lunes, 20 de septiembre de 2021

Gráfica arquitectónica


De siempre la arquitectura, sus muros, han sido un soporte natural para el mensaje de quienes los construyeron y quisieron transmitirnos su autoría, económica, intelectual y material, o la razón de ser de lo edificado, su función o significado.

El deseo de permanencia ha sido constante a lo largo de la historia, utilizando el nombre del edificio como seña de identidad del mismo. Y así arquitectos y diseñadores prolongaron su tarea con la presencia de rótulos utilizados como un elemento más de expresión formal.

Edificio Praha Pojistovna. Praga (1908. Foto: J. M. León) y Escuela Bauhaus. Dessau (W. Gropius. 1926. Fuete: axis)

El cambio de paradigma producido después de la 1ª Guerra Mundial con el advenimiento de  las vanguardias artísticas y una clara preocupación por la comunicación social, publicitaria o ideológica, produjo singulares ejemplos que acompañaron a las nuevas arquitecturas de comienzos del siglo XX a través de concursos y exposiciones.

Concurso periódico Pravda. Leningrado (A. y L. Vesnin. 1924) y Pabellón Expo Suomen Messut. Turku (A. Aalto. 1929)
 
Torre de anuncios Expo Estocolmo (S. Lewerwntz. 1930) y Mostra della Revoluzione Fascista. Roma (D. Alfieri. 1932)

Una diferente concepción de los lugares de ocio y el desarrollo de nuevos medios de comunicación social como el cine, constituyeron un magnífico campo de expresión arquitectónica integrando rótulos, colores y la iluminación artificial que los convertía en auténticos faros de las noches urbanas.

Café De Unie. Roterdam (J. J. P. Oud. 1925) y Cine Handelsblad. Amsterdam (J. Duiker. 1934)


Singular es el caso del diseñador y artista Fortunato Depero (1892-1960) que acuñó en los años 30, la expresión Architettura pubblicitaria para designar sus propuestas de pabellones construidos literalmente, y nunca mejor dicho, con tipografías que aludían al carácter de su contenido, siendo sus diseños a la vez edificio y rótulo.

Pabellón del Libro. Bienal Artes Decorativas. Monza (F. Depero. 1927) y Stand Campari (F. Depero. 1933)

Cuarenta años después los arquitectos R. Venturi y D. Scott Brown plasman su idea de “aprender de lo cotidiano y de lo extraordinario” en una serie de proyectos en los que, con un lenguaje arquitectónico que se identifica con la estética “pop”, el  nombre de lo proyectado cobra especial importancia.

Showroom BASCO. Filadelfia (R. Venturi y D. Scott-Brawn. 1976)

Los centros comerciales norteamericanos con sus planas fachadas constituirán el  nuevo campo de experimentación en el que formalización arquitectónica y tipografía se crucen. 

Almacén BEST. Richmond (SITE. 1978) y Centro Comercial Santa Monica Place (F. Gehry. 1979-81)

Rafael Moneo, que ya había expresado su reconocimiento del valor de la tipografía en edificios como la reforma de los almacenes Gallego en Tudela y Calatayud (1968), el Museo de Arte Romano en Mérida (1980-86) o las oficinas de la Previsión Española en Sevilla (1982-88), realiza en el frontal del Banco de España en Jaén (1983-88) un elegante ejercicio gráfico acompañando la sobriedad de aquel.

Banco de España. Jaén (R. Moneo. 1983-88)

En los 90 nuevos aires llegan de la mano del estudio holandés Neutelings & Riedjik. La gráfica supera sus límites tradicionales; el rótulo del edificio Minnaert de  la Univesidad de Utrech pasa de ser una referencia semántica a presentarse también como “soporte”de la edificación, mientras en la imprenta Drukkerij Veenman, la colaboración de los citados arquitectos con el artista Karel Martens fructificó en la trama que recorre sus muros reproduciendo un poema del escritor K. Schippers.

Edificio Minnaert. Universidad Utrech (Neutelings& Riedjik. 1997) e Imprenta D. Veeman. Ede (N&R y K. Martens. 1997)

                                                                                                             
La idea de la tipografía como un texto contínuo de ligeros trazos es aplicada por Herzog y de Meuron en la ondulante fachada de vidrio impreso de la Biblioteca de Cottbus (Alemania) mientras el estudio Tétrarc Architects crea una celosía de chapa metálica recortada que tamiza los huecos de la Mediateca de Fougères (Francia), haciendo de la caligrafía su seña de identidad.

Biblioteca. Cottibus (Herzog & De Meuron. 2004) y Mediateca. Fougeres (Tétrarc Architects. 2008)

 

Una actitud proyectual e icónica basada en la alteración del carácter del rótulo que tuvo un especial momento cuando para colocar el destinado al Museo de Bellas Artes de Castellón, obra de E. Tuñón y L. Moreno Mansilla, los camiones que trasladaron por carretera las letras de hormigón prefabricado componían poéticamente la palabra  Museo.


Museo de  Bellas Artes. Castellón (Mansilla+Tuñón. 1996-2000. Foto: L. Asín)


En camino (Foto: L. Asín. 1999)

8 comentarios:

  1. Sin comentarios a los no comentarios.

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    1. Críptico comentario que seguro que tiene su razón de ser. Gracia Unknown por tu compañía

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  2. No comento porque aunque me gusta no puedo añadir nada.

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  3. Esfuérzate, que seguro que puedes. Muchas gracias Maite S.

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  4. QUE PASA QUERIDO AMIGO? , YO NO HABLO INGLES

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    1. Por si acaso, lo intento. Me encanta ver como los,arquitectosjuegan con las grafias y sus significados logrando bellos maridajes y fusiones

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  5. Publicidad, marketing, la sociedad de consumo aprovecha cualquier medio para extender sus tentáculos. Menos mal que la arquitectura, haciendo de necesidad virtud, la incorpora de forma artística creando una nueva y sujerente estética. Lo que no mata engorda.

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