lunes, 1 de noviembre de 2021

La isla de los muertos de Arnold Böcklin


Como cada año, estas fechas nos acercan a la arquitectura funeraria, real o sugerida.

En esta ocasión el cuadro Die Toteninsel (“La isla de los muertos”) de Arnold Böcklin (1827-1901) sirve de soporte artístico para adentrarnos en el tema.

Entre 1880 y 1886 el pintor suizo realizó 5 versiones de la misma obra, de las que se conservan cuatro de ellas, ya que una fue destruida en un bombardeo sobre Róterdam durante la 2ª Guerra Mundial.

Todas ellas representan, con diferentes luces y pequeños cambios en su configuración arquitectónica, la llegada a una pequeña isla de una barca con un remero, posiblemente una referencia a Caronte, una enigmática figura blanca, seguramente el alma de un difunto, y un ataúd, su cuerpo.

Die Toteninsel. 1ª versión (“La isla de los muertos”. Arnold Böcklin. 1880)

 


La obra claramente simbolista, heredera del romanticismo de la época, en especial de la pintura de G. D. Friedrich, utiliza como fondo y aparente protagonista un rocoso islote con un grupo de esbeltos cipreses suavemente mecidos por el viento.

En sus paredes aparecen a diferentes alturas las entradas perfectamente enmarcadas de algunas cuevas, apoyadas sobre nítidos volúmenes prismáticos maclados con la roca. En la última de las versiones la entrada está definida por un muro de irregulares piedras rematado con dos grandes sillares sobre los que descansan dos esculturas de leones.


Die Toteninsel. 3ª y 5ª versiones (“La isla de los muertos”. Arnold Böcklin. 1883 y 1886)


La influencia de esta obra, cuyo título no fue asignado por su autor sino por el marchante de arte que le encargó la tercera versión en 1883, constituyó para muchos artistas del siglo XX una importante referencia que continúa en nuestros días.

En 1908 el dramaturgo August Strindberg (1849-1912) escribió el drama teatral Spöksonaten (“La sonata de espectros”) en el que evoca el cuadro, casi al mismo tiempo que el compositor Serguéi Rachmaninoff (1873-1943) compuso el hermoso poema sinfónico, Toteninsel (1909) inspirado en el mismo, y cuyos compases sugieren el suave movimiento del agua ante el discurrir de la barca y las notas del Dies Irae aluden a la muerte.

Carátulas de discos de 1954 y 2000 con la Sinfonía The Isle of Dead (S. Rachmaninoff. 1908)

Unos años más tarde el arquitecto Tony Garnier proyecta un Memorial en L´Ille du Souvenir en el Parc de La Tête d´Or en Lyon (1920 c.) con una clara referencia a la representación paisajística del islote, y artistas como Salvador Dalí (1904-1989) lo reinterpreta en los años 30 en su personal clave surrealista.  

Isla del Recuerdo. Parc de La Tête d´Or. Lyon (Tony Garnier. 1920 c. Foto: R. y P. van der Krogt) y “El verdadero cuadro de “La Isla de los Muertos” de Arnold Böcklin a la hora del Ángelus” (S. Dalí.1932)


Por otro lado, en la película Isle of the dead (Mark Robson. 1945) una escena reproduce el viaje a la isla, en este caso con los protagonistas del film (Boris Karloff yy Marc Cramer) en la barca, viaje al que también se refiere el poeta Paul Celan (1920-70) en su poema Inselhin (“Hacia la isla”. 1955).

Fotograma de la película Isle of the dead (Mark Robson. 1945)


En una escala mucho más doméstica, en 1986 en el “Concurso de ideas sobre la Isla del Rey” (Mahón. Menorca), los arquitectos Jesús López Araquistaín y José Miguel León presentamos una propuesta de “Memorial-Cementerio-Jardín” bajo el lema “Böcklin”, motivados por la sugerente atmósfera del cuadro y nuestra solitaria visita a la isla en barca, haciendo un guiño a la llegada a “La isla de los muertos”.

Propuesta para el “Concurso de ideas sobre la Isla del Rey”. Mahón. Menorca. (J. López Araquistaín y J. M. León. 1986)


En las últimas décadas numerosos ilustradores y artistas de todo tipo han hecho sus particulares reinterpretaciones incorporando la obra de Böcklin en novelas gráficas, escenografías teatrales o cortometrajes de realidad virtual, como si fuesen pequeños hitos en un camino.

"Isla del silencio” (Christopher Rädlund. 2010)


Escenografía para la ópera Elektra de R. Strauss. (Richard Peduzzi. 2016)


Presentación del cortometraje L´île des morts (Benjamín Nuel. 2018)


Y si fundamental es la presencia de la isla en el cuadro de Böcklin, tanto o más lo es la imagen de la pequeña embarcación y sus ocupantes que evoca el tránsito a la otra vida, haciendo patente la importacia del viaje en sí mismo -la vida- sobre el destino concreto, ineludible en este caso.


2 comentarios:

  1. Me parece muy interesante este artículo que aborda como un tema vinculado a la muerte, con su fuerte carga simbólica haya conseguido influir en tantos otros artistas desde diferentes registros: dramaturgia,música y arquitectura ,
    Viñetas graficad etc... creando obras relevantes. Mi aplauso por este brillante recorrido para recordar en este día tan apropiado para evocar a nuestros muertos , la pintura de La Isla de los muertos,convertida en arquetipo. Muy interesante tb el vínculo q con ella has tenido junto con tu colega Lopez Araquistain, para inspirar vuestra participación del Memorial..de Mahón.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Pilar, por tus palabras que acompañan a "La ciudad visitada"

      Eliminar