El título de esta entrada está tomado casi literalmente del
interesante artículo “Jardines bien encerrados” escrito por el arquitecto Xavier Monteys (El País. edición
Cataluña. 25.01.2021), en el que se refiere a que ”… derribar
indiscriminadamente los muros de jardines y parques de Barcelona, aunque se
haga con la mejor intención, puede suponer la desaparición de estos lugares
preservados … “, y que ilustra con la imagen Mapa del Jardín del Edén (1675) de
Athanasius Kircher.
Map of the Garden of Eden (A. Kircher. 1675) |
En unos tiempos en los que nos definimos como una sociedad (aparentemente) abierta e intercomunicada, a alguien puede resultar extraño oir hablar de nuevos jardines encerrados. Parece como si esa denominación, que nos habla de una formalización propia, perteneciese a un pasado que hoy se pone en cuestión y cuya cualidad urbana reivindica el citado arquitecto.
Una apreciación que comparto y que se basa tanto en lo construido fruto del abandono y la acción del tiempo (los restos del estanque del Templo de Dendera convertidos en un recinto recortado en la arena) como en el resultado de operaciones planificadas que nos han dado tantas plazas y parques públicos y privados.
Restos del Lago sagrado. Templo de Hathor. Dendera (s. IV aC. Fuente: megaconstrucciones.net) |
Place des Vosges. París (¿L. Métezeau o B. du Cerceau? 1612. Foto: Mbtz. Wikipedia) |
En estas últimas décadas el tema del “jardín encerrado” ha sido revisitado por el estudio de arquitectura Office Kersten Geers & David Van Severen, con dos singulares proyectos que retoman bajo ópticas bien diferentes la idea de los límites del espacio ajardinado.
Border Garden (Jardín
Frontera) daba nombre a la propuesta presentada en el 7º Concurso Internacional
Arquine (2005) con el objetivo de diseñar
un paso fronterizo entre Méjico y Estados Unidos, en Anapra (Ciudad Juárez).
La solución, que obtuvo el primer
premio, configuraba un recinto que interrumpía el muro fronterizo, ajardinado con
una retícula de palmeras cuya sombra cobijaría a los inmigrantes mientras
cumplimentaban los trámites exigidos. El lugar se constituía así no tanto como
un paraíso, sino como el espacio previo al “paraíso” soñado.
Border Garden. Concurso Arquine. Puesto fronterizo en Anapra. Méjico (Office Kersten Geers & David Van Severen. 2005) |
En 2012 el mismo equipo es invitado a participar en la 11 Bienal de Sharjah (Emiratos
Árabes Unidos), y bajo el nombre de OASES
construye tres lugares ajardinados delimitados por una ligera malla tensada, con
los que rellena unos vacíos creados por el derribo de algunas edificaciones,
contribuyendo con su presencia a completar la trama de la ciudad, dulcificando
el espacio urbano con la presencia de la vegetación.
Según los autores se trataba de “agregar un volumen sutilmente construido
para crear un espacio público”. Los nuevos volúmenes se hacen presentes a
través de los límites que dibujan su forma, pero también mediante la
transparencia de los mismos.
Unos tenues cerramientos, casi inmateriales, incapaces de contener
la exuberante vegetación que se asoma por encima ellos.
OASES. 11 Bienal de Sharjah. Emiratos Árabes Unidos (Office Kersten Geers & David Van Severen. Fotos: Bas Princen. 2012) |
Una solución que juega con la contradictoria ambigüedad entre exterior e interior, permitiendo disfrutar de una experiencia sensorial más allá de su definición urbana.
No sé porqué yo asocio jardín o parque con algo recoleto (es subjetivo). En cualquier caso son los arquitectos y paisajistas los que debeis exprimiros la sesera para encontrar cerramientos más o menos "s utiles"y penetrables. SUERTE en el intento.
ResponderEliminargraccias Mayte S. por tu puntual y habitual comentario.
EliminarMuchas gracias J Miguel
ResponderEliminarEsa capacidad de relacionar y sintetizar, hacen que tus artículos resulten tan didácticos como atractivos
como atractivos
Hola jasape, tus palabras ayudan a seguir intentándolo.
EliminarGracias, José Miguel. Nos tienes de lujo y vicio: de la piscina al jardín.
ResponderEliminarUn abrazo
já, já. Por eso metí en el medio los edificios panópticos. Para recordar que no todo es alegría.
EliminarEl proyecto de la frontera, no lo conocía, me pareció un sueño utópico. La vida debería construirse con esos sueños.
ResponderEliminarGracias Terita. da la coincidencia que va a hacer 2 años, el 23 de septiembre, escribí ina entrada que se titulaba "Muros indignos" en el que hablaba sobre la frontera entre Méjico y EE. UU.
EliminarHe tenido siempre la sensación de que "El jardín encerrado" es el acto de redención del ser urbano por el error cometido de no haber sido capaz de vivir libremente encerrado en el jardín que es la misma naturaleza. Es como guardar en un estuche la pequeña piedra preciosa, muestra de la joya de ese paraíso perdido que es la tan añorada naturaleza. Sería curiosa una inversión en la que fueramos capaces de vivir libres en la naturaleza y encerraramos en ese precioso estuche las arquitecturas apreciadas. De alguna manera es lo que hacen las sociedades indígenas. Pero me temo que el desarrollo va por otro lado.
ResponderEliminarGracias Pablo, "La ciudad visitada" no es lo mismo sin tus magníficos comentarios.
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