lunes, 14 de septiembre de 2020

A la captura del espacio interior


Desde finales del s. XIII la representación del interior de los edificios en la pintura vivió un proceso que culminaría un siglo después con los estudios sobre la perspectiva de F. Bruneleschi (1377-1446) y los tratados de L. B. Alberti (1404-72).

Los mejores artistas de las escuelas de Siena y Florencia se enfrentaron a cómo representar tridimensionalmente el espacio, a través de la perspectiva caballera, superando paulatinamente el esquematismo geométrico de épocas anteriores.

Giotto di Bombone (1264-1337) y Duccio di Buoninsegna (c. 1255-c. 1318) fueron los pioneros en la búsqueda del realismo arquitectónico, y a ellos se sumaron otros muchos que coincidirán en ciertos “gestos” que ponen de manifiesto la carga intuitiva con la que trabajaban y la ausencia de una teoría científica.

Entre ellos destaca el recurso a una relación "interior-exterior", ante la dificultad de dominar el espacio interior. 


Giotto, por ejemplo, elimina una de las paredes del recinto donde se desarrolla la narración dejando su arquitectura de columnas y muros al aire, ya sea un refinado templo o una construcción más modesta, como si estuviese en una posición claramente exterior.

"La aparición de San Francisco al obispo de Asís y a fray Agustín" (Giotto. 1290) y "El sueño de santa Ana" (Giotto, c.1302)


Duccio, de forma similar, crea una arquitectura totalmente “abierta” de finas columnas que sostienen pórticos y doseles, bajo los cuales ocurren milagros y curaciones, estableciendo igualmente una clara diferencia entre el espacio interior, donde se desarrolla la acción, y el exterior, desde el que se contempla.

"La Anunciación" y "Cristo acusado por los fariseos" Detalles del retablo La Maestá (Duccio. 1308-11)

Las arquitecturas representadas se irán haciendo paulatinamente más complejas para dar cobijo a las historias que se desarrollan en diferentes niveles, como las realizadas por S. Martini (1284-1344) y A. Lorenzetti (1290-1348), recurso ya utilizado por Duccio en las tablas de La Maestá, generando una tensión formal y narrativa entre los dos pisos, máxime cuando la escalera que los comunica constituye otro escenario.

Detalle del retablo Agostino Novello (Simone Martini. 1324) y "Vida de san Nicolás" (A. Lorenzetti. 1327-32)


T. Anddi (1290-1366) retomará como marco pictórico el interior del templo, sometiendo las proporciones de su arquitectura a una "exquisita deformación", mientras P. Lorenzetti (1280-1348) volverá a las arquitecturas planas en los que utiliza la comunicación de los protagonistas para dotar de dinamismo a la obra.

"La expulsión de san Joaquin del templo (T. Gaddi. 1328) y"Beata Umilta cura a una monja enferma" (P. Lorensetti. 1341) 


En el siglo XV este recurso “Interior-Exterior” seguirá estando presente en la pintura, pero paulatinamente, y con el apoyo del conocimiento de la técnica de la perspectiva se irán fundiendo ambos ámbitos hasta hacernos participar de la intimidad de la casa o de la solemnidad del templo representado para acoger o realzar la escena protagonista como en la obra de R. Campin (c. 1375-1444).  

"Tríptico de La Anunciación" (R. Campin. 1425-30)




 

9 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Gracias Javier. Y máxime viviendo de alguien que dedica parte de su tiempo y conocimientos a representar la reaalidad.

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  2. Por muchas vueltas que le des, nunca llegarás a entender todo lo que me enseñas, citando autores, explicando conceptos...

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    1. Tienes razón. Yo me digo lo mismo. Gracias por tu compañía Covier.

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  3. Lúcido análisis, como siempre.
    Maite S.

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  4. Lúcido no sé, lucido quizás. Es una broma que me hago a mí mismo. Gracias Maite S.

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  5. Lúcido no sé, lucido quizás. Es una broma que me hago a mí mismo. Gracias Maite

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  6. Preciosos espacios de intimidad y comunicacion los que seleccionas, me pregunto si en realidad el espacio siempre es interior de algo que se nos escapa. La habitación es interior de la casa, la fachada de la casa es interior de la calle, está es interior de la ciudad que es un interior del territorio que es un interior de un paisaje que lo es del globo terráqueo que no deja de ser un interior del cosmos. Quizás el único espacio exterior que existe resida en nuestro cerebro que es capaz de concebirlo..... Filosofía barata, en cualquier caso interesante y muy bonito.

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    1. Gracias Pablo por tu nada "filosofía barata". Seguramente podríamos llegar a que lo fundamental es lo interior, desde la energía al espacio.

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