La Arquitectura de las ruinas o las ruinas de la Arquitectura han tenido siempre el atractivo de evocar tiempos pasados, de testimoniar la fragilidad de la obra
del hombre frente al paso del tiempo, pero también de invitar a soñar.
Antes de que su representación invadiese, a partir del siglo XV, las pinturas
sobre la Natividad sugiriendo el triunfo de la cristiandad sobre los poderes
terrenales paganos, Masso di Banco (¿?-1348) pintaba la capilla
Bardi de la Santa Croce
en Florencia.
El interés de uno de sus frescos, el Miracolo di san Silvestre che chiude le fauci del drago e resuscita due
maghi uccisi dall'alito del mostro (c.
1340) radica tanto en ser la primera vez que aparece el motivo de las ruinas
dentro del cuadro, como por la rotunda forma de representar los elementos arquitectónicos.
"Milagro de san Sivestre ..." (Maso di Banco, c.1340) |
A lo largo de los tres siglos siguientes numerosos artistas
recrearán, incluso con cierto preciosismo, tanto los restos de grandes y nobles
edificios en paisajes cuya vegetación se va apoderando paulatinamente de ellos como la fantasía del momento de la destrucción.
Tempus edax rerum ("Paisaje con ruinas antiguas". H. Posthumus, 1536) |
En el siglo XVIII la
obra gráfica de G. B. Piranesi (1720-1778) refleja una nueva y singular sensibilidad
sobre este tema. Sus abundantes grabados
ofrecen un preciso y documentado testimonio de lo que quedaba de la antigua
Roma, que a su vez modifica, reinventa, cambia su escala y altera sus elementos
y relaciones constructivas, creando un imaginario de “nuevas” ruinas.
Desde la segunda mitad del siglo XX a nuestros días la forma
de relacionarnos con la ruina arquitectónica se ha ido haciendo múltiple. Ya no
se trata tanto de representar “un tiempo pasado”, como de interpretar la ruina
contemporánea, la debacle de una sociedad que se enfrenta al futuro creando constantemente
sus propias ruinas y su propia ruina.
En La grande allée du
Chateau d´Oiron (2008) el artista C. Gayllard rehizo el acceso al castillo utilizando como pavimento los escombros triturados provenientes del derribo
de un edificio de viviendas sociales HLM (Habitations à Louer Moderée) en la localidad francesa de Issy-Les-Moulineaux,
poniendo literalmente a los pies de la historia los "errores" de la arquitectura moderna.
Escombros del derribo de un edificio HLM utilizados en La grande allée du Chateau d´Oiron (C. Gayllard, 2008) |
La arquitecta Julia Schulz-Dornburg publicó en el año 2012 el libro “Ruinas modernas, una topografía del lucro”
documentando fotográficamente muchos de los ejemplos de la realidad y del fraude
inmobiliario que vivió España en los años anteriores.
Fotografía del libro "Ruinas modernas, una topografía del lucro" (Foto J. Schulz-Dornburg, 2012) |
Dos miradas de las muchas con las que los artistas llaman la
atención sobre una sociedad que consume suicidamente su territorio como si éste
y sus recursos no tuviesen fin.
Y actualmente (historia en directo) se estan creando las ruinas de muchas costumbres y costumbrismos, de un modelo social. Podremos utilizar los escombros?
ResponderEliminarMaite S.
Los escombros siempre han sido materia básica para volver a construir edificios y vidas nuevas.
EliminarOjala reutilicemos todo como hacian nuestros padres
ResponderEliminarNos ha tocado la llamada falsa "sociedad de la abundancia", basada en el consumismo feroz bajo la excusa que hay que comprar para mantener los puestos de trabajo, cuando medio mundo no tiene acceso a casi nada.
EliminarLas "ruinas modernas " no invitan a soñar, sobre todo cuando ni tan siquiera han llegado a culminar; por algún motivo reportan dolor de cabeza. Las antiguas, en cambio, te permiten trasladarte a otro tiempo viajando por tu imaginario...
