La arquitectura moderna brasileña incorporó en la segunda
mitad del siglo XX, a través de
arquitectos como Lucio Costa, Oscar Niemeyer, Alberto E. Reidy y el paisajista Roberto
Burle Marx, grandes murales en sus obras siguiendo la rica tradición
cerámica luso-brasileña que se identifica por su lenguaje figurativo y el casi exclusivo
uso de los colores azul y blanco.
Patio del Convento de
San Francisco. Salvador de Bahía (S. XVIII. Foto:
A. Marinho) |
Una tradición cuya forma de expresión supieron actualizar artistas como Cándido Portinari (1903-62) colaborando con Oscar Niemeyer (1907-2012) en la creación de unas obras en las que arquitectura y arte se funden fluidamente. La Iglesia de San Francisco de Asís (Pampulha. 1944) o el Ministerio de Educación y Salud Pública (Brasilia. 1945) son magníficos ejemplos de ello.
Ministerio de
Educación y Salud Pública. Brasilia. (O. Niemeyer arqto. 1945. Fuente
correio24horas) |
Pero sin duda fue el ceramista Athos Bulcão (1918-2008) quien desarrolló en esas décadas una numerosa obra artística caracterizada por el geométrico diseño de sus azulejos y la disposición de los mismos formando espléndidos murales.
Bulcão se adscribe a la modernidad
haciendo de la abstracción geométrica su referente. El mural ya no tiene como
objetivo prioritario la narración literal o simbólica. La nueva obra ya no es
un simple revestimiento decorativo, sus diseños contribuyen a “construir” el
muro.
Iglesia de Ntra. Sra. de Fátima. Brasilia (O. Niemeyer arqto. 1957) |
Y lo hace reconociendo el valor de la cuadrícula dentro de la cual sus azulejos, generalmente dos modelos diferentes o variantes del mismo tema, se colocan disciplinadamente formando un denso ajedrezado.
Hospital de Lagoa. Río de Janeiro (O.
Niemeyer arqto. 1955. Fuente: circarq) y Brasilia Palace Hotel (O. Niemeyer arqto. 1958) |
Posteriormente abandona este planteamiento introduciendo en el diseño de las piezas más superficie en blanco y haciéndolas rotar, en muchos casos de forma aleatoria al dejar el artista que los operarios las colocasen libremente a partir de una escueta explicación.
La retícula así casi desaparece y los azulejos cobran vida propia.
Salón Verde Câmara de Diputados. Brasilia (O. Niemeter arqto. 1971. Foto: E. Cesar) |
Salón de actos Edificio Fiocruz. Univ Brasilia (CEPLAN y CoGa Arquitetura. 2007) |
Las paredes sobre las que Bulcão trabaja habitualmente son planos rectos, pero no elude la dificultad que le plantean las superficies curvas, que se convierten en brillantes mamparas en las que el movimiento de los dibujos sugiere la desmaterialización del muro.
Jardin de Infancia Supercuadra 316 Sul. Brasilia (Foto: D. Bresani) |
Aeropuerto J. Kubitschek. Brasilia (1993. Foto E. César) |
La construcción de sus murales cubre un amplio espectro de situaciones, desde los muros de ministerios e iglesias a las fachadas de un rascacielos o la configuración de una parada de autobús. A todos ellas, independientemente de la escala, les confiere un expresivo carácter.
Edificio Niemeyer. Belo Horizonte (O. Niemeyer arqto. 1962. Fuente: arquitecturamashistoria) |
Parada de autobús y aseos públicos. Parque de la Ciudad. Brasilia (R. Burle Marx paisajista. 1985. foto: G. Campello) |
Una obra hecha a partir de un elemento básico, el módulo, que con sus pequeñas variantes y especialmente con el cambio de posición de las piezas da lugar a un rico mundo de dinámicas geometrías.
Unos diseños muy árabes, muy del sur de la península,enriquecidos por el color, la luz y la exhuberancia creativa carioca. Geniales. Qué bién me vendrían en la terraza.
ResponderEliminarExuberancia. Perdón.
ResponderEliminarLos tonos azules de las cerámicas, supongo sean parte de la herencia de sus antepasados portugueses.
ResponderEliminarPrecioso !!
Gracias Miguel Ángel. Efectivamente como se dice al comienzo del artículo la obra de Athos Bulcao y de sus maestros y otros ceramistas es heredera de la gran tradición portuguesa que podemos contemplar especialmente en Oporto y que se desarrolló en Brasil, con la gran virtud en su caso de su reinterpretación creando un imaginario nuevo.
EliminarPreciosas Cerámicas!!
ResponderEliminarGracias Unknown. La relación entre la cerámica mural y la arquitectura cobra una nueva vida con los diseños de Athos Bulcao.
EliminarNada que ver con la suntuosidad palaciega de nuestra tradición ceramista, y de lacerías árabes, que usaban elaborados métodos de composición geométrica artesanal. La austeridad cromática, el escueto uso de tan sólo 2-3 patrones básicos que se repiten, la expresión abstracta, dan continuidad y tensión superficial al paramento. Dotándoles de una gran belleza austera y serena, que a algunos nos apetecería repetir hoy. Muchas gracias JoseMi.
ResponderEliminarHola Carlos, gracias a tí por tu compañía. Cada vez me gusta más referirme a "lo causal y lo casual" como las dos caras de esa moneda que es la vida. A la par que Athos Bulcao sintetizaa intelectualmente tanta tradición y saber (causal), era capaz de dejar en manos de los operarios, después de haber hablado con ellos, el montaje aleatorio de sus obras (casual).
ResponderEliminarCausal y casual, que expresivos conceptos cuyos términos compuestos con las mismas letras en orden distinto resumen la espléndida estética de estos mosaicos de la arquitectura brasileña del pasado siglo. Quizás porque son los mismos principios con los que la naturaleza se expresa dando a la vida una mayor complejidad y tensión. Estupendo artículo Josemi.
ResponderEliminarGracias Pablo por tus palabras y argumentada compañía.
ResponderEliminarMe encantarìa poder tener alguna pared de estae trabajo artístico de cerámica tan sencilla como bellamente orquestada en diferentes y variados habitats constructivos en algun lugar de mi espacio vital. Disfrutaremos contemplándolos en tu variada muestra.
ResponderEliminarMuchas gracias Pilar, me temo que necesitarías un gran espacio. Nos tendremos que conformar con disfrutar de sus imágenes fotografiadas.
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