Hace
casi cien años, en 1927 la Asociación Alemana de tejedurías de seda encargó a Mies van der Rohe y Lilly Reich el diseño de un
stand dentro de la exposición Die Mode
der Dame (“La Moda de la Dama”) que se iba a celebrar en Berlín.
La solución desarrollada consistió en crear un espacio, destinado a acoger un café y una área de descanso, colgando grandes paños de telas de seda y terciopelo. El mobiliario, las sillas Weissenhof y las mesas MR 140, habían sido diseñadas por ellos. Y el nombre del café, Samt und Seide (“Seda y Terciopelo”), alude a los materiales empleados.
El hecho de que las telas estuviesen colgadas al aire, sin tocar el suelo, y sus envolventes formas no cerrasen el espacio junto con el uso de los colores dorado, negro y rojo (correspondientes a los de la bandera alemana) generaba un espacio fluido, dinámico y especialmente ligero, que seguía el esquema de “planta libre”, tan querido por sus autores.
Stand Samt und Seide. Berlín (L. Reich y M. van der Rohe. 1927) |
Este brillante ejemplo de arquitectura efímera, en el que el papel de Lilly Reich fue primordial, quedó durante años en un segundo término y ha sido rescatado conceptualmente en las últimas décadas por diseñadores, artistas y arquitectos que han elaborado sus obras con telas y tejidos tanto en exposiciones o ferias temporales como en sutiles intervenciones artísticas, empleando en numerosos casos telas con rejilla o más tenues.
La
propia naturaleza las telas permite su adaptación a todo tipo de geometrías y
formas con la simple ayuda de unas guías, y recogerse sobre sí mismas o
expandirse cambiando la configuración del espacio acotado.
La consistencia del material, tan aparentemente alejada de la solidez y resistencia de las compartimentaciones habituales, le confiere un carácter equívoco que se traduce en un provocativo juego de tenues sombras.
Pabellón "Difuso". Madrid (República Portátil. 2013) y Expo Pass. Copenhague (AV & PD architects. 2014) |
Desfile de moda Dior-HOMME (J. Beck. 2011) |
En otros casos artistas como Pia Mannikkö o el estudio de arquitectura KHBT tratan de crear con sus instalaciones un confuso espacio laberíntico lleno de finos tules o telas que provoca en quienes en él penetran la pérdida de referencias, a la par que su difuminada presencia contribuye a crear una atmósfera irreal.
Instalación Verges (Pia Mannikko. 2011) |
Instalación Un veleided (estudio KHBT.2017. Foto: J. Marburg) |
El artista y arquitecto Ryo Yamada intervino en el patio del Museo de Arte Contemporáneo de Sapporo suspendiendo de un techo de telas de protección de obras, armado con unos finos tirantes, una retícula de pilares que no tocan el suelo. Su constante movimiento producido por el aire conforma un inquietante y surrealista lugar.
Instalación en el patio del Museo Arte Contemporáneo. Sapporo (R. Yamada) |
En este caso la utilización de las telas de malla
dorada abandona su apariencia sin consistencia, casi etérea y habitualmente
con un uso temporal, para convertirlas en sutiles “paredes” con vocación de permanencia.
Unos tersos y traslúcidos planos colgados del
techo cierran sin ocultar una nueva capilla dispuesta en el centro de su planta
que puede funcionar autónomamente del resto.
Planta y vista general Columbario. Iglesia de San Bartolomé. Colonia-Erhenfeld (Kissler+Effgen. 2014) |
El inteligente diseño de una doble iluminación artificial contribuye a lograr esta sensación, permitiendo que cuando la capilla se ilumina desde el interior, el deambulatorio del columbario quede en oscuridad. Y a la inversa las luces dispuestas en el exterior dejan en penumbra a la primera. Cuando ambas iluminaciones están encendidas la ligera “pared” se diluye.
Vistas del interior |
Ejemplos todos ellos, de una u otra manera, de un rico juego espacial entre separación física y percepción visual.
Flexible, efímero y luminoso. Qué más se puede pedir?
ResponderEliminarBuen día Gloria, gracias por tu visita.
ResponderEliminarGracias, José Miquel. ¡Qué revelación! Un abrazo y a seguir con esos lunes.
ResponderEliminarGracias Javier, la historia de las ideas y de las cosas da para muucho.
EliminarY además muy estético.
ResponderEliminarMe alegro que te guste. Obviamente con los mismos materiales y una cabeza menos lúcida y sensible los resultados son otros, pero en esta ocasión, y en la mayoría, buscamos la belleza.
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