lunes, 4 de noviembre de 2019

El color en la ciudad: Ciudad de Méjico y Copenhague


No es habitual la presencia del color en nuestras ciudades, más allá de alguna llamativa fachada por su atrevido cromatismo o de un conjunto fruto de una política de embellecimiento.

Desde la arquitectura clásica y a lo largo de la historia, el color ha sido un elemento fundamental en la caracterización expresiva de aquella. Lamentablemente nos han llegado escasos testimonios, a veces simples restos desvaídos, de lo que fueron. No obstante en numerosos edificios de las últimas décadas se ha recuperado el interés y la atención por el tratamiento colorista en sus fachadas, utilizando tanto soluciones tradicionales como las posibilidades que ofrecen nuevos materiales y técnicas.

En cualquier caso estos edificios no dejan de ser aislados hitos brillantes y luminosos, en medio de la suave atonía ciudadana.

Por eso resulta sorprendente cuando te encuentras inmerso en un espacio urbano en el que el color es el protagonista,  imprevisto o planificado.

Imprevisto, no en el sentido de falta de previsión, sino en el de ausencia de un plan preconcebido, como es el caso de los tianguis (mercados callejeros) de la ciudad de Méjico y de otros muchos lugares, desarrollados a lo largo de sus calles y que se montan y desmontan constantemente.

Tianguis de la Colonia  San Felipe de Jesús. Cudad de Méjico. (Fuente: mxcity)

En ellos, previendo la posibilidad de lluvia o para atenuar los rigores del sol, cada puesto despliega sus toldos y lonas creando un ligero techo compuesto de coloristas retales que cubre toda la calle. El paso tamizado de la luz genera una particular atmósfera que transforma el espacio público atrayendo la atención hacia el techo, como sino existiese el suelo.

Ciudad de Méjico (Fuente: mxcity. Foto:Geoogle Street View
Interior Tianguis Ciudad de Méjico

En uno de los barrios de Copenhague, el diseño del parque Superkilen, obra de los arquitectos Bjarke Ingels Group (BIG), junto con el estudio Popoket 1 y el colectivo Superflex, convirtió con la ayuda del color un desangelado espacio en un amable y vivo lugar para disfrute de los vecinos en 2012.

Vista aérea del Parque Superkilen. Copenhague. (2012. BIG + Popoket 1 + Superflex). (foto D. Luft)

La continuidad del tratamiento que cubre todo el pavimento, a base de múltiples fragmentos en diversos tonos cálidos, que incluso sube por algunas de las paredes de los edificios que lo delimitan, produce la sensación de transitar por un complejo espacio, construido virtualmente sobre un vibrante plano, cuyo techo es el propio cielo.

El pavimento continuo hecho de fragmentos de colores. (Foto: I. Baan)
Parque Superkilen. Copenhague. (Foto: I. Baan)

Así ambos espacios se configuran, con muy diferentes calidades y cualidades, como difusas "construcciones" monumentales que atraen nuestra atención hacia su luminoso techo o hacia su colorista suelo.



2 comentarios: