lunes, 23 de noviembre de 2020

Arquitectura sin arquitectos.

 

La editorial Pepitas de Calabaza acaba de reeditar Arquitectura sin arquitectos. Breve introducción a la arquitectura sin genealogía obra del escritor y arquitecto Bernard Rudofsky (1905-1988).

La nueva publicación se presenta además con una gran mejora en la calidad de las  reproducciones fotográfica respecto a la edición anterior, haciéndola más atractiva todavía.

Guardo un ejemplar de la publicada por la Editorial Universitaria de Buenos Aires en 1973, comprado en aquella década, bastante usado porque su consulta me sigue proporcionando placer visual y aprendizaje del buen hacer de lo que tradicionalmente hemos llamado Arquitectura anónima, popular, vernácula, etc.

Este libro debe enmarcarse en un doble contexto. Por un lado, en el de la obra escrita por un arquitecto con una heterodoxa mirada sobre la arquitectura y la ciudad y cuyo planteamiento queda perfectamente definido en la frase publicada en 1938, "What is needed is not a new way of building, but a new way of living" (“Lo que hace falta no es una nueva forma de construir, sino una nueva forma de vivir”) y  que posteriormente desarrolló en diversas exposiciones y publicaciones.

Streets for People (ed. Doubleday & Company.1969) y Now i lay me down to eat (ed. Anchor Books. 1980)

El otro contexto es el de la propia editorial logroñesa Pepitas de Calabaza, con una colección sobre  arquitectura y urbanismo que cuenta con abundantes títulos, de los que no puedo por menos que destacar las magníficas reediciones de La ciudad en la Historia (L. Mumford) y El modo atemporal de construir (Ch. Alexander).


Con una didáctica introducción a modo de declaración de principios, B. Rudofsky en Arquitectura sin arquitectos nos traslada desde el territorio transformado por el hombre, visto desde el cielo, hasta el detalle del simbolismo figurativo de un poste de madera tallado en una casa dogón en Malí, con el que parece podrías dialogar.

En el camino, numerosos epígrafes nos introducen en temas tan sugerentes como la elección del lugar para asentarse y la adecuación del terreno para su cultivo,

Mojácar (Almería. Andalucía. España) y montaña terraplenada en China.

la arquitectura por sustracción, enterrada o excavada en las paredes de las montañas,

Aldea subterránea cerca de Loyang (China) y fachada de iglesia excavada en Göreme (Anatolia. Turquía)

la forma de la ciudad estructurada y de los asentamientos indígenas,

Marrakesh (Marruecos) y aldea de Logone-Birni (Camerún)

el carácter de las calles, protegidas de las inclemencias del tiempo por soportales o celosías,

Soportales de  Garrovillas de Alconétar (Cáceres. Extremadura. España) y localidad sin identificar (Äfrica)

las casas y los espacios de almacenaje, con sus múltiples variantes constructivas,

Apanomeria (Oia. Grecia) y Hórreos en Combarro (Pontevedra. Galicia. España)

o el control de la luz y la representación mítica de la figura humana entre otros muchos.

Techo de casa de baños en Iznik (Bursa. Turquía) y poste con forma de  mujer en una casa  en territorio dogón (Malí)


Y en todos ellos se respira la intensidad de lo normal, de aquello que a partir de la realidad, el sentido común y la imaginación de cómo aprovecharla, permitió a tantas generaciones modelar el paisaje, dibujar sus ciudades y pueblos y construir sus casas, fruto de una actividad transformadora que modifica el territorio y en la que se reconoce un gran esfuerzo colectivo.

Pero no sólo eso, también se puede percibir algo menos evidente, el pálpito de algo más inmaterial, más mágico, característico del "orden" de las sociedades primitivas. 

En resumen, con esta publicación la editorial Pepitas de Calabaza nos invita a un viaje de imágenes, sensaciones y reflexiones por diversos lugares, que yo os animo realizar.

(Nota. Todas las imágenes pertenecen al libro Arquitectura sin arquitectos)


Para más información:

http://www.pepitas.net/libro/arquitectura-sin-arquitectos

6 comentarios:

  1. Parece un libro muy interesante. "Una nueva forma de vivir"... El hombre, lo humano es anterior al arquitecto, y la arquitectura no debiera olvidarlo nunca. Como dice un tío mío "albañiles del mundo". Bién por pepitas de calabaza.

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  2. Gracias madrugadora Mayte S. ¡Qué cosas dice tu tío!

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  3. El título del post da cuenta de algo tan extraordinario como el hecho de una "arquitectura sin arquitectos", o más bien, tal vez, de una arquitectura de arquitectos sin "título", porque hasta el momento en que el capitalismo lo mercantilizó todo, y aún actualmente en los intersticios de muchas y vastas regiones de ese capitalismo, una gran parte de las edificaciones la realizan los que también han creado la lengua, los valores, las riquezas y la historia, que son los hombres y mujeres anónimos de los pueblos y, al contrario de lo que se cree, no eran muy deficientes, porque muchas han llegado hasta nuestros días, construidas, sin embargo, hace cientos y hasta miles de años.
    Es asombroso que la editorial riojana Pepitas de Calabaza haya apostado por la reedición de un libro que es casi un anticuario. Es una editorial seria, responsable, atrevida y comprometida, y que conste que no conozco a sus editores. De la misma el autor de este comentario tiene cinco libros: Crédito a muerte, El absurdo mercado de los hombres sin cualidades, El fetichismo de la mercancía, Las aventuras de la mercancía y La sociedad autófaga. Pocos en estos tiempos de caos, desorientación y bifurcación histórica del agotado sistema capitalista, han tenido el valor y coraje de apostar por publicar literatura al respecto.
    No dudo tampoco que, llegado el momento, apueste por alguna edición de los post,o un conjunto de ellos, de los publicados en La ciudad visitada, un blog que, no solo ha llegado ya a una mayoría de edad, sino que por su rigor y amenidad, profundidad y belleza merece tambien quedar para la posteridad.
    Un saludo

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  4. Gracias Narciso, coincido en casi todo con tu comentario. Dos salvedades, la primera, a pesar del título y como trato de decir en el penúltimo párrafo, entre aquellas gentes anónimas había albañiles y maestros de obras, fruto de una especialización de las tareas del tipo que fuesen desde los comienzos de las sociedades urbanas y que con el trabajo colectivo transformaron la tierra en sus múltiples facetas. La segunda, estoy convencido que Pepitas de Calabaza tiene por delante tareas y placeres más atractivos que publicar lo escrito en "La ciudad visitada". Gracias nuevamente por tu compañía.

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  5. Pues como siempre he disfrutado con la presentación del libro, las opiniones de los lectores e , igualmente, felicitó a esta editorial riojana.con su título tan polisémico y sugerente " Pepitas de Calabaza: por apostar por tan interesante y variada temática.

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  6. Gracias Pilar, trasladaré a los responsables de laeditorial tu felicitación.

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