El uso de la cruz
como símbolo de los cristianos se atribuye a un sueño que tuvo el emperador
Constantino en vísperas de la batalla contra Magencio en el año 312. Cuentan que en él se le apareció una cruz con la
leyenda In hoc signo vincis (“Con
este signo vencerás”). Unos años después, en el 325, el Primer Concilio de
Nicea la adoptará formalmente como tal.
Visione della croce (1520-24. Taller de Rafael. Ciudad del Vaticano) |
A ello seguramente contribuyó sin duda la mirada de las vanguardias artísticas desde la abstracción geométrica.
En el Cementerio Sur de Estocolmo (1917-40), E. G. Asplund (1885-1940) construye sobre un cerro una cruz de basalto. Sus proporciones, con el brazo horizontal más elevado de lo habitual, forman parte de un diseño que acoge y abraza.
Algo
similar debió pensar Amancio Williams (1913-89) cuando proyectó una gran cruz en
la desembocadura del Río de la Plata (1978-80). El símbolo contraponía su esbeltez a la
calma horizontalidad de las aguas. Las dificultades inherentes a su materialización
disuadieron de construirla.
Cementerio Estocolmo (E. G. Asplund. 1885-1940) y Proyecto de Cruz en Río de la Plata Buenos Aires (A. Williams. 1978-80) |
Pocos elementos
son tan queridos y necesarios a la arquitectura como la luz.
En 1989 Tadao Ando proyecta la
Capilla de la Luz (Ibaraki, Osaka) en
la que el presbiterio atrapa la atención del visitante al enfrentarle con la
luz que se cuela por una grieta en forma de cruz.
Esta solución ha
sido reinterpretada más expresivamente por Fernando
Menis en la Iglesia del Santísimo Redentor (2004-20, San Cristóbal de La
Laguna. Tenerife), desplazando la cruz en el plano del presbiterio .
Capilla de la Luz. Osaka (T. Ando.1989) e Iglesia S. Redentor. San Cristóbal de la Laguna ( F. Menis. 2004-9) |
Si en ambas obras
la cruz de luz se sitúa en el plano vertical, Rafael Moneo en la Iglesia de Iesu
(2007-11, San Sebastián) la utiliza para conformar la iluminación cenital. El techo
se convierte en una gran cruz ligeramente distorsionada que se separa de los
planos verticales para dejar pasar la luz.
Pero en ocasiones
la cruz no se presenta como luz sino como una sombra. En la Capilla
de San Bernardo (2010-15, Córdoba. Argentina) de Nicolás Campodonico, la cruz aparece proyectada brevemente a lo largo del día sobre la superficie abovedada, al superponerse en un momento las sombras de
los dos elementos independientes situados en la fachada de la misma.
Iglesia de Iesu. San Sebastián (2007-11. R. Moneo) y Capilla de San Bernardo. Córdoba (2010-15. N. Campodonico) |
En otros templos,
como en la Capilla de la Universidad Técnica de Otaniemi (Heikki y Kaija Siren,
1954-57, Espoo. Finlandia) o en la Iglesia del Agua (Tadao Ando, 1985-88,
Hokkaido. Japón) la cruz se diluye en el paisaje.
Un plano de vidrio enmarca al celebrante a modo de transparente retablo de la naturaleza por el que la mirada de los asistentes se escapa hacia el exterior, recreándose en el paisaje con la cruz como un elemento más.
Un plano de vidrio enmarca al celebrante a modo de transparente retablo de la naturaleza por el que la mirada de los asistentes se escapa hacia el exterior, recreándose en el paisaje con la cruz como un elemento más.
Capilla Universidad Otaniemi (H.y K. Siren. 1954-57) y Capilla del Agua. Hokkaido (T. Ando. 1985-88) |
En ocasiones y muy sutilmente la cruz se integra en las soluciones constructivas o estructurales.
Sancho y Madrilejos en la Capilla de Valleacerón (2001, Almadén. Ciudad Real) utilizan el despiece del muro resaltando simplemente uno de los cruces de sus juntas para señalar la presencia de la cruz.
Por su parte Foster + Partners en la realizada para El Vaticano con motivo de la 16ª Bienal de Venecia (2018), tres cruces hacen el papel de soportes de una ligera cubierta y paramentos resueltos con una celosía.
Capilla de Valleacerón. Ciudad Real (Sancho y Madrilejos. 2001) y Capilla 16ª Bienal de Venecia (Foster + Partners. 2018) |
En la Capilla del
Convento de Tlalpán (1953-60, Ciudad de México) Luis Barragán la dispone exenta en el interior, lo que no le impide sugerir la formación de un volumen de luz y color que completa el espacio interior.
El equipo C cúbica arqtos. construyen el plano del presbiterio en la Capilla del Jaguar (2016. Tuxtla Rodríguez. México) totalmente acristalado con una sencilla carpintería definida por la geometría de la cruz, como si fuese el negativo de la potente solución de la Capilla de la Luz.
El equipo C cúbica arqtos. construyen el plano del presbiterio en la Capilla del Jaguar (2016. Tuxtla Rodríguez. México) totalmente acristalado con una sencilla carpintería definida por la geometría de la cruz, como si fuese el negativo de la potente solución de la Capilla de la Luz.
Convento de Tlalpán, Ciudad de México (L. Barragán. 1953-69) y Capilla del Jaguar. Tuxtla Rodríguez (C cúbica. 2016) |
Seguramente esta
adscripción sea excesivamente esquemática y la cruz, cualquier cruz, pensada
inteligentemente como parte del proyecto sea un poco de todo, de luz y de
sombra, de construcción y de paisaje, contribuyendo a crear un espacio, no para la
religión y el dogma, sino un lugar para el espíritu, para la contemplación de
uno y lo demás.
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Ante estas imágenes de coherencia entre símbolo y arquitectura resulta evidente el negativo juicio sobre la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, levantada con el esfuerzo y vida de muchos prisioneros republicanos con un resultado prepotente en lo social, agresivo en lo paisajístico y torpe en lo arquitectónico. Juicio que conlleva el deseo de devolver a su estado anterior el Risco de la Nava de la Sierra de Guadarrama.
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Ante estas imágenes de coherencia entre símbolo y arquitectura resulta evidente el negativo juicio sobre la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, levantada con el esfuerzo y vida de muchos prisioneros republicanos con un resultado prepotente en lo social, agresivo en lo paisajístico y torpe en lo arquitectónico. Juicio que conlleva el deseo de devolver a su estado anterior el Risco de la Nava de la Sierra de Guadarrama.
Y luego está también la cruz planteada por Tuñón y Mansilla en Teruel... https://divisare-res.cloudinary.com/images/c_limit,f_auto,h_2000,q_auto,w_3000/v1/project_images/5078787/053.-01.-Teruel--Maqueta/mansilla-tunon-arquitectos-cruz-en-teruel.jpg
ResponderEliminarHola Álvaro, gracias por tu comentario. Pero creo recordar que la "cruz" de Emilio Tuñón y Luis Moreno Mansilla en Teruel era su interesante propuesta de un edifico que albergaba un centro comercial, una estación y algún uso más. Y en laciudadvisitada se hablaba de la cruz como arquitectura y símbolo religioso.
ResponderEliminarEfectivamente, disculpa por el salto de escala y concepto. El artículo es muy interesante, como siempre.
EliminarÁlvaro, no hay nada que disculpar y menos cuando la referencia que empleas tiene tanta potencia arquitectónica. Podría ser un tema interesante el de las figuras que ordenan el territorio o la ciudad, como es el proyecto de Tuñón y Mansilla. Muchas gracias por escribir.
ResponderEliminarLa cruz como signo antropomórfico de alguien que te espera con los brazos abiertos es siempre hermoso y reconfortante que la arquitectura ha sabido utilizar como muy bien expones. Lastima que dicho símbolo se halla utilizado espureamente con otros fines, como en el Valle de los caídos. Estoy totalmente de acuerdo en que estando ya el monumento suficientemente documentado para no perder la memoria de los errores que hemos cometido, sería muy deseable e higienico rehabilitar dicha valle devolviéndolo a su estado original de naturaleza, efectivamente, mucho más hermosa.
ResponderEliminarGracias Pablo por tu comentario y comparto el acertado calificativo de "higiénico".
ResponderEliminarHola José Miguel: tengo con las cruces un rechazo porque están muy asociadas a la crucifixión que hemos vivido los que fuimos en infancia y adolescencia creyentes. Pero es bien cierto que tú artículo abre un significado dual con una carga simbólica asociada por supuesto la arquitectura haz las leticias de el lector y viajero porque en tus artículos siempre se proyecta esta combinación que para mí es muy hermosa cómo partir de la experiencia vital punto y efectivamente ese cierre con la educación del mamotreto o el dinosaurio algo más lo elefantiásico de esa cruz en el Valle de los Caídos que descubrí con 15 años cuando estaba todavía protegida por las monjitas pues sería fabuloso que desapareciera Pues sólo es un símbolo cargado de dolor q ensucia el.paisaje
ResponderEliminarMe disculpo por las errataaas
ResponderEliminarMuchas gracias Pilar por esa bonita asociación entre lector y viajero por el mundo de la arquitectura. Y por lo de las erratas que no te disculpes, cada vez estoy más convencido de que los teclados de los ordenadores o de los móviles tienen vida propia.
ResponderEliminarJose Miguel, muy interesante tu reflexión sobre la cruz.
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