ResponderEliminarNo te falta razón desconocido "unknown", pero como arquitecto siempre me ha parecido muy atractivo "soñar" con la transformación de esas ruinas modernas, aunque sólo sea hacerlas desaparecer. Gracias por tu comentario.
EliminarAquí, en La Rioja, tenemos buenos ejemplos de ruinas auténticas...; iniciar un recorrido por las del monasterio de Monte Laturce! Tenemos un gran patrimonio en estos asuntos que seguro están deseosos de hablar... Saludos José Miguel!
EliminarEl objetivo la entrada era detenernos un momento en la forma de "representar" o "entender" las ruinas. La historia las ruinas arquitectónicas es tan antigua como la de la propia humanidad, incluso anterior a las civilizaciones urbanas.
EliminarTe ha faltado la fotografía de "El Algarrobico" Almería, eso si que es una ruina
ResponderEliminarTe recomiendo que veas el libro "Ruinas modernas", todas ellas con licencia municipal y visto bueno de las respectivas Comisiones de Urbanismo y sin demandas interpuestas por organizaciones sociales.
EliminarComo tiene que ser. Las "ruinas", si son "modernas", hay que hacerlas legales
ResponderEliminarje, je, je
ResponderEliminarLa ruina se produce cuando algo se supera y se abandona. En la naturaleza no hay ruina porque no hay abandono sino constante transformación que mantiene en vigor. La ruina nos conmueve porque nos alerta sobre la nefasta capacidad de abandono nos caracteriza a los seres humanos que solo con la perspectiva del tiempo, y más cuanto más lejana, incluso la admiramos elevadola a la categoría de arte pero sin esta no la soportamos. Me encanta el artículo.
ResponderEliminarPoco que añadir Pablo a tu comentario, quizás difiero en que la ruina más que conmovernos por alertarnos sobre nuestra capacidad de abandono, a mí me recuerda me hace evidente nuestra fragilidad y la de nuestros actos. Muchas gracias por tu compañía.
EliminarEstos, Fabio, ¡ay dolor!, que ves ahora
ResponderEliminarcampos de soledad, mustio collado ...
Siempre me cautivaron las ruinas de tiempos antiguos.
Dudo que las ruinas que nosotros dejemos (montañas de escombros, mayormente) provoquen las mismas emociones.
A todos los que aportáis vuestros comentarios os voy a nombrar coautores de este blog.
EliminarSin duda los restos que dejamos nosotros van a provocar muy distintas emociones.
Y no va a ser tanto por los "escombros" constructivos como por los mares de plásticos, aires contaminados, paisajes deforestados, etc.
Muy interesante e instructivo tu articulo. Pero he de decirte que estoy de acuerdo con el comentario de Pablo.
ResponderEliminar"La ruina nos conmueve porque nos alerta sobre la nefasta capacidad de abandono que nos caracteriza a los seres humanos..."
La ruina no sólo es fruto del abandono, ni creo que ello caracterice al ser humano. Batallas, pandemia, catástrofes nsturales, etc. han coayudado a crear ese mundo de ruinas, por ejemplo Chernobil. Lo que caracteriza a una parte importante de la sociedad es el afán desmedido de dilapidar nuestro planeta.
ResponderEliminarGracias Raquel. La diferencia y el contraste de opiniones nos enriquece a todos.
ResponderEliminarMuy interesante. Me encanta tu pasión por la Arquitectura a lo largo de los años.
ResponderEliminarYo tb he visto algunas ruinas , como restaurantes por carreteras en las que se ha hecho un desvio y ya no hay trafico. Hoteles, Urbanizaciones a medias,....me parece muy sugerente
Manuel Contreras
Gracias Manuel, realmente estamos viviendo una época en la que se juntan los edificios abandonados y en ruinas con los que se empezaron a construir y quedaron paralizados por la crisis.
ResponderEliminarPara que me agregues al blog
ResponderEliminarMándame un whattsapp con tu teléfono al 650453410. Seguro qu hay un sistema más "moderno", pero mis conocimientos en este campo son muy limitados. Y muchas gracias por tu compañía.
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