En el Palacio de Congresos y Exposiciones, obra de los arquitectos Nieto y Sobejano, la totalidad de sus fachadas se resuelve con unos grandes paneles diseñados por la escultora Esther Pizarro, en los que se dibuja esquemáticamente, con diferentes grados de relieve y vaciado, un fragmento de la ciudad.

Palacio de Congresos y Exposiciones. Mérida (Nieto y Sobejano arqtos. Foto: F. Alda)

Los elementos prefabricados de la fachada, de 7,20 x 2,40 m., están realizados a partir de un módulo único que se subdivide en tercios y cambia de orientación dando lugar a una abstracta trama de líneas, que en la cercanía permite identificar su motivo. 

Detalle del Palacio de Congresos y Exposiciones (Fuente: Flickriver/photos/javier1949)


El protagonismo, más que de unos edificios o construcciones singulares en la historia de Mérida, lo tiene el tejido urbano convirtiéndose en palabras de la artista en una “piel texturada”, en la que todo se integra o tiene una relativa importancia.

Detalle de la entrada del Palacio de Congresos y Exposiciones (Fuente: Agenda Palacio de Congresos)


En su concepción se invierten las alturas del relieve, hundiendo las manzanas y resaltando el plano de  la calle, como si “… la trama urbana (fuese) como un conjunto de huecos y vacíos, de ruinas de otras civilizaciones”.

Detalle del panel y su diferente colocación (E. Pizarro escultora. Fuente: Flickriver/photos/javier1949)

Dos ejemplos de cómo la ciudad, en este caso Mérida, se redibuja de la mano de la arquitectura y el arte bajo la luz en un diálogo creativo que le rinde homenaje.


Si te interesa este tema puedes consultar:

https://laciudadvisitada.blogspot.com/2018/01/la-ciudad-redibujada.html

https://laciudadvisitada.blogspot.com/2018/04/el-plano-de-la-ciudad.html


lunes, 24 de mayo de 2021

Ciudades de "película"

 

Seguramente para rodar las escenas urbanas de una película no hay nada como hacerlo en una ciudad.

Pero a lo largo de la historia, cuando la ciudad pensada en el guión no existe o el carácter de la que se quiere representar no corresponde a ninguna de las conocidas, el cine ha creado su ciudad “a medida”.

Para ello se han utilizado telones donde pintaban calles y edificios, montado complejos tinglados que sostenían ligeras fachadas o recurrido a espectaculares y detalladas maquetas para conseguir el resultado deseado.

Un resultado cuyo proceso de realización ha sido captado por la mirada fotográfica de quienes estaban próximos y que hoy nos permite contemplar esas ciudades “de película” en construcción, levantadas ,nunca mejor dicho, por directores artísticos, arquitectos, diseñadores y múltiples montadores de estructuras, carpinteros, tramoyistas, etc.

Unas ciudades que en el cine histórico o expresionista de las primeras décadas del siglo XX se filmaron tanto en enormes y fantasiosos escenarios, que ocupaban una gran superficie, como en reducidos espacios jugando con la escala de sus futuristas reproducciones.

Las escenografías de las puertas de Babilonia para Intolerance (D. W. Griffith, 1916)
 
Metrópolis (F. Lang, 1927)

La proliferación en los años 50 y 60 de películas que narraban la llegada de extraterrestres o de grandes monstruos salidos de alguna catástrofe atómica motivó la creación de unos escenarios urbanos en los que se pudiese hacer patente su gran poder destructivo, siendo lo suficientemente reconocibles para que los espectadores sintiesen el miedo como algo próximo.  

The War of the Worlds (B. Haskin, 1953)
 
Godzilla (I. Honda, 1954)

La filmación del género de aventuras en un futuro más o menos lejano puso en marcha un nuevo tipo de representaciones de la ciudad, ficticia y creíble a la vez, unas veces condensada en una enorme nave espacial y otras en una megalópolis que se extendía más allá de la vista, en las que el relieve de sus maquetas nos hacía imaginar su desmesurada dimensión.

Star Wars (G. Lucas, 1977)

Blade Runner (R. Scott, 1982)


Pero también ha sido habitual la re-creación de la ciudad contemporánea, de sus calles y edificios, su reproducción en modelos lo más literales posible, cuando aquella era el marco en el que se desarrollaba el guión y transcurrían singulares escenas que difícilmente podían filmarse en la ciudad real.

The Medusa Touch (J. Gold, 1978)

Operación Ogro (G. Pontecorvo, 1979) y Supermán II (R. Lester, 1980)

Las nuevas versiones de películas como Godzilla o Blade Runner 2049 vuelven a requerir de efímeras ciudades que, con mayores recursos técnicos y documentales, se realizan en formatos de gran tamaño y con más detalle y verosimilitud.

Godzilla II (R. Emmerich, 1998)

Mary and Max (A. Elliot, 2009) y Blade Runner 2049 (D. Villeneuve, 2017)  

Y en esta interesada e interesante relación entre el cine y la ciudad hay que hacer una mención especial a la película Playtime (Jacques Tati, 1967), para la que su director construyó unos enormes estudios al aire libre donde se montaron las fachadas de sus modernos edificios, a la par que trabajaba con maquetas de fragmentos de calles de la (no tan) ficticia Tativille, nombre acuñado por la prensa, y cuyas imágenes por sus escalas parecen recordar las del principio.

Trabajando con diferentes escalas en Playtime (J. Tati, 1967. Foto: B. Allemane AFP)

La "nueva" Tativille con sus edificios que se desplazaban durante el rodaje de Playtime (J. Tati, 1967. Fuente: Getty Images)

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Para quien desee conocer con documentado rigor las entresijos de la produción cinematográfica en relación a su formalización arquitectónica recomiendo: La Arquitectura en el Cine: Hollywood, la Edad de Oro (Juan Antonio Ramírez, 1986, Herman Blume) y La imagen supuesta. Arquitectos en el cine (Jorge Gorostiza, 1987, Fundación Caja de Arquitectos)

 

Otras entradas sobre Cine, Arquitectura y Ciudad en “La ciudad visitada”:

https://laciudadvisitada.blogspot.com/2018/11/algunas-ciudades-de-ciencia-ficcion.html

https://laciudadvisitada.blogspot.com/2019/02/paseando-por-roma.html

https://laciudadvisitada.blogspot.com/2019/07/casas-y-cosas-de-buster-keaton.html

https://laciudadvisitada.blogspot.com/2019/11/los-angeles-november-2019.html

https://laciudadvisitada.blogspot.com/2020/03/west-side-story-urbanismo-y-sociedad.html

https://laciudadvisitada.blogspot.com/2020/11/100-anos-de-interiores-de-cine.html

 

lunes, 17 de mayo de 2021

Paredes difusas

 

Hace casi cien años, en 1927 la Asociación Alemana de tejedurías de seda encargó a  Mies van der Rohe y Lilly Reich el diseño de un stand dentro de la exposición Die Mode der Dame (“La Moda de la Dama”) que se iba a celebrar en Berlín.

 

La solución desarrollada consistió en crear un espacio, destinado a acoger un café y una área de descanso, colgando grandes paños de telas de seda y terciopelo. El mobiliario, las sillas Weissenhof y las mesas MR 140, habían sido diseñadas por ellos. Y el nombre del café, Samt und Seide (“Seda y Terciopelo”), alude a los materiales empleados.

 

El hecho de que las telas estuviesen colgadas al aire, sin tocar el suelo, y sus envolventes formas no cerrasen el espacio junto con el uso de los colores dorado, negro y rojo (correspondientes a los de la bandera alemana) generaba un espacio fluido, dinámico y especialmente ligero, que seguía el esquema de “planta libre”, tan querido por sus autores. 

 

Stand Samt und Seide. Berlín (L. Reich y M. van der Rohe. 1927)

Este brillante ejemplo de arquitectura efímera, en el que el papel de Lilly Reich fue primordial, quedó durante años en un segundo término y ha sido rescatado conceptualmente en las últimas décadas por diseñadores, artistas y arquitectos que han elaborado sus obras con telas y tejidos tanto en exposiciones o ferias temporales como en sutiles intervenciones artísticas, empleando en numerosos casos telas con rejilla o más tenues.

 

La propia naturaleza las telas permite su adaptación a todo tipo de geometrías y formas con la simple ayuda de unas guías, y recogerse sobre sí mismas o expandirse cambiando la configuración del espacio acotado.

 

La consistencia del material, tan aparentemente alejada de la solidez y resistencia de  las compartimentaciones habituales, le confiere un carácter equívoco que se traduce en un provocativo juego de tenues sombras. 

Pabellón "Difuso". Madrid (República Portátil. 2013) y Expo Pass. Copenhague (AV & PD architects. 2014)

Desfile de moda Dior-HOMME (J. Beck. 2011)


En otros casos artistas como Pia Mannikkö o el estudio de arquitectura KHBT tratan de crear con sus instalaciones un confuso espacio laberíntico lleno de finos tules o telas que provoca en quienes en él penetran la pérdida de referencias, a la par que su difuminada presencia contribuye a crear una atmósfera irreal.

