¿En qué momento las antiguas civilizaciones tuvieron la
necesidad o el deseo de representar la arquitectura y la ciudad que les
rodeaba?, ¿Cuáles fueron sus motivaciones?
Según el arquitecto y profesor Pedro Azara, autor del libro
y de la exposición “Las casas del alma” “Existen
maquetas (de edificios) desde tiempos
inmemoriales. Se han encontrado incluso maquetas del neolítico en Centroeuropa
… ¿Qué función tenían? ... No lo podemos saber".
Las antiguas civilizaciones de Mesopotamia y Egipto (III y II milenio a.c.) nos ofrecen los testimonios más antiguos cuyo sentido se ha comprendido en relación con la arquitectura y la ciudad, y son fruto, principalmente, de dos situaciones.
Una sería la derivada del ritual de enterramiento para el que se elaboraban maquetas de casas realizadas en terracota, las llamadas “casas
del alma”, que se depositaban en las tumbas de los fallecidos para alojar sus espíritus.
Casas del alma. Tumbas de Mari (2900-2460 a.c.) y Salamiyya (h. 2600 a.c.). Mesopotamia. |
Casas del alma. Tumbas de Deir el-Rifeh (210-2010 a..) y Tebas (h. 2000 a.c.). Egipto |
Sorprende la creatividad para representar tan sintéticamente
la esencia de esas casas incorporando curiosos detalles que dan idea de su interés por ilustrar la realidad.
La otra forma de representación celebraba el poder del rey constructor o guerrero mediante relieves en estelas o
esculturas.
La estela de Djet (2900 a.c.), delicada y magistral obra
artística, es el relieve egipcio más antiguo. Representa a un halcón (dios Horus)
sobre un recinto con fachada de palacio y una serpiente en su interior (símbolo
del nombre del rey).
En esta ocasión la presencia de la arquitectura cumple el papel de señalar la importancia del personaje al que se hace referencia. En la capilla blanca de Sesostris I aparece otra representación de un palacio o templo parecida.
En esta ocasión la presencia de la arquitectura cumple el papel de señalar la importancia del personaje al que se hace referencia. En la capilla blanca de Sesostris I aparece otra representación de un palacio o templo parecida.
En Mesopotamia, entre las diversas estatuas del ensi (gobernante) Gudea de Lagash
(2350-2000 ac.)
hay una que se singulariza por tener sobre las rodillas una tabla con el plano de un templo, un
estilete y una regla graduada. La estatua estaba dentro del templo de Ningirsu al
que correspondía precisamente la planta dibujada.
Estatua del ensi de Gudea de Lagash (2500-2000 a.c.) y detalle del plano del templo. |
La referencia a la casa aparece en
el antiguo Egipto en las pinturas
de algunas cámaras funerarias, como la de Djehutinefer (Tebas Oeste, dinastía
XVIII, 1550-1295 a.c.), con una sorprendente sección de la vivienda, ocupados sus diferentes niveles por una familia y sus siervos realizando los quehaceres domésticos, o en las páginas del Libro de los Muertos (1300 a.c.).
Pintura en tumba Djehutinefer (Tebas. 1550-1295 a.c.) y detalle de página del Libro de los Muertos (1300 a.c.) |
Destaca la representación de la ciudad
elamita de Madaktu (Nínive. 669-626 a.c.) con sus límites fortificados y protegida por un curso de agua. En su interior aparecen casas similares a la “casa
del alma" de dos pisos, ilustrada anteriormente.
Relieves de ciudad asiria. Nimrud (s. IX a.c.) y fragmento de ciudad elamita. Madaktu (s. VII a.c.) |
Otro singular testimonio es el que nos ofrece la deteriorada
estela de Oslo o de la Torre de Babel, en la que se aprecia con dificultad el
dibujo de una torre con la inscripción Etemenanki
zigurat Babel (siglo VI a.c.), que se reconoce en la recreación realizada por los investigadores.
Acostumbrados a identificar nuestras ciudades y edificios a
través de Google Maps o de tantas fuentes de información existentes como algo habitual, uno tiene la tentación de preguntarse qué debieron sentir
artistas y artesanos cuando dieron a luz tal forma de
representación tan diferente y novedosa respecto a sus habituales manifestaciones.
Muy instructivo. Roma también tenía su tabula en mármol y Pompeya conserva trazos de la planimetría de la ciudad a modo de graffiti en sus paredes
ResponderEliminarAhora entiendo, el bosquejo o la documentación del proceso son arte, esculturas, relieves, fotos... Los mapas son también la gráfica de una abstracción y hoy en día la informática ofrece posibilidades aue a mí se me escapan.
ResponderEliminarMaite S.
Hola José Luis, el no haberme referido en este artículo a la civilización romana se debe a que los testimonios mesopotámicos y egipcios más antiguos son varios siglos, incluso milenios, anteriores a los romanos.Es verdad como dices que Roma tenía su plano de la ciudad y fantásticos ejemplos de representación de la ciudad y la arquitectura. Sobre aquel escribí en laciudadvisitada "El plano de la ciudad" (02.04.2018), que seguro te interesa.
ResponderEliminarNo cabe duda de que las nuevas tecnologías de representación proporcionan una increíble precisión y facilidad para el conocimiento y difusión de la realidad , pero creo que el artista y el artesano en sus representaciones sintéticas nos abren una ventana quizás menos precisa pero mucho más profunda y sugerente de esta.
ResponderEliminarLa magia y expresividad de un buen bosquejo nunca la obtendra el mejor programa de CAD.
Totalmente de acuerdo, y durante muchos siglos la "sorpresa" de ver aparecer ante tus ojos lo que querías representar.
ResponderEliminarMe ha encantado el poder penetrar en el mundo que rodeaba estás civilizaciones que están tan alejadas en el tiempo y que tanto les preocupaba la muerte cómo dan testimonio de ello con esa perfección escultural y pictórica así como arquitectónica
ResponderEliminarGracias Pilar por tus palabras y tu compañía.
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