La ciudad de Mérida se representa a sí misma en dos edificios de significativas arquitecturas.
En el Museo Nacional de Arte Romano (1980-86) y en el
Palacio de Congresos y Exposiciones (2000-04) sus arquitectos Rafael Moneo y el
estudio Nieto y Sobejano incorporaron, sobre distintos soportes y con diferentes técnicas
de realización, un guiño a la configuración de la ciudad con la
colaboración de los artistas Francisco López y Esther Pizarro.
En el primer caso las puertas de entrada diseñadas por Rafael Moneo superan su estricta función, haciendo en ellas un reconocimiento a la historia de la ciudad.
La configuración general del hueco constituye una culta declaración de interiores, con un gran arco de medio punto de ladrillo, el dintel de mármol donde está grabado escuetamente el nombre del edificio y sobre él una hornacina central con una escultura romana, todo ello recortado en la fachada de ladrillo.
Museo de Arte Romano. Croquis previo (Rafael Moneo) e Imagen de la fachada (Foto: M. Ramírez. Fuente: Flickr) |
Las sólidas puertas de bronce cuando están cerradas transmiten la necesaria sensación de protección y cuando se abren se abaten mostrando a los visitantes y transeúntes unos espléndidos murales con retazos significativos de la historia de Mérida.
Fachada con las puertas cerradas y abiertas (R. Moneo. 1980-86. Fuentes Mapio.net y Viajar con el arte) |
En la hoja derecha se representa un fragmento de la ciudad con
el puente romano y la Alcazaba árabe, mientras que en la de la izquierda se
reconocen los relieves del Teatro y del Anfiteatro romanos y la planta del propio
Museo.
Relieves de las puertas de bronce. Museo de Arte Romano (F. López escultor. 1986. Fotos. S. Gadea) |
Al introducir su dibujo, el Museo se incorpora como una significativa pieza más de la evolución urbana de la ciudad, en un atractivo juego entre el pasado y el presente superponiendo edificios, murallas y puentes de diferentes épocas.
La textura de los relieves, en la que perdura el gesto de
las manos del artista y sus colaboradores modelando la materia previa al bronce,
le confiere a las piezas una calidad expresiva que encuentra el fondo adecuado
en el frente de ladrillo macizo del edificio.
Detalle del relieve de la uerta izda. con la planta del Museo y la antigua muralla (Foto E. Jiménez) |
Palacio de Congresos y Exposiciones. Mérida (Nieto y Sobejano arqtos. Foto: F. Alda) |
Los elementos prefabricados de la fachada, de 7,20 x 2,40 m., están realizados a partir de un módulo único que se subdivide en tercios y cambia de orientación dando lugar a una abstracta trama de líneas, que en la cercanía permite identificar su motivo.
Detalle del Palacio de Congresos y Exposiciones (Fuente: Flickriver/photos/javier1949) |
El protagonismo, más que de unos edificios o construcciones singulares en la historia de Mérida, lo tiene el tejido urbano convirtiéndose en palabras de la artista en una “piel texturada”, en la que todo se integra o tiene una relativa importancia.
Detalle de la entrada del Palacio de Congresos y Exposiciones (Fuente: Agenda Palacio de Congresos) |
En su concepción se invierten las alturas del relieve, hundiendo las manzanas y resaltando el plano de la calle, como si “… la trama urbana (fuese) como un conjunto de huecos y vacíos, de ruinas de otras civilizaciones”.
Detalle del panel y su diferente colocación (E. Pizarro escultora. Fuente: Flickriver/photos/javier1949) |
Dos ejemplos de cómo la ciudad, en este caso Mérida, se redibuja de la mano de la arquitectura y el arte bajo la luz en un diálogo creativo que le rinde homenaje.
Bonito artículo sobre la inmortalidad de las ciudades que renacen en sus edificios y monumentos. También ellas son, como nosotros, su pasado. A los que amamos Merida nos ha encantado.
ResponderEliminarBonito artículo sobre la inmortalidad de las ciudades que renacen en sus edificios y monumentos. También ellas son, como nosotros, su pasado. A los que amamos Merida nos ha encantado.
ResponderEliminarBonito artículo sobre la inmortalidad de las ciudades que renacen en sus edificios y monumentos. También ellas son, como nosotros, su pasado. A los que amamos Merida nos ha encantado.
ResponderEliminarMuchas gracias Gloria, por triplicado , y por regalarnos la frase de que "también ellas, son como nosotros, su pasado".
EliminarMuy curioso. Estas expresiones en arquitectura son muestra de la consciencia que está disciplina tiene del lugar que ocupa en el espacio y en el tiempo formando parte de la propia naturaleza del lugar, muy propias de todo arte y son precisamente los "artistas" quienes en ambos ejemplos dan fe de ello, lo mismo que en cada célula de nuestro cuerpo está escrito el ADN del organismo que somos.
ResponderEliminarUna visión excelente del hoy y ayer en un solo plano.
ResponderEliminarConstruir un edificio en el siglo XXI y "vestirlo" con huellas arquitectónicas del pasado me parece un acierto.
Gracias Pablo y Teresa por vuestra compañía y comentarios. Alguien dijo "somos lo que fuimos".
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