Hubo una época en que la calle era el espacio habitual de los juegos de los niños.
Niños jugando Zennor Road. Londres (Foto: P. Kaye. 1960) y Rainham. Kent (Fuente: Rainham Memory) |
En nuestra sociedad hoy esto parece casi imposible.
A ello han contribuido lógicamente las sucesivas
transformaciones, en muchos casos positivas, en los hábitos sociales y de la
propia ciudad.
La especialización del espacio según edades y usos y el
aumento de tráfico rodado y peatonal por nuestras calles han contribuido a este
cambio de “paisaje”. Ahora en nuestras
ciudades se juega en los parques infantiles, en los patios de los colegios, en
las pistas y campos construidos
para ello o en los polideportivos
cubiertos, y las calles si no están
peatonalizadas son dominio del vehículo.
El uso de la calle para el juego en la actualidad ya sólo se
da en los pueblos y en países con precarias economías o con situaciones más
dramáticas.
Partido de baloncesto. Barrio de Manila |
Juagando a la rayuela. Homs. Siria (fuente: el confidencial) |
Los cambios tecnológicos han propiciado que en nuestra sociedad
se juegue de forma diferente. Por ejemplo, los niños, y no sólo niños, “juegan”
mucho en casa con el móvil, la tablet o el ordenador a la par que practican deporte
a través de regladas actividades extraescolares.
Así que tantos lugares y paredes que fueron tan apreciados para
jugar perdieron esa actividad o han desaparecido. De otros queda una difuminada
huella tal como muestra el fotógrafo M. Kirkham en su trabajo Urban Goals.
Urban Goals. Toxte. Liverpool ( Foto: M. Kirkham) |
Por ello me llama la atención encontrarme con unos críos que han tomado momentáneamente una plaza, “desmonumentalizándola”, y utilizando como simbólica portería la reja de la portada de la iglesia.
Plaza del Mercado. Logroño (Foto: J. M. León) |
Afortunadamente desde hace unos años se está reivindicando desde diferentes lugares, y de formas muy diversas, la recuperación de la calle como espacio de juego.
En unos casos con campañas que ponen en práctica asociaciones de vecinos y colectivos educativos con el acuerdo del ayuntamiento que cierra provisionalmente al tráfico alguna calle dejando sin efecto la aplicación de la “ordenanza cívica” correspondiente.
Jugando en la calle . Waterville. Maine (Fuente: nescbwi) y (Fuente: genteyold) |
En otros a través de la intervención de artistas urbanos como Florian Riviére o Benedetto Bufalino que, con una carga de ironía surrealista, llaman nuestra atención al utilizar elementos cotidianos fuera de su contexto y función. Con un reducido presupuesto y una gran creatividad llaman “al juego” en la ciudad como un nuevo placer.
No pay, play. Estrasburgo (F. Rivière. 2011. Foto: J. Roth) |
Tras basquet 1. Estrasburgo (F. Riviére. 2011) |
Le terrain de fot. Pau (B. Bufalino. 2017) |
En cualquier caso, imágenes todas ellas que traslucen el deseo de hacer realidad nuevamente aquella expresión de “¡Hala, a jugar a la calle!”, desaparecida hace tiempo del lenguaje familiar.
Te acuerdas de aquél poster en Fuenmayor de unos niños jugando a las canicas en París?... En Cádiz se juega mucho en calles y plazas, en Logroño vamos volviendo poco a poco. Me acuerdo del "barrio" en los 80 del siglo pasado.
ResponderEliminarMaite
Disfruta de Cádiz y sus calles. Gracias Mayte S.
ResponderEliminar...En los pueblos guipuzcoanos de mi infancia teníamos dos espacios exteriores para jugar, uno era la calle y el otro era el monte...En el resto de pueblos de la península también ocurre, solo que en la mayoría de casos al monte le llamarán campo...en cualquier caso, como muy bien dices Jose Miguel y decían nuestras madres "A jugar a la calle..."
ResponderEliminarGracias larkant por tu comentario. Parece que los nuevos aires urbanísticos vuelven a mirar al uso y disfrute de la calle para todos y por todos. Difícil tarea, pero ¿quién dijo que iba a ser fácil?
EliminarGracias Josemi por esta nueva joya. Ya casi ni en los pueblos los niños ocupan la calle para jugar. Se arremolinan en el banco de la plaza al lado del bar Sol porque hay wifi gratis y allí están cabizbajos.
ResponderEliminarEn Alcanadre no hay aceras y por ello una madre de una familia que veraneá en el pueblo, desde el parque donde juegan los niños le grita a su hija, "¡Agustina! Si viene un coche a la pared, que en este pueblo no hay aceras". El miedo a la calle ocupada por los vehículos.
Salud
Emilio
Gracias "Unknown" Emilio por tu compañía. Tu comentario sí que es una joya, y coincidir en que detrás de estos comentarios no hay simplemente nostalgia, hay sobre todo reivindicación del espacio públic.
EliminarComo no recordar las tardes de verano jugando en Duquesa de la Victoria al "marro parao" o a "tres navíos en el mar" o volando aviones de papel o a escondernos subidos a los plátanos del chalet de los Palomo. Estas veladas de disfrutar jugando se terminaban cuando alguna madre se asomaba por una ventana y gritaba : ¡¡Fulanito a cenar!! y entonces todos nos dábamos cuenta del agujero en el estómago y corríamos, con la boca ya salivando rezando para que hubiese tortilla de patatas con cebolla. Actualmente hay una gan diferencia entre un pueblo, como todavía lo era Logroño en los años 60 del siglo pasado, y las ciudades. Y la gran diferencia es la deshumanización que en estas se da, por el miedo a estar en la calle. Y esto es así por que el espacio público ha dejado de ser lo que era, sobre todo por la ocupación por el tráfico mayoritariamente por el vehículo privado. Todo lo que avancemos en recuperar el espacio público para las personas, lo haremos en hacer la ciudad más humana y así dar una oportunidad a nuestros niños a que puedan recuperar la humanidad que sólo se consigue relacionándose con otros niños y pudiendo jugar en la calle con la mayor libertad posible, en un marco de educación y aquello de la urbanidad. En este sentido recomiendo la lectura del librito "Por qué la infancia" de Francesco Tonicci
ResponderEliminarCuanta razón Julio y qué gran libro el de Tonucci... el año pasado realizamos una tertulia sobre el mismo en el Caballero de la Rosa.
EliminarY respecto al artículo en general, Josemi: una delicia como nos haces ver otras ciudades posibles.
Gracias Julio por tu colaboración con tus palabras y gracias por la recomendación del libro de F. Tonicci.
ResponderEliminarLa nostalgia nos invade a los que conocimos los espacios abiertos para jugar en nuestra infancia en el medio rural. Las ciudades cada vez más deshumanizadas,hacen difícil el juego en las calles, pero siempre hay excepciones, como nos has mostrado a lo largo y ancho del mundo, querido arquitecto; espacios callejeros compartidos q han hecho de nuestea infancia un pequeño paraíso .
ResponderEliminarQuiero también abrir una nueva luz esperanzadora porque en la ciudad de Logroño, donde se realizan obras descomunales e innecesarias : la estacion de Renfe y la estacion de Autobuses, unidas por cúpula ajardinada de difícil acceso y disfrute para los ciudadanos, y de dudoso uso para los jóvenes, surgen barrios como Piqueras en donde proliferan zonas de juegos infantiles y tambien para,adolescentes, bien dotadas que les permite recuperar las plazas abiertas para el juego y el compañerismo.
Gracias Pilar, no era mi intención convocar a la nostalgia de tiempos pasados sino mostrar y celebrar los aires reivindicativos, aunque parezcan minoritarios, que se dan en la sociedad.
ResponderEliminarComo bien dices, en los pueblos, mientras avanza la creación de zonas peatonales, hay por lo menos unos espacios por los que , la población menor, dijo "no pasarán" y lo mantienen a raya aunque a veces nos hacemos los atrevidos y pasamos, pero eso si, muy atentos a lo que pueda estar pintado en el suelo u observando por dónde está el balón de turno. Me refiero a las plazas. La chiquillería le da otro aire de alegria al pueblo,.. hasta que empieza a llover ( ya lo siento pero yo soy el que siempre llega tarde, mal y a la carrera ).
ResponderEliminarGracias Covier, me atrevería a decir que en los pueblos , y en algunos barrios en las ciudades, se practica lo que llamaría "urbanismo de proximidad" que tiene más que ver con la convivencia (urbanidad) que con la regulación normativa (urbanismo). No sé si leíste la entrada " Urbanismo y urbanidad" publicado el 11.01.2018.
ResponderEliminar¡Qué tiempos aquellos¡ mi territorio era la calle y travesía San Juan. María Subiré, Toco Marro y Salgo, Canicas, Calderón pero, a raíz de la proyección de "Ben-Hur", las cuádrigas fue nuestro juego preferido: dos se ponían delante, otro detrás que les cogía el extremo de la prenda superior. La comitiva era anunciada por el primer conjunto. "paso a Ber-Hur, príncipe de los judíos.
ResponderEliminarGracias Josemi por este recuerdo.
Jose