No es muy frecuente encontrar representaciones de la arquitectura en
los bajorelieves de los edificios, generalmente ocupados con las hazañas de reyes
y emperadores o con historias de carácter religioso.
Aun así las podemos contemplar a lo largo de la historia en las
paredes de un mausoleo o en la portada de una iglesia.
En la antigua cultura romana, por ejemplo, aparece en el mausoleo Haterii recordando el trabajo de una familia de constructores, pero también dibujando finos pórticos de templos que acompañan a escenas rituales de gran calidad plástica.
Detalle del mauoleo Haterii. Museos Vaticanos (comienzos s. II dC) y Fragmento de lápida. Museo del Louvre (120 dC) |
Frente del Púlpito de la Resurreción. Iglesia de san Lorenzo. Florencia (Donatello. 1465) |
Tabernáculo del Sacramento. Iglesia de San Lorenzo (Desiderio da Settignano. 1461) y Detalle Natividad. Claustro deSan Marcos. León (Juan de Juni. 1533) |
Pero en ambas épocas, la antigua Roma y el Renacimiento italiano, encontramos magníficos ejemplos en soportes tan diferentes como las columnas conmemorativas de Trajano y de Marco Aurelio, realizadas en el siglo II d.C, o en las puertas de baptisterios como el de Florencia, ejecutadas entre los siglos XIV y XV.
La primera, atribuida a Apolodoro de Damasco, se termina
hacia el año 113 y conmemora las campañas y victorias de Trajano sobre los
dacios.
A la profusa narración que contiene se incorporan en su desarrollo helicoidal diversos elementos arquitectónicos, como la sencilla puerta de la muralla a través de la que los soldados salen de la ciudad, con la que logra una gran verosimilitud, o las esquemáticas y toscas representaciones de circos y teatros.
La Columna Trajana. Vista general y detalle del relieve. Roma (Apolodoro da Damasco. 113 dC) |
La Columna Trajana. Detalles del dibujo y molde de los relieves. Roma (Apolodoro da Damasco. 113 dC) |
Construidas
en bronce entre 1330 y 1452 son herederas de una tradición que utilizaba las
puertas y portadas de los templos como visuales elementos para instruir e
ilustrar a los fieles.
La
puerta Sur (1330-36) obra de Andrea Pisano, que inicialmente ocupaba el lado
Este, refleja el tránsito entre dos épocas con un tratamiento bastante rígido
y las escenas enmarcadas en cuadrifolias
góticas (figuras geométricas con 4 lóbulos circulares).
Escenas de la vida de San Juan Bautista. Puerta Sur. Baptisterio Florencia (A. Pisano. 1330-36) |
El mismo tipo de recercado lo utilizará Lorenzo Ghiberti décadas después en la puerta Norte (1403-22), si bien la representación de las construcciones ya es característica del Renacimiento y los personajes están mucho más definidos.
Escenas de la vida de Jesucristo. Puerta Norte. Baptisterio de Florencia (L. Ghiberti. 1403-24)
Las diversas escenas, mucho más complejas, constituyen un todo proporcionado entre figuras y edificios y mientras aquellas, de menor tamaño, están tratadas con un expresivo realismo corpóreo, los segundos se dibujan finamente con suaves perspