La transformación de los sistemas de producción industrial
ha dejado en la cuneta a numerosos edificios, entre ellos antiguas fábricas construidas con
diáfanas naves de estructura, generalmente, metálica.
Sus interiores, muchos de ellos vaciados de su maquinaria,
deteriorados por el abandono y el paso del tiempo han sido invadidos
sigilosamente por la vegetación que se aprovecha de la entrada de luz y agua a
través de sus estropeadas cubiertas.
Central eléctrica abandonada NY (Foto: M. Cristopher) y Nave en Bélgcia (Foto: M. Schultz) |
Los hay que afortunadamente han encontrado una segunda vida fruto
de cuidadosos y razonables proyectos arquitectónicos con el consiguiente cambio
de actividad, mientras en otros el mantenimiento del edificio se ha hecho “metiendo con calzador”
unos usos cuya formalización ha desvirtuado el carácter del edificio.
De los primeros tenemos buenos ejemplos, de los segundos no
vale la pena mostrar sus desaciertos.
Casa del Lector. Matadero Madrid (A. García Abril. 2016. Foto: R. Halve) y Ateneu Fabricació Barcelona (Oliveras y Boix. 2018. Foto: J. Hevía) |
Pero en las últimas décadas muchos se han
planteado como una oportunidad y respuesta en tiempos difíciles. Aquellos que con presupuestos de bajo coste intervienen “mientras
tanto”, con proyectos abiertos en el tiempo para usos temporales, de baja
intensidad o aprovechando su construcción como jardines cubiertos.
En 2009 se abrió al público los Jardins des Fonderies en Nantes. El plan de A. Chemetoff de 1990 para el mantenimiento de la arquitectura de la antigua fábrica Fonderies Atlantique supuso la
reconversión de sus naves industriales en un jardín público, liberadas sus
paredes y reparada su cubierta traslúcida.
Jardin des Fonderies. Nantes ( ADH Doazan + Hirshberger arqtos.2009) |
La antigua Shilin
Paper Factory situada en la ciudad de Taipei (Taiwan) fue objeto de la iniciativa
"Paradise Lost in Time" en 2010 según la propuesta del colectivo de estudiantes Interbreeding Field y el profesor Li H. Lu, adecuando el espacio existente
como un lugar de paso y estancial abierto al público con una serie de pasarelas
y bancos de madera.
Shilin Paper Factory. Taipei (Interbreeding Field y Li H. Lu. 2010) |
También en Taiwan, en la ciudad de Taitung, la nave de los
tanques de evaporación de una antigua fábrica de azúcar de principios del siglo
XX, que mantenía gran parte de la maquinaria
original ha sido reutilizada como centro de estudios Taitung Ruin Academy y
espacio de uso público (2014, arqto. M. Casagrande
con la colaboración de Nikita Wu -C LAb-) a partir de la vegetación
que allí había crecido.
Taitung Ruin Academy. Taitung. (Marco Casagrande. 2014. Foto: ) |
Estas intervenciones, son ejemplo de una actitud, prudente y
positiva con lo existente, en las que se valora, especialmente en las dos
últimas, el mantenimiento de una atmósfera entre poética y desoladora que
habían alcanzado con el tiempo y el desuso, dándole la vuelta a la
dinámica del abandono.
Acertadamente, antes que derribar, reutilizar
ResponderEliminarIgualmente acertado tu comentario José Luis. Pero no todos pensamos así,por ejemplo el Ayuntamiento de Calahorra con la antigua Casa Cuartel de la Guardia Civil.
EliminarSí, existe poesía en la desolación. Reciclar, verbo que debiéramos conjugar varias veces en la vida y más en los tiempos que se avecinan. Quién decide el destino de esos espacios? Me parece genial la consulta a profesionales, incluso de varias especialidades pero y el público,¿opina?,o ya lo ha hecho a través del voto... Me parecería muy necesario que artículos como este se difundieran, quizás de otra forma más asequible, a la ciudadanía. Te necesitamos "ojo atento" sigue ilustrándonos así elegiremos mejor.
ResponderEliminarM. Santaolalla
De todo tiene que haber en la viña del señor. Pero se echa en falta un poco más de sensatez. Gracias por tu comentario y me apropio del alias "ojo avizor", aunque a veces acabe como "ojo morado".
ResponderEliminarMuy bonito y muy instructivo,continúa,!!!
ResponderEliminarGracias César. Com compañeros de viaje como tú el camino se hace ligero.
ResponderEliminarCuando la naturaleza invade lo construido, muchas veces la belleza se recrea.
ResponderEliminarBonito y acertado comentario. Gracias desconocido.
ResponderEliminarJosemi, siempre en el ojo del huracán. No apreciar lo que se tiene y no intentar reutilizarlo o rehabilitarlo, adaptándolo a las nuevas necesidades de forma adecuada siempre me pareció una actitud, prepotente, desconsiderada e irresponsable en los tiempos que corren. Lo nuevo tiene el atractivo de creer que se adapta a las necesidades más precisamente y sin limitaciones, pero si esto se consigue aprovechando lo que ya existe y es bueno creo que el atractivo se incrementa con un valor añadido.
ResponderEliminarGracias Pablo, siempre con acertados comentarios.
ResponderEliminarEscribí un brevísimo comentario y se me borró pero no quiero pasar a tu nuevo artículo sin dejar testimonio de lo que me ha gustado . Toda obra que envejece y sobre todo en esa etapa industrial, ya en chatarra como muy bien nos haces notar.
ResponderEliminarMe produce un gran malestar ver como el tiempo pasa tan deprisa y la era industrial sobrecogedora va destruyendo obras que tuvieron sentido y que dieron trabajo a muchas personas que en el mundo están.
Por eso a veces me satisface y alegra que colaboren equipos de arquitectos y parte de la sociedad para recuperar y hace una hermosa obra con otra función como los hermosos ejemplos q nos muestra. Y resulta sorprendente como la vegetación se impone y el artista si sirve de ella para presentarnos un museo vegetal siempre me han gustado estos edificios y si hubiera otra opción para transformarlos como también muestras edificios culturales pues seguiría pareciéndome que morir y renacer es parte de la tarea de el arquitecto y de la sociedad de la que formamos parte. Gracias amigo
Gracias Pilar. Debiera haber un procedimiento informático con el que, automáticamente, comentarios como el tuyo se fundiesen con el texto, mejorándolo y enriqueciéndolo.
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