En los años 50, se produjo en Estados Unidos el auge de las urbanizaciones de viviendas unifamiliares en la periferia con la puesta en marcha de una ambiciosa política de subvenciones para la creación de nuevos núcleos residenciales y de inversiones públicas en carreteras y autopistas.
Estas iniciativas arropadas por el bajo precio de la
gasolina y el desarrollo de una potente industria automovilística, calificadas falsamente
de “vuelta a la naturaleza”, sintonizaron con el carácter individualista de la
sociedad norteamericana.
Pero como tantos planteamientos urbanísticos que se han ofrecido como “una nueva ciudad” en
vallas y anuncios publicitarios sus resultados distaron mucho de los objetivos
iniciales.
Fotógrafos como Yan Arthus-Bertrand, Alex MacLean y
especialmente Benjamín Grant con su proyecto Daily Overview y Christoph Gielen con su libro Ciphershan han retratado estos crecimientos típicamente
norteamericanos poniendo ante nuestros ojos unas imágenes que hacen temblar los
principios de la lógica social y eco-urbanística.
En unos casos extendiéndose sin control por todo el territorio.
Anthem. Nevada (Foto: Christoph Gielen) |
En otros ocupando un fragmento del mismo sin ninguna relación ni interés por aquel.
Las Vegas.
Nevada (Foto: Christoph Gielen) |
Generalmente con monótonas agrupaciones de viviendas sujetas a una estricta rigidez.
Killen. Texas (Foto: Benjamín Grant) |
Sun Lakes. Arizona (Foto: Benjamin Grant) |
Inventando ordenaciones que pretenden establecer artificiosamente un guiño con lo orgánico.
California (Foto: Doc Searls) |
O mezclando aleatoriamente formas y geometrías sin más criterio que logar el mayor número de parcelas.
Venture Out Mesa. Arizona (Foto: Daily
Overview) |
En cualquier caso desarrollando una forma de vida y de ciudad en la que, generalmente, lo social desaparece o se reduce al mínimo por la falta de espacios públicos o se crean comunidades exclusivistas, se ocupa mucho más suelo, se requieren unas importantes infraestructuras de comunicación y servicios y se potencia el uso del vehículo privado.
Un tipo de ciudad que con sus variantes, algunas más
generosas en el tratamiento del espacio público, atrajo el interés de
promotores, administraciones y urbanistas, que hicieron de él
un “modelo” que extendieron por todo el mundo, y al que se le podría aplicar
parafraseando el título del cuadro de Goya,
“El sueño de la (sin)razón produce monstruos”.
Sobre las urbanizaciones suburbanas también puedes leer
https://laciudadvisitada.blogspot.com/2018/04/de-la-ciudad-al-chalet.html
Qué de acuerdo estoy contigo. Siempre he odiado ese tipo de urbanizaciones locales y foráneas. No tienen ninguna lógica. Yo soy de ciudad, pueblo y aldea o de campo y cueva. Quizás mi vida ha sido y es un poco antisistema.
ResponderEliminarGracias Mayte S. por tu puntual compañía. Tu vida en sí es una cosa y donde se ha desarrollado y desarrolla puede ser otra. Y la ciudad, pueblo y aldea son afortunadamente parte del sistema, y en el campo y la cueva estuvo su origen.
ResponderEliminar👍 Aunque mi vida, su donde, cómo y cuando forman un cuadrado sólidamente soldado para sustentar el qué. Es así qué le vamos a hacer.🕸
EliminarColmenas deshumanizadas. Totalmente de acuerdo con que generan comportamientos en donde desaparece la convivencia, la armonía con el medio, laa relaciones humanas compartiendo espacio, tiempo, cultura diversidad etc. y menos contaminación en los desplazamientos
ResponderEliminarTampoco idealizaria como contrapunto la vida en colmenas verticales de nuestras ciudades. La vuelta al campo en nuestro mundo no deja de ser una opción alternativa que no todo el mundo puede vivir como una opción realista que contemple vida y supervivencia. Para mi la organización del territorio, la vida y la subsistencia está muy condicionada por la revolución industrial y por supuesto la digital según avanza a pasos agigantados. Todo un reto para la humanidad. Como siempre lo ha sido.
ResponderEliminarHola César Cenicienta, sin ninguna duda. Pero el modelo americano no contemplaba en sí "la vueta a la naturaleza", era una operación en la que el vehículo privado (la gran industria americana) apostó fuerte. A ella se le sumaban autopistas y enormes centros comerciales y se cerraba el círculo del consumo. Pero también la edificación en altura en bloques aislados "rodeados de verde" como planteaba Le Corbusier es otro ejemplo de cómo "la razón engendra monstruos". A esos les tocará otro día
EliminarYo no lo hubiera expresado mejor. Lo suscribo.
ResponderEliminarMuy interesante , como siempre, me lleva a pensar en el efecto del transporte( el tranvía de principios del XX ciudad lineal de Arturo Soria), los poblados dirigidos de los 50 (como solución habitacional de lo rural a la ciudad), o barrios como Yague, las casas baratas( rentas limitadas), e incluso la carretera de Soria( Spanish revolution). En algunos casos los monstruos se doman con la razón. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Unknown. Muy acertado tu comentario final. Pero los ejemplos que citas fueron bastantes diferentes al modelo americano. La Ciudad Lineal de A. Soria era un proyecto que se apoyaba en el transporte público. Los poblados dirigidos eran pueblos con plaza, iglesia, ayuntamiento y escuelas, el barrio de Yagüe apostaba por ello a su escala, salvando las diferencias, y la urbanización de la carretera de Soria es en todo caso una extensión, discutible, de la ciudad.
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