Antes de que Le Corbusier escribiese "La
Arquitectura es el juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes bajo la
luz” (Vers une
architecture. 1923) la sociedad ya había transmitido a los niños el
atractivo de “jugar con la arquitectura”.
Durante generaciones las cajas con juegos de arquitectura
o construcción han sido un regalo clásico para los niños el día de Reyes.
Juego de ARQUITECTURA (Años 50) |
Parece ser que fue el pedagogo Friedrich Fröebel (1782-1852), autor del concepto de “educación preescolar”, quien creó y difundió un juguete compuesto por unas pequeñas tablillas de madera con el fin de fomentar la imaginación como recurso educativo.
Caja de "dones" de Fröebel. |
La idea era atractiva, apilar y montar más o menos ordenadamente una serie de elementos de forma regular como lo hace la arquitectura, con la ventaja de que el juguete permitía a los niños montar y desmontar constantemente lo realizado para volver a realizar otra casa u otra cosa.
En la primera mitad del siglo XX, a la par que se difundían estos y otras variantes de los tradicionales juegos de construcción, nuevos planteamientos entraban en escena. A partir de los años 20 diseñadores, artistas y arquitectos como J. Hoffman, L. Feininger, J. Torres García, K. Malevich, B. Taut, L. Sutnar o A. Siedhoff-Buscher entre otros, crearon variados y coloristas juegos de piezas de madera introduciendo en el mundo infantil el lenguaje estético de las vanguardias.
Fabrik (J. Hoffmann. 1920), Baushaus Building Spiel (A. Siedhoff-Buscher.1924), Built the town (L. Sutnar. 1939) y Ciudad de juguete (L. Feininger) |
A mediados del citado siglo, se produjo un cambio fundamental en la concepción de los mismos. Por un lado la empresa LEGO (nombre que proviene del danés leg godt, “juega bien”) que inicialmente había producido juguetes de madera, comienza a fabricar de forma industrial pequeñas piezas de plástico encajables, los LEGO Mursten o ladrillos LEGO.
Caja de LEGO y documentación de la patente (1958) |
The Litle Toy (Ch. y R. Eames. 1952) |
En estos últimos años han salido al mercado, bien por iniciativa de sus creadores o convocados por empresas comerciales, numerosos juegos de construcción de los que muchos de ellos no se sabe si van destinados al disfrute infantil o a rellenar las estanterías de exquisitos adultos.
BlockHaus (Z. Miller y D. Goodman. 2008) y Blockitectute Garcen City (J. Paulius. 2016) |
en otros elaborando cuidadas maquetas arquitectónicas para servir como casas de muñecas,
Electra House. (Adjaye Associates. 2015. Foto T. Butler) y Casa de muñecas (2015) |
My First Pritzker. Casa Vana Venturi y Museo de Arte Contemporáneo en NY (Andrea Stinga. 2018) |
Incluso la empresa LEGO ha lanzado al mercado la serie Architecture recreando (torpemente) edificios paradigmáticos, como si quisiese corresponder a la importancia que se dice tuvieron en la infancia de arquitectos como Frank Lloyd Wright o Le Corbusier los juegos de construcciones.
LEGO Architecture. Ville Saboye y Casa de la cascada (2011) |
En cualquier caso comparto la duda con quienes plantean si tanto juguete pedagógico proporciona realmente la satisfacción y el aprendizaje que ofrece jugar con el realizado por el propio niño con lo que tiene a su alcance, tal como explica Bernard Rudofsky en The Prodigious Builders (1977) ilustrado con una fotografía de unos niños etíopes que han construido y están jugando con su particular mundo, un pequeño poblado de chozas y corrales.
Imagen de The Prodigious Builders (B. Rudofsky.1977) |
Comparto esa duda contigo. Es muy interesante plantearsela y más ahora con la crisis del método educativo(obsoleta desde mi humilde opinión). Yo creo que ofrece más posibilidades a una formación completa de las capacidades"humanas" la "circustancia etíope". Sabio artículo.
ResponderEliminarMaite.
Y sabia respuesta Maite S..Tu opinión la comparto. Cuando compro un juguete no dejo de cuestionarme, quizas por mi ignorancia, hasta dónde llega esa imagen que nos venden con la economía disfrazada de sabiduría (arquitectura, electricidad, electrónica, robótica,...).¡ Que buena exposición has hecho !
ResponderEliminarComentarios cruzados! Menudo regalo de Reyes para "La ciudad visitada".
EliminarPor cierto, que visto lo visto, yo con tigo no juego porque vas a ganar tu siempre.
ResponderEliminarBuenísimo !!!
ResponderEliminarGracias J Miguel
Gracias jasape.
EliminarComplejo tema y contradictorio
ResponderEliminarCreo que no son excluyentes ..
Me inclino por el juego con piezas simples ...pero el juguete más acabado puede ser complementario
Es verdad que "La ciudad visitada" tiende a ir un poco contarcorriente. Pero no seré yo el que tire ni la primera ni ninguna piedra. En nombre de los Reyes yo he regalado juegos"educativos" y también pistolas de vaqueros.
EliminarPerdón por el retraso. Muy apropiado el articulo por las fechas. Una maravilla de juguetes o no juguetes tan didácticos. Bien!! Como siempre P.E.
ResponderEliminarGracias Unknown P.E. Realmente las tabluillas de Froëbel abrieron todo un mundo de juguetes por piezas.
EliminarFrente a "la letra con sangre entra", "aprender jugando", y no por que con ello obviemos el esfuerzo que todo aprendizaje conlleva sino porque este será placentero y cuánto más mejor. Creo, por otro lado, que de poco le sirve a un niño jugar a montar la casa de la cascada de Frank Lloyd Wright o la Villa Saboya de Le Corbusier si son espacios que el niño no ha vivido ni asimilado. Sin embargo los niños Etíopes si han vivido y asimilado el corral y la choza y su juego tiene por tanto un mayor sentido, saben a qué y con que están jugando y este juego podrá incidir en su realidad para mejorarla. De los juegos sofisticados creo que se aprende mucho menos que de los elementales. Estos potencian y desarrollan la creatividad y aquellos abruman y la coartan, al menos en los primeros períodos de aprendizaje. Los juegos sofisticados son más para adultos frikis o como tú bien dices para enseñar a los conocidos. Estoy con Rudofsky y contigo. Muy interesante artículo.
ResponderEliminarMuchas gracias Pablo. Comparto tu comentario sobre los "espacios que el niño no ha vivido ni asimilado".
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