Los silos de grano forman parte de la historia del almacenamiento de alimentos. Construidos desde la antigüedad con diferentes sistemas permitían disponer de reservas para épocas de necesidad y poder regular su redistribución y precio.
Su rotunda formalización con grandes
depósitos de hormigón por todo el territorio americano a principios del siglo
XX llamó la atención de famosos arquitectos europeos que viajaron a los EE. UU.
o escribieron sobre los mismos; Walter Grophius en 1913, Theo Van Doesbug en
1921, Le Corbusier y Moisei Ginzburg en
1923, y Eric Mendelsohn en 1926.
Imágenes de silos en Amerika
(E. Mendelsohn. 1926) |
En España se construyeron 687 de estos grandes edificios, en su mayoría entre los años 1945 y 1986, que con su gran altura siguen destacando en el paisaje rural como grandes “catedrales del campo”.
Silos en las provincias de Salamanca y Palencia (Fotos: Trisol y
V. Quintana) |
Fruto de la transformación de las políticas agrarias, actualmente la mayoría de los silos rurales están en desuso, sobreviviendo entre la falta de mantenimiento por parte de sus propietarios y las recalificaciones urbanísticas que los empujan al derribo.
Dos intervenciones fueron pioneras en nuestro país por sus interesantes planteamientos. Una, obra del Taller de Arquitectura de Ricardo Bofill sobre la antigua fábrica de cementos de Sant Just Desver (Barcelona) para uso del estudio (1973-75) y otra, la del estudio de los arquitectos Tuñón y Mansilla sobre la antigua fábrica de cerveza El Águila (Madrid) como soporte de la Biblioteca y Archivo de la Comunidad de Madrid (1996-2003).
Exterior e interior de La Fábrica. San Just Desvern. Barcelona
(Taller de Arquitectura. 1973-75) |
Biblioteca y Archivo General de la Comunidad de Madrid. Madrid
(Tuñón y Mansilla arqtos. 1996-2003) |
Desde hace unos años algunos silos se utilizan como almacenes de fondos artísticos, incluso hay quien ha montado un hotel o un centro termal, en otros unas voluntariosas administraciones tratan de mantener algún curioso museo local o se han planteado como parte de un equipamiento sociocultural (teatro, biblioteca, etc.)
En esta situación cabe destacar dos iniciativas. Ante la amenaza
de derribo del silo Capiscol de Burgos se convocó un Concurso de ideas entre
estudiantes de la Escuela de
Arquitectura de Valladolid para alojar un “Centro de Formación y
Producción de Artes Visuales, Salas de Proyección y Zona de Ocio”, que
lamentablemente sólo quedaron plasmadas en los dibujos de los participantes.
En el año 2010 el Ayuntamiento de Fuentes de Andalucía (Sevilla)
encargó al colectivo Fábrica de Arquitectura S.L. el proyecto para convertir el
silo en un Centro Cultural, de Interpretación y Turístico, del que únicamente se
ha realizado la adecuación de la nave lateral existente y la musealización del
silo con una nueva escalera exterior para acceso al mirador de cubierta, que ha recualificado el edificio.
Propuesta Concurso Silo Capiscol. Burgos (A. Chumillas. 2010) y
nueva escalera en el silo de Fuentes de Andalucía. Sevilla (Fabrica de
Arquitectura. 2010-18) |
Las experiencias en otros países son muy diferentes al ser muchos de sus silos claramente urbanos, situados en puertos o en zonas próximas a instalaciones ferroviarias de grandes ciudades. Ello les ha permitido subsistir dentro de las nuevas remodelaciones urbanas.
Son abundantes las intervenciones realizadas en estas últimas décadas, aunque seguramente también
serán numerosos los edificios desaparecidos.
En ocasiones se han destinado a edificios residenciales que ubican
sus habitaciones en el interior de los módulos cilíndricos perforando sus muros
o utilizando sus volúmenes vacíos como núcleos estructurales y de
comunicaciones de un conjunto de viviendas voladas.
Residencia estudiantes. Oslo (HRTB ark. 2002. Foto J.
Havran) y Edif. viviendas.
Copenhague (MVRDV. 2005. Foto: R. Hart) |
Lo más habitual es su aprovechamiento para usos socio culturales, museos o centros de arte. Su reutilización vaciando algunos elementos interiores junto con el uso de su cubierta como mirador urbano generan espacios, recorridos y vistas de gran interés.
