lunes, 27 de septiembre de 2021

Geometría, estructura y espacio en la obra de L. I. Kahn

En la obra de Louis I. Kahn (1901-74) la preocupación por establecer una coherencia entre la estructura resistente y el espacio proyectado se basa fundamentalmente en dos aspectos. 

El entendimiento de la estructura como una pieza más que construye el espacio, incorporándola en la configuración del edificio y la utilización de la geometría como ley compositiva proyectual.

A ello se suma de manera especial la fructífera, pero también difícil, colaboración con el ingeniero A. Komendant (1906-92), ambos de origen estonio y nacionalidad estadounidense, que con sus conocimientos sobre las estructuras pretensadas contribuyó decisivamente a la materialización de las ideas del arquitecto, desde 1956 hasta el dramático fallecimiento de éste. 

(Las estructuras de hormigón pretensadas son aquellas en las, que como indica su nombre, se han tensado sus armaduras de acero antes de entrar en funcionamiento).

Por ejemplo, en la Galería de Arte de la Universidad de Yale (1951-53), anterior a dicha colaboración, ya se encuentran presentes dichos aspectos. Las losas nervadas, formadas por una trama reticular a 60º, se extienden por los techos de las zonas de exposición (espacios servidos) diferenciándolas del núcleo de comunicaciones (espacios servidores).


Planta techo y vista interior. Galería de Arte Universidad de Yale. New Haven (L. I. Kahn, 1951-53. Foto:S. Ludwig)


La mayor complejidad y tamaño del programa de los Laboratorios de Investigación Richards de la Universidad de Pennsylvania (1957-61) se resuelve en planta concatenando los diferentes ámbitos a través de un cuidado proceso de adición. 

Diseñada la estructura por A. Komendant con vigas de hormigón pretensadas en celosía para el paso de instalaciones y sin pilares intermedios, el edificio manifiesta al exterior el expresivo contraste entre las esbeltas torres de servicios y los cuerpos acristalados de los laboratorios y oficinas.


Planta. Estructura en construcción y edificio terminado. Laboratorio de Investigaciones Médicas Richards. Universidad de Pennsylvania (L. I. Kahn. 1957-61) 


En el Instituto Salk de Estudios Biológicos (La Jolla. California. 1959-65), Kahn proyecta sobre cada planta de laboratorio otra para alojar las complejas instalaciones que el edificio requiere, que Komendandt resuelve como si cada piso de instalaciones fuese una gran viga pretensada, hueca y compartimentada de 19 m. de largo, disponiendo de todo el espacio diáfano en las zonas de trabajo.


Sección y Vista de conjunto. Instituto Salk de Estudios Biológicos. La Jolla. California (L. I. Kahn. 1959-65)



La primera propuesta de la Primera Iglesia Unitaria de Rochester (Nueva York. 1959-69), absolutamente centralizada, evolucionó hacia un sistema más complejo en el que se sigue reconociendo la importancia del lugar del rezo, rodeado por las aulas y el acceso dispuesto entre ésta y los despachos.

El diseño del techo de la capilla, pensado en forma de cruz con entrada de luz por las cuatro esquinas, fue resuelto como una gran losa de hormigón pretensada, ligeramente plegada, eliminando las grandes vigas previstas inicialmente por el arquitecto.


Planta y Vista interior. Primera Iglesia Unitaria de Rochester. Nueva York (L. I. Kahn. 1959-69. Foto: C. Emdem)


La idea de la centralidad geométrica se reafirma en la Biblioteca de la Academia Phillips Exeter (New Hampshire. 1965-72). Un cuadrado con las esquinas achaflanadas, para suavizar su forma, es perforado por un gran vacío central, también cuadrado, que comunica todas las plantas.

Entre ambos dos simetrías organizan funcionalmente el edificio. Una en cruz distribuye los  cuatro ámbitos de estanterías y zonas de consulta, con los espacios individuales de lectura construyendo la fachada, otra formada por las diagonales sitúa los núcleos de comunicación, instalaciones y servicios.


Planta y Sección. Vista espacio central. Biblioteca de la Academia Philips Exeter. New Hampshire (L. I. Kahn. 1965-72. Foto: J. Rozkalns)


En su obra quizás más singular, el Museo de Arte Kimbell (Fort Worth. 1966–72), Kahn proyecta una serie de pabellones de sección abovedada, interconectados entre sí.