Instalación Verges (Pia Mannikko. 2011)

Instalación Un veleided (estudio KHBT.2017. Foto: J. Marburg) 


El artista y arquitecto Ryo Yamada intervino en el patio del Museo de Arte Contemporáneo de Sapporo suspendiendo de un techo de telas de protección de obras, armado con unos finos tirantes, una retícula de pilares que no tocan el suelo. Su constante movimiento producido por el aire conforma un inquietante y surrealista lugar.

Instalación en el patio del Museo Arte Contemporáneo. Sapporo (R. Yamada)


En el extremo opuesto está la actuación de los arquitectos Kissler + Effgen para transformar la Iglesia de San Bartolomé (Colonia-Ehrenfeld) como Columbario, con un pequeño espacio acotado para la celebración de las ceremonias.

En este caso la utilización de las telas de malla dorada abandona su apariencia sin consistencia, casi etérea y habitualmente con un uso temporal, para convertirlas en sutiles “paredes” con vocación  de permanencia.

Unos tersos y traslúcidos planos colgados del techo cierran sin ocultar una nueva capilla dispuesta en el centro de su planta que puede funcionar autónomamente del resto.

Planta y vista general Columbario. Iglesia de San Bartolomé. Colonia-Erhenfeld (Kissler+Effgen. 2014)

El inteligente diseño de una doble iluminación artificial contribuye a lograr esta sensación, permitiendo que cuando la capilla se ilumina desde el interior, el deambulatorio del columbario quede en oscuridad. Y a la inversa las luces dispuestas en el exterior dejan en penumbra a la primera. Cuando ambas iluminaciones están encendidas la ligera “pared” se diluye. 


Vistas del interior

Ejemplos todos ellos, de una u otra manera, de un rico juego espacial entre separación física y percepción visual.

lunes, 10 de mayo de 2021

Arquitecturas modernas en el cómic: Discretas invitadas

 

La representación de la ciudad en el cómic ha permitido a dibujantes e ilustradores re-crearla a su manera y a los lectores reconocerse en ella. En la que fue, en la que es y, con más dudas, en la que será.

En los últimos años se han editado magníficas historias ilustradas sobre la obra de famosos arquitectos o de significativas construcciones donde lógicamente se hace un riguroso despliegue documental sobre los mismos.

Pero también ha sido frecuente en muchas publicaciones el hacer no sólo un guiño a la arquitectura sino una cita literal, a modo de pequeño y casi oculto reconocimiento, a edificios con nombre propio que forman parte de la historia de la arquitectura contemporánea.

Resulta así una agradable sorpresa encontrarlos formando parte de la narración, dibujados con sencilla fidelidad o con un amable desenfado, pero siempre con rigor.

A veces con la naturalidad que les confiere el estar representadas en su lugar acompañando al motivo principal, como hace J. Tardi con un edificio de Le Corbusier en París.


Brouillard au pont de Tolbiac (J. Tardi. 1981) y La cité de Refuge o de L´Armée de Salut. París (Le Corbusier. 1930)

O formando parte de la secuencia narrativa de una persecución en coche dibujada por Ted Benoit, que como buen representante de “la línea clara” se apoya en la arquitectura racionalista y neoplástica. 

    

"Mecedora eléctrica" (Ted Benoit. 1982) y Ville Bomsel. París (A. Luckhardt. 1925)

"Mecedora eléctrica" (Ted Benoit. 1982) y Ville J. et J. Martel (R. Mallet Stevens. 1928)

...... (Ted Benoit. 1982) y Ayuntamiento. Hilversum (W. M. Dudok. 1928-31)

En otras ocasiones los edificios aparecen totalmente desubicados, seguramente elegidos por la capacidad de evocar el ambiente que se busca una futurista narración, como en la obra de Guido Crépax, arquitecto y dibujante que recurre a la arquitectura expresionista alemana como referencia. 

"Valentina" (G. Crepax. 1977) y Torre Einstein. Postdam (E. Mendelsohn. 1929-31)
                                                                  
"Valentina" (G. Crepax. 1977) y primer Gotheanum. Dornach (R. Steiner. 1913-19)

Manipulados dentro del juego gráfico como si fuesen un protagonista más,

Dream of The Rarebit Fiend (W. McCay. 1905) y edificio Flatiron. NY (D. H. Burham. 1901)

Utilizando un lenguaje que va desde el “pop” de psicodélicos colores de G. Pellaert,

Les aventures de Jodelle (G. Pellaert y P. Bartier. 1966) y Gugenheim Museum. NY (F. Ll. Wright. 1956-69)

A la ingeniosa transformación de la arquitectura por D. Torres, que incorpora a un edificio de F. Lloyd Wright las chimeneas de la  Battersea Power Station de Londres convirtiéndolo en una “vieja fábrica de papel” o invade el interior de la Iglesia Unitaria, obra del mismo arquitecto, como si fuese una amplia nave de dibujantes.