Museo MKM. Duisburg (Herzog y de Meuron. 1999 y extensión 2013) |
Restaurante y establecimiiento alimentación en Zwarte Silo. Deventer (W. Holtkamp Arch. 2015. Foto: T. Van de Velde) |
1º premio en Concurso ArtSilo para Nuevo Museo. Kristiansad (Mestres Wäge y MX SI arqtos. 2016) |
Renovación de Silos en Minsheng Wharf. Shangai (Atelier Deshaus. 2017. Foto: L. Ghintiu) |
Si bien las realidades
territoriales y económicas son muy diferentes, esta suma de imágenes permite
entender a nuestra escala que, más allá de la actual moda de intervenir
artísticamente sobre sus paredes, camuflando su propia expresividad, los silos poseen unas singulares cualidades
espaciales y posibilidades de uso que reclaman nuestra atención.
Fabulosos algunos. Claro que los hay gigantescos y bién situados. Aquí suelen ser más modestos y periféricos pero podrían darles algún uso. Ojalá te encargaran alguno. Dependiendo del lugar y las hechuras qué se te ocurriría? Me encantaría verlo.
ResponderEliminarGracias por tus buenos deseos Maite S. Pero mejor que se lo encarguen a arquitectos jóvenes, aunque sólo sean los proyectos de medidas para su mantenimiento y apertura al público ocasionalmente.
ResponderEliminarE la nave va.... jóvenes,otro mundo,otras vidas y porvenires...
ResponderEliminarMe ha encantado recordar como contribuyeron Los silos a mejorar una difícil etapa de la vida guardado reservas de cereal. Démosles un uso a los que quedan con la sabía mano de los
ResponderEliminarArquitectos.
Maravillosos resultados pues saben conjugar funcionalidad y arte.
Gracias Pilar. Sin duda algunos de los ejemplos presentados son verdaeras joyas.
EliminarCristina, aquí tiene un pequeño articulo sobre silos y graneros en la Rioja.
ResponderEliminarfile:///C:/Users/Usuario/Downloads/Dialnet-SilosYGranerosDeLaRiojaUnaHistoriaBajoElHormigon-4117489.pdf
En Belorado (a 70 kms de Logroño) hay un silo restaurado. Cuando lo visité conservaba gran parte de su contenido (cangilones, tolva, depósitos, báscula y panel explicativo). El resto del silo lo ocupa el curioso museo de radiocomunicaciones de Inocencio Bocanegra.
ResponderEliminarEn la galería de fotos de la web del museo (https://www.museobocanegra.com/) aparecen sus curiosos fondos (tiene hasta un carro de combate) pero no hay fotos de la maquinaria, aunque la Oficina de Turismo de Belorado me acaba de confirmar que la conservan y que se puede visitar.
Gracias Luis, a él me refería sin citarlo cuando decía "... algún curioso museo ..."
ResponderEliminarGracias Cristina por tu mensaje, y gracias a Iñaki por la información que nos has facilitado. Creo haber leído no hace mucho que los silos de Nájera y Haro, propiedad de la Comunidad Autónoma, salían subasta, como está ocurriendo en numerosos territorios, y una vez privatizados su futuro será ......
ResponderEliminarEs curioso que estos originales edificios, cuya singular y expresiva forma fue dada por su específico uso para almacenar grano nos sugiera hoy utilizarlos exitosamente como contenedores residenciales o de dotación cultural. Esto me hace reflexionar sobre la débil relación existente entre forma y función que tanto obsesionó a nuestros maestros del racionalismo que son los que precisamente por creer firmemente en la coherencia entre dichos terminos crearon esas singulares formas.
ResponderEliminarHola Pablo. Creo que los maestros del racionalismo no se prodigaron en este tipo de arquitectura, más bien fueron ingenieros. En cualquier caso la realidad como dices pasa por delante de todo tipo de "máxima", que nunca lo es tanto.
EliminarCada vez me gustan más tus "historias de la arquitectura". Mi próxima visita será al silo de Belorado. Te contaré la experiencia.
ResponderEliminarHola Ana, muchas gracia. Me han comentado que sólo con poder ver espacio interior y la maquinaria que conserva merece la pena.
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