lunes, 4 de febrero de 2019

Nuevos paisajes industriales ________________________________________________________


El último tercio del siglo XX se caracterizó por una demoledora crisis en diferentes e importantes sectores productivos, entre ellos los vinculados a la minería.

Este imparable proceso dejó tras de sí un dramático paisaje de trabajadores en paro, pero también de edificios fabriles cerrados y de grandes conjuntos industriales abandonados.

Afortunadamente, el reconocimiento del valor cultural y social de este patrimonio y la inteligente voluntad de ciertas Administraciones propiciaron, bajo diferentes programas de actuación, su recuperación con nuevos usos y la creación de nuevos paisajes urbanos.

Entre ellos, y especialmente por su planteamiento territorial, merece destacar el trabajo que se está realizando desde hace años en la antigua cuenca minera del Rhur (Alemania).

En 1988 el Gobierno de Renania del Norte-Westfalia organizó la Internationale Buausstellung Emscher Park (Exposición Internacional de la Construcción del Parque Emscher), primer paso para el desarrollo de un ambicioso proyecto que enlaza diferentes asentamientos industriales a través de un parque lineal que va desde Duisburg a Bergkamen.
Plano de conjunto del Proyecto del nuevo Parque del Emscher con las diferentes instalaciones mineras.

La reconversión de las instalaciones de la antigua planta siderúrgica Thyssen Hochofenwerk Meiderich en Duisburg-Nord, según el proyecto Landschaftspark de los arquitectos Latz & Partner en 1990, supuso el comienzo de una gran operación, reconocida internacionalmente y celebrada localmente por lo novedoso y atractivo de su intervención.

La comunicación de la antigua planta industrial con la ciudad a través de un corredor verde y el aprovechamiento de canales y balsas existentes para el mantenimiento de la nueva vegetación han hecho de este conjunto un gran parque urbano que se extenderá siguiendo el trazado del río Rhur.

Duisburg Park. Las estructuras de las antiguas instalaciones son el referente del nuevo paisaje.

Duisburg Park. La vegetación se introduce entre los edificios, como si quisiese apoderarse de éstos.
Duisburg Park. La nueva Plaza Metálica ubicada entre los antiguos hornos. (Fuente: Latz+Partner))

Pocos años más tarde, en 1994, Norman Foster proyecta el Red Dot Design Museum en uno de los edificios de la planta de carbón Zeche Zollverein, situada en la periferia de Gelsenkirchen, al norte de Essen, a unos 30 km de distancia de la ciudad anterior. Y en 2000 el estudio OMA recibe el encargo de redactar el Plan General del conjunto minero.

En la materialización de su programa han intervenido diversos arquitectos, además del propio Rem Koolhaas y OMA  (H. Krabel, H. Böll Architekt, N. Foster, Sanaa, etc.), paisajistas (Karlsruhe Agence Ter, Planergruppe Oberhausen ) y artistas (U. Rückrien, A. Nierhoff, M. Nordman) que han puesto en valor el conjunto fabril y su entorno confiriéndole un carácter público, verde,cultural y lúdico.

Zollverein. El antiguo edificio Kohlenwäsched, actualmente Museo del Rhur. (Foto: T. Mayer)
Zollverein. La vegetación arropa a las edificaciones existentes. (Foto: C. DreyBe)
Zollverein. El antiguo estanque de la planta de lavado en invierno. (Fuente

Si importantes han sido los trabajos sobre los edificios existentes con nuevos usos, tanto o más lo fueron las tareas de descontaminación de suelos y cauces afectados y la incorporación de la vegetación entre las antiguas instalaciones, auténticas protagonistas del lugar, creando un nuevo y sorprendente paisaje, a caballo entre la ocupación del espacio por la vegetación y la recuperación de las construcciones industriales para uso público.



2 comentarios:

  1. He estado por allí recientemente y coincido en el gran interés de la iniciativa: convertir algo que, presumiblemente, es negativo como la herencia postindustrial en espacios de disfrute para los ciudadanos y turistas ha resultado un éxito.
    En ese entorno, recomiendo especialmente el gasometro de Oberhausen, reconvertido en planetario, mirador y espacio de exposiciones, por su espectacular espacio interior.
    También merece la pena, en Zollverein, echar una ojeada a la “cagadilla” que ha dejado allí SANAA, en forma de escuela de diseño. ¡Qué mal resiste una visión in situ¡

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  2. Gracias Vicente por tu comentario y que envidia por conocer in situ estas antiguas instalaciones mineras. Sí que parece que la Escuela de Diseño de SANAA no está a la altura ni de su interesante, obra en general, ni del "lugar" en el que interviene. Una vez más la arquitectura contemporánea se suma a la "deslocalización autista".

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