"Opium" (D. Torres.1983) y Larkin Administration Building. Buffalo (F. Ll. Wright. 1903-06. Foto D. Romero)

"Opium" (D. Torres. 1983) y Unity Temple. Chicago (F. Ll. Wright. 1903-05)

La ciudad se construye con fragmentos de edificios de todo tipo, inventados y reales, como hace D. Torres en el album citado, donde se reconoce la cristalera oblonga de la terminal TWA de E. Saarinen en NY o el pórtico de uno de los edificios institucionales de O. Niemeyer en Brasilia.

"Opium" (D. Torres) y TWA Flight Center. Airport J.F.K. NY (E. Saarinen. 1956-62) y Palácio da Alborada. Brasilia (O. Niemeyer. 1958)

O con la imagen de proyectos no construidos haciéndolos participar en la escena urbana.

La fiebre de Urbicande (F. Schuiten y B. Peeters. 1985) y Boceto de "Torre con cúpula" (A. Sant´Elia. ...)

De esta forma el resultado se convierte no sólo en una ilustrada manifestación de la novela gráfica o del cómic, es también el reflejo de los conocimientos en materia de arquitectura de muchos de los ilustradores con los que buscan y establecen una sutil complicidad con sus lectores.


Sobre arquitectura y cómic puedes consultar:

https://laciudadvisitada.blogspot.com/2021/02/el-espacio-arquitectonico-en-el-comic.html

https://laciudadvisitada.blogspot.com/2020/09/la-ciudad-en-el-comic.html

https://laciudadvisitada.blogspot.com/2020/02/amueblando-con-diseno-el-comic.html

lunes, 3 de mayo de 2021

Del sueño americano a la pesadilla suburbana


En los años 50, se produjo en Estados Unidos el auge de las urbanizaciones de viviendas unifamiliares en la periferia con la puesta en marcha de una ambiciosa política de subvenciones para la creación de nuevos núcleos residenciales y de inversiones públicas en carreteras y autopistas.

Estas iniciativas arropadas por el bajo precio de la gasolina y el desarrollo de una potente industria automovilística, calificadas falsamente de “vuelta a la naturaleza”, sintonizaron con el carácter individualista de la sociedad norteamericana.

Pero como tantos planteamientos urbanísticos  que se han ofrecido como “una nueva ciudad” en vallas y anuncios publicitarios sus resultados distaron mucho de los objetivos iniciales.

Fotógrafos como Yan Arthus-Bertrand, Alex MacLean y especialmente Benjamín Grant con su proyecto Daily Overview y Christoph Gielen con su libro Ciphershan han retratado estos crecimientos típicamente norteamericanos poniendo ante nuestros ojos unas imágenes que hacen temblar los principios de la lógica social y eco-urbanística.


En unos casos extendiéndose sin control por todo el territorio.

Anthem. Nevada (Foto: Christoph Gielen)


En otros ocupando un fragmento del mismo sin ninguna relación ni interés por aquel. 

Las Vegas. Nevada (Foto: Christoph Gielen)

Generalmente con monótonas agrupaciones de viviendas sujetas a una estricta rigidez.

Killen. Texas (Foto: Benjamín Grant)

En ocasiones recurriendo a caprichosas geometrías igualmente reiterativas.    

Sun Lakes. Arizona (Foto: Benjamin Grant)

Inventando ordenaciones que pretenden establecer artificiosamente un guiño con lo orgánico.

California (Foto: Doc Searls)


O mezclando aleatoriamente formas y geometrías sin más  criterio que logar el mayor número de parcelas.

Venture Out Mesa. Arizona (Foto: Daily Overview)


En cualquier caso desarrollando una forma de vida y de ciudad en la que, generalmente, lo social desaparece o se reduce al mínimo por la falta de espacios públicos o se crean comunidades exclusivistas, se ocupa mucho más suelo, se requieren unas importantes infraestructuras de comunicación y servicios y se potencia el uso del vehículo privado.

Un tipo de ciudad que con sus variantes, algunas más generosas en el tratamiento del espacio público, atrajo el interés de promotores, administraciones y urbanistas, que hicieron de él un “modelo” que extendieron por todo el mundo, y al que se le podría aplicar parafraseando el título del cuadro de Goya,  “El sueño de la (sin)razón produce monstruos”.

 

Sobre las urbanizaciones suburbanas también puedes leer

https://laciudadvisitada.blogspot.com/2018/04/de-la-ciudad-al-chalet.html