Komendant dio un nuevo sentido a la estructura al calcular las (falsas) bóvedas como grandes vigas curvadas de 30 m. de longitud, que se construyeron por el sistema de postensado, permitiendo la suave y homogénea iluminación que resbala por las mismas.


Maqueta y sección pabellón. Vista interior. Museo de Arte Kimbell. Fort Worth (L. I. Kahn. 1966-72. Fuente: Kimbell Art Museum)


Por último, en el Centro de Arte Británico de Yale (New Haven. 1969-74) edificio que no llegó a ver terminado, una cuadrícula de pilares de hormigón construye un nítido volumen prismático, donde se distribuyen siguiendo las pautas de la estructura los diferentes espacios, con una pieza central que contiene el núcleo de comunicaciones entre dos grandes huecos. Su cubierta construida con grandes vigas en “V” dibuja un plano de lucernarios.


Planta. Vista espacio central y techo. Centro de Arte Británico de Yale. New Haven (L. I. Kahn. 1969-74)

En resumen, una secuencia de disciplinadas geometrías resueltas con airosas soluciones estructurales que permiten el control de la luz para conseguir cualificados espacios.

No en vano Louis I. Kahn decía “La elección de la estructura es sinónimo de la elección de la luz que da forma al espacio … ”

 

 






lunes, 20 de septiembre de 2021

Gráfica arquitectónica


De siempre la arquitectura, sus muros, han sido un soporte natural para el mensaje de quienes los construyeron y quisieron transmitirnos su autoría, económica, intelectual y material, o la razón de ser de lo edificado, su función o significado.

El deseo de permanencia ha sido constante a lo largo de la historia, utilizando el nombre del edificio como seña de identidad del mismo. Y así arquitectos y diseñadores prolongaron su tarea con la presencia de rótulos utilizados como un elemento más de expresión formal.

Edificio Praha Pojistovna. Praga (1908. Foto: J. M. León) y Escuela Bauhaus. Dessau (W. Gropius. 1926. Fuete: axis)

El cambio de paradigma producido después de la 1ª Guerra Mundial con el advenimiento de  las vanguardias artísticas y una clara preocupación por la comunicación social, publicitaria o ideológica, produjo singulares ejemplos que acompañaron a las nuevas arquitecturas de comienzos del siglo XX a través de concursos y exposiciones.

Concurso periódico Pravda. Leningrado (A. y L. Vesnin. 1924) y Pabellón Expo Suomen Messut. Turku (A. Aalto. 1929)
 
Torre de anuncios Expo Estocolmo (S. Lewerwntz. 1930) y Mostra della Revoluzione Fascista. Roma (D. Alfieri. 1932)

Una diferente concepción de los lugares de ocio y el desarrollo de nuevos medios de comunicación social como el cine, constituyeron un magnífico campo de expresión arquitectónica integrando rótulos, colores y la iluminación artificial que los convertía en auténticos faros de las noches urbanas.

Café De Unie. Roterdam (J. J. P. Oud. 1925) y Cine Handelsblad. Amsterdam (J. Duiker. 1934)


Singular es el caso del diseñador y artista Fortunato Depero (1892-1960) que acuñó en los años 30, la expresión Architettura pubblicitaria para designar sus propuestas de pabellones construidos literalmente, y nunca mejor dicho, con tipografías que aludían al carácter de su contenido, siendo sus diseños a la vez edificio y rótulo.

Pabellón del Libro. Bienal Artes Decorativas. Monza (F. Depero. 1927) y Stand Campari (F. Depero. 1933)

Cuarenta años después los arquitectos R. Venturi y D. Scott Brown plasman su idea de “aprender de lo cotidiano y de lo extraordinario” en una serie de proyectos en los que, con un lenguaje arquitectónico que se identifica con la estética “pop”, el  nombre de lo proyectado cobra especial importancia.

Showroom BASCO. Filadelfia (R. Venturi y D. Scott-Brawn. 1976)

Los centros comerciales norteamericanos con sus planas fachadas constituirán el  nuevo campo de experimentación en el que formalización arquitectónica y tipografía se crucen. 

Almacén BEST. Richmond (SITE. 1978) y Centro Comercial Santa Monica Place (F. Gehry. 1979-81)

Rafael Moneo, que ya había expresado su reconocimiento del valor de la tipografía en edificios como la reforma de los almacenes Gallego en Tudela y Calatayud (1968), el Museo de Arte Romano en Mérida (1980-86) o las oficinas de la Previsión Española en Sevilla (1982-88), realiza en el frontal del Banco de España en Jaén (1983-88) un elegante ejercicio gráfico acompañando la sobriedad de aquel.

Banco de España. Jaén (R. Moneo. 1983-88)

En los 90 nuevos aires llegan de la mano del estudio holandés Neutelings & Riedjik. La gráfica supera sus límites tradicionales; el rótulo del edificio Minnaert de  la Univesidad de Utrech pasa de ser una referencia semántica a presentarse también como “soporte”de la edificación, mientras en la imprenta Drukkerij Veenman, la colaboración de los citados arquitectos con el artista Karel Martens fructificó en la trama que recorre sus muros reproduciendo un poema del escritor K. Schippers.

Edificio Minnaert. Universidad Utrech (Neutelings& Riedjik. 1997) e Imprenta D. Veeman. Ede (N&R y K. Martens. 1997)

                                                                                                             
La idea de la tipografía como un texto contínuo de ligeros trazos es aplicada por Herzog y de Meuron en la ondulante fachada de vidrio impreso de la Biblioteca de Cottbus (Alemania) mientras el estudio Tétrarc Architects crea una celosía de chapa metálica recortada que tamiza los huecos de la Mediateca de Fougères (Francia), haciendo de la caligrafía su seña de identidad.

Biblioteca. Cottibus (Herzog & De Meuron. 2004) y Mediateca. Fougeres (Tétrarc Architects. 2008)

 

Una actitud proyectual e icónica basada en la alteración del carácter del rótulo que tuvo un especial momento cuando para colocar el destinado al Museo de Bellas Artes de Castellón, obra de E. Tuñón y L. Moreno Mansilla, los camiones que trasladaron por carretera las letras de hormigón prefabricado componían poéticamente la palabra  Museo.


Museo de  Bellas Artes. Castellón (Mansilla+Tuñón. 1996-2000. Foto: L. Asín)


En camino (Foto: L. Asín. 1999)

lunes, 13 de septiembre de 2021

Jardines encerrados

 

El título de esta entrada está tomado casi literalmente del interesante artículo “Jardines bien encerrados” escrito por el arquitecto Xavier Monteys (El País. edición Cataluña. 25.01.2021), en el que se refiere a que ”… derribar indiscriminadamente los muros de jardines y parques de Barcelona, aunque se haga con la mejor intención, puede suponer la desaparición de estos lugares preservados … “, y que ilustra con la imagen Mapa del Jardín del Edén (1675) de Athanasius Kircher.


Map of the Garden of Eden (A. Kircher. 1675)

En unos tiempos en los que nos definimos como una sociedad (aparentemente) abierta e intercomunicada, a alguien puede resultar extraño oir hablar de nuevos jardines encerrados. Parece como si esa denominación, que nos habla de una formalización propia, perteneciese a un pasado que hoy se pone en cuestión y cuya cualidad urbana reivindica el citado arquitecto.

Una apreciación que comparto y que se basa tanto en lo construido fruto del abandono y la acción del tiempo (los restos del estanque del Templo de Dendera convertidos en un recinto recortado en la arena) como en el resultado de operaciones planificadas que nos han dado tantas plazas y parques públicos y privados. 

  

Restos del Lago sagrado. Templo de Hathor. Dendera (s. IV aC. Fuente: megaconstrucciones.net) 
 
Place des Vosges. París (¿L. Métezeau o B. du Cerceau? 1612. Foto: Mbtz. Wikipedia)


En estas últimas décadas el tema del “jardín encerrado” ha sido revisitado por el estudio de arquitectura Office Kersten Geers & David Van Severen, con dos singulares proyectos que retoman bajo ópticas bien diferentes la idea de los límites del espacio ajardinado.

Border Garden (Jardín Frontera) daba nombre a la propuesta presentada en el 7º Concurso Internacional Arquine (2005) con el objetivo de diseñar un paso fronterizo entre Méjico y Estados Unidos, en Anapra (Ciudad Juárez).

La solución, que obtuvo el primer premio, configuraba un recinto que interrumpía el muro fronterizo, ajardinado con una retícula de palmeras cuya sombra cobijaría a los inmigrantes mientras cumplimentaban los trámites exigidos. El lugar se constituía así no tanto como un paraíso, sino como el espacio previo al “paraíso” soñado.


 
Border Garden. Concurso Arquine. Puesto fronterizo en  Anapra. Méjico (Office Kersten Geers & David Van Severen. 2005)

En 2012 el mismo equipo es invitado a participar en la 11 Bienal de Sharjah (Emiratos Árabes Unidos), y bajo el nombre de OASES construye tres lugares ajardinados delimitados por una ligera malla tensada, con los que rellena unos vacíos creados por el derribo de algunas edificaciones, contribuyendo con su presencia a completar la trama de la ciudad, dulcificando el espacio urbano con la presencia de la vegetación.

Según los autores se trataba de “agregar un volumen sutilmente construido para crear un espacio público”. Los nuevos volúmenes se hacen presentes a través de los límites que dibujan su forma, pero también mediante la transparencia de los mismos.

Unos tenues cerramientos, casi inmateriales, incapaces de contener la exuberante vegetación que se asoma por encima ellos.




OASES. 11 Bienal de Sharjah. Emiratos Árabes Unidos (Office Kersten Geers & David Van Severen. Fotos: Bas Princen. 2012)

Una solución que juega con la contradictoria ambigüedad entre exterior e interior, permitiendo disfrutar de una experiencia sensorial más allá de su definición urbana.






lunes, 6 de septiembre de 2021

El ojo que todo lo ve. Edificios panópticos

 

La idea del control de la población en diferentes ámbitos no es un invento de nuestros días.

Anteriormente a las numerosas cámaras de video-vigilancia y a otros sofisticados sistemas menos visibles que graban nuestros movimientos físicos y económicos, desde el poder ya se habían concebido edificios planteados bajo el prisma del control centralizado.

El desarrollo en el Renacimiento de una racionalidad funcional en edificios asistenciales que tenían que acoger a numerosas personas  fue transformando los planteamientos de los pequeños hospitales en alargados pabellones que se entrecruzaban y posteriormente en esquemas fundamentalmente radiales, mediante los cuales el centro geométrico del conjunto, se constituía en el centro de control espiritual e ideológico, situando una capilla en ese punto.


Plantas del Hospital Mayor. Milán (Filarete. 1456) y del Hospital de la santa Cruz. Toledo (Hnos. Egas. 1504)

Proyectos de Casa de Misericordia (M. Gigina. 1579) y de Hospital (A. Desgodets. Finales s. XVII)

Antoine Petit, autor del Proyecto de un Hôtel-Dieu (Hospital. 1774) para París redibujará los esquemas anteriores con una nueva configuración circular en la que la planta del edificio se somete literalmente a la equidistancia al centro geométrico, formalizándolo con una capilla abierta a las salas radiales que se eleva en forma de cono por encima de las naves, significando así su importancia en el conjunto, a la par que funciona como un aspirador natural del mismo.


Proyecto de Hospital circular (A. Petit. 1774)

A finales del siglo XVIII el filósofo y reformador social Jeremy Bentham (1748-1832) acuña el término de panóptico para referirse a la estructura arquitectónica de las cárceles que permitía controlar desde un punto las celdas de los prisioneros. La referencia espiritual (capilla) se sustituye por la presencia de un guardián que a todos (pan) ve (opticon).
 

 Proyecto de Cárcel (J.Bentham. Panopticón. 1791)

 

Este esquema se difundirá como modelo funcional aplicándose literalmente o combinado con el esquema radial característico de los hospitales con total vigencia hasta hace unas décadas.


Eastern State Penitentiary. Pensilvania (J. Havilland. 1825-36)
 
Proyecto de Cárcel y correccional. San Sebastián (J. R. Echeveste. 1838)

Interior de la Cell House. Illinois State Penitentiary. Stateville (Postal. 1925)

Pero también este esquema se ha utilizado en edificios donde el control tiene otra intensidad y objetivos, primando más la calidad espacial que la presencia del “ojo que todo lo ve”, como ocurre en algunas bibliotecas y en las reutilizaciones de ciertos edificios carcelarios, cambiando el ruido de los cerrojos de las celdas por el susurro del pasar las páginas de un libro o las sonidos musicales de un concierto.


Sala La Troba. Biblioteca Estatal de Victoria. Melbourne (J. Reed. Fuente: Tripadvisor)

Biblioteca Pública. Estocolmo (E. G. Asplund. 1918-28. Foto: Arild-Vâgen)

Cárcel. Actual Centro de la Memoria. Lugo (Construcción: 1887. Reforma: 2017. Fuennte: La voz de Galicia)