¿Cuántas veces oyendo esta expresión, la ciudad de las
letras, nos imaginábamos una ciudad donde los escritores se habían reunido para
contarnos cuanto en la historia había ocurrido y seguía sucediendo o sus
estantes guardaban el recuerdo de la ciudad y su futuro?
Y descubrimos que antes que nosotros, arquitectos, constructores e ilustradores habían soñado con esta ciudad de otra manera y habían dibujado sus edificios letra a letra.
En 1773 el constructor y arquitecto alemán Johann David Sreingruber (1702-1787), autor de iglesias, escuelas y fábricas de cerveza elaboró su Architektonisches Alphabet, dibujando todas las letras mayúsculas del alfabeto, de la A a la Z con alguna variante más, como si fuesen las plantas de distribución de unos geométricos palacios con sus fachadas correspondientes.
Las espléndidas
láminas que las ilustran van a su vez acompañadas por una página en la que se
describe la organización y funcionalidad de cada edificio representado.
Doble página del Architektonisches Alphabet (J. D. Steingruber. 1773) |
Llama la atención en el elaborado trabajo de J. D. Steingruber la precisión en el dibujo a base de pensadas distribuciones, tan próximas a las representadas en los Tratados de Arquitectura de la época.
Los tramos largos de
las letras albergan una sucesión de salas y gabinetes orientadas a la fachada
más abierta y servidas por generosos corredores.
Lógicamente la simetría, horizontal o vertical, marca poderosamente las distribuciones, disponiendo los accesos, escaleras y grandes salones en los puntos centrales, haciendo patente su importancia funcional y tipológica.
Ilustraciones de las letras B y M. Architektonisches Alphabet (J. D. Steingruber. 1773) |
En el caso de la “Q”,
el rabillo inferior se convierte en la amplia entrada al edificio y a su patio,
definido por la propia geometría de la letra. La incorporación de unas rotondas
resuelve el doble giro de la letra “S” que se conectan a través de un corredor
que atraviesa verticalmente su dibujo.
Ilustraciones de las letras Q y S. Architektonisches Alphabet (J. D. Steingruber. 1773) |
Alfabeto Pittorico (A. Basoli. 1839) |
Ilustraciones de las letras A y K. Alfabeto Pittorico (A. Basolo. 1839) |
Algo similar hicieron pocos años más tarde Bena Antonio de Pian (1784-1851) y Gianni Battista de Pian (1813-57), padre e hijo y reconocidos escenógrafos que presentan entre 1843 y 1844 sus Alphabetto Latino Schizzato.
Ilustraciones de las letras N y C. Alphabetto Latino Schizzato (B. A. de Pian y G. B. de Pian. 1843-44) |
Este ilusionista juego arquitectónico, de escribir con edificios o construir con letras, tiene sus continuadores en nuestros días de la mano de artistas que sin el “rigor” del primero ni el “exotismo” de los segundos siguen estableciendo una relación gráfica entre arquitectura y tipografía.
Seguramente es una
ingenuidad pensar que algún día el trazado de la ordenación urbanística de un
barrio saludase a los cielos con un HOLA o HASTA LUEGO dibujados con la forma
de sus bloques .
El resultado de tal “alegría” proyectual no
creo fuese peor que las desangeladas ordenaciones de tantos polígonos
residenciales de la periferia, y su
visión sería un amable descubrimiento que sólo los drones pondrían al alcance de
nuestra vista.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarTe imaginas una ciudad de edificios alfabetizados y móviles con los que escribir diferentes frases que cambiasen cada cierto tiempo? Se podrían elegir los autores democraticamente...
ResponderEliminarEn el s. XVIII el arqto. Thomas Gebbert diseñó para Luis XIV los planos de unos edificios que en planta formaban LOVIS LE GRAND, difícil de leer porque dibujó cada edifico con una letra que hizo simétrica cuando no lo era. ¡Servidumbres de un rígido clasicismo!
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