lunes, 15 de marzo de 2021

A la conquista (y explotación) del espacio planetario


El pasado mes de febrero el planeta Marte fue noticia con motivo del envío de tres sondas desde China, Estados Unidos y Emiratos Árabes Unidos.

Parece que el interés por el planeta rojo ha desplazado el atractivo de la Luna, iniciado en 1957 con el envío del cohete soviético Sputnick 1, en 1958 con el norteamericano Explorer 1, y con la llegada del primer hombre a la Luna en 1969.

En los años 60 se lanzaron numerosas sondas a Marte con mayor o menor éxito, entre ellas la Mariner 4 que proporcionó en 1965 las primeras fotografías del planeta desde “cerca” (a más  de 9.000 km). 

Neil Armstrong pisa la Luna (Fuente: NASA. 1969) y Marte desde la Mariner 4 (Fuente: NASA. 1965) 

Sin duda la película 2001: A Space Odissey (S. Kubrick, 1968) influyó en las diversas iniciativas empresariales que en la primera década del siglo XXI lanzaron sus propuestas de “hoteles galácticos”, por supuesto sólo accesibles económicamente a un muy reducido número de “turistas”.  Alguna como el Galactic Suite Space Resort diseñado por el arquitecto  Xavier Claramunt para la empresa Gateway Foundation tenía previsto entrar en funcionamiento en 2012 o en 2027. 

Recreación de los “hoteles espaciales” Galactic Suite Space Resort (Fuente: NeoTeo) y Voyager Class Station (Fuente: CNN. Gateway Foundation)

Pero han sido las agencias espaciales de diferentes países (NASA, ESA, UAE Spacial Agency, etc.) las que han promovidos, en las dos últimas décadas, diversos proyectos y concursos para investigar las condiciones de uso y “explotación” de ambos planetas.

Los problemas a resolver son importantes: atmósferas hostiles, falta de oxígeno, excesiva radiación, temperaturas extremas, dificultades para transportar pesos elevados o producir recursos de todo tipo, etc.

Por ello son varias las ideas que parten del envío de unos ligeros módulos desplegables o hinchables y de pequeños equipos robotizados con tecnología de impresión-3D que irían recubriéndolos con el material suelto del propio suelo del planeta, el regolito.

Entre las propuestas elaboradas, Foster & Partners buscan minimizar las formas arquitectónicas creando el menor volumen semienterrándolo, 

Propuesta de Foster + Partners. Concurso LUNAR HABITATION. ESA. Agencia Espacial Europea (Fuente F+P. 2012) 

Y Liquifer Systems Group diseña un sistema de pequeños módulos conectables. 

Inflatable Modular Habitat, propuesta de Team Gamma. Concurso 3D PRINTED HABITAT. NASA (Fuente: T.G. 2015)

O el estudio AI Space Factory  plantea dejar una impronta arquitectónica a base de unas piezas en altura, autónomas, 

Marsha, propuesta de AI Space Factory. Concurso NASA CENTENNIAL CHALLENGER (Fuente: AISF y Plomp. 2018)

mientras Search Y Clouds AO aprovechan el hielo localizado bajo su suelo para crear, también mediante robots 3D, la capa protectora e introducir así una luz difusa en su interior. 

Mars Ice House, propuesta de Space Exploration Architecture y Clouds Architecture Office. Concurso 3D PRINTED HABITAT. NASA (Fuente: S.E.A. y Cl.A.O. 2015)

Las consultas han buscado también contrastar ideas para la creación de una nueva ciudad. En unos casos bajo grandes cúpulas, tal como proponía el arquitecto B. Fuller en los años 60, permitiendo albergar diversos usos.

Between Red Mountains, propuesta de Max Rymsha. Concurso MARS HOME PLANET. HP Inc y NASA (Fuente: M.R. 2017)


En otros organizándose en agrupaciones, contínuas o no, de distintos espacios funcionales, en general con imágenes próximas a las de los postuñados futuristas de la segunda mitad del siglo XX.

Algi, propuesta de M. Monteserín y alumnos VRLab del IED. Concurso MARS HOME PLANET. HP Inc y NASA (Fuente: M.M. y VR Lab. 2017)

Incluso haciendo un guiño con su artificial regularidad a las plantas  de las ciudades renacentistas.

Ideacity, propuesta de InnSpace. Concurso MARS COLONY PRIZE (Fuente: IS. 2019)

En un nivel más abierto, concursos como MOONTOPÍA (2016) y MARSTOPÍA (2018), cuyos nombres ya dan idea de su carácter, motivaron propuestas que sin duda responden a un esfuerzo imaginativo bastante ajeno a la realidad. 

Platinum-City, propuesta de S. Th. Allen. Concurso MOONTOPÍA 2016. Eleven Magazine (Fuente: S.Th.A. 2019)

Pero mientras llega el momento de ver qué se construye, y el tiempo y la lógica van depurando ciertas “alegrías” proyectuales, siempre quedará en nuestro imaginario un mundo de fantasía hecho de viajes al espacio y de ciudades de ciencia ficción que tantas obras literarias, películas, cómics, ilustraciones y proyectos nos adelantaron. 

Novela De la Terre à la Lune. Trajet direct en 97 heures (J. Verne.1865) y película Le Voyage dans la Lune (G. Mèliès. 1902)

Fragmento de la portada de City on the Moon (M. Leinster. 1958) y portada de The Martian Chronicles (R. Bradbury. 1950)

A City on Mars, contraportada de Amazing Stories (F. R. Paul. 1940) y película “El milagro de Marte” (H. Horner. 1952)


8 comentarios:

  1. Dejar jugar a la imaginación... Hay algún proyecto muy atractivo pero, os seduce vivir en marte?. Tal vez si la tierra se convierte en un "espacio confinado". Ir diseñando bodegas, destilerías y bares please.

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  2. Hola Mayte, en Marte no sé. En la Luna algunos estamos con mucha frecuencia sin necesidad de viajar. Gracias por tu compañía.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Hola Jose Miguel. Enhorabuena por el blog.
    Aún siendo ajeno al ramo de la arquitectura siempre me ha atraído “lo espacial”. Desde niño admiro a Carl Sagan y Asimov como divulgadores y teóricos. Creo decisivas un par de limitaciones con respecto al diseño de espacios habitables en Marte:

    La variante térmica, con una máxima diurna de 20ºC en el ecuador (y en verano) y una mínima de -127ºC.

    El campo magnético irregular del planeta rojo, posiblemente debido a un gran impacto que desestabilizó el movimiento giroscópico de su núcleo. Su superficie queda irregularmente protegida.

    Esto me hace pensar en soterramientos tipo hormiguero, modelo bastante conocido y explotado por los humanos, que pudiera resolver en gran medida estos problemas. Aunque siempre tengo presente lo dicho por Asimov sobre sostenibilidad en la colonización interplanetaria y equilibrio entre nacimientos y defunciones.

    Un referente del pasado que tengo muy presente:
    https://www.youtube.com/watch?v=J_7P7bdHeGQ

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    1. Gracias P. Garay. Ilustrativo comentario que los concursos convocados por la NASA o la ESA tendrán en cuenta. La realidad es determinante.

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  5. Resulta curioso el reiterado uso de formas redondas que se plantean para crear los nuevos espacios en esos entornos tan áridos y descontextualizados para los seres humanos. Incluso la propuesta Ideacity de Innspace para el concurso Mars colony prize inspirada en Palmanova en que se aprecia una geometría lineal ésta compuesta por pequeños volúmenes curvos. Nada que ver con las vistas desde el cielo de nuestras ciudades que aparecían hace dos capítulos. Da la sensación de que cuando sugerimos futuro y el entorno es ajeno, desconocido y hostil la curva es un recurrente inmediato. Me pregunto si ello responde a la evidente robustez física de las formas redondeadas como respuesta exclusivamente funcional a la hostilidad desconocida, sospechando que solo la seguridad y el conocimiento profundo del medio inspiran la recta, como muy bien expuesto quedó reflejado en tu anterior artículo.

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  6. Gracias Pablo, nada que añadir a tu acertado comentario. Es verdad que la historia de la forma proyectada en el espacio siempre es "aerodinámica" frente a la construida en la tierra que es mucho más prismática.

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  7. Querido José Miguel: gracias por hacer que me interese la arquitectura fuera del planeta tierra. Indagaré más. Me surge una duda ¿Cuál sería el proyecto de José Miguel León para el espacio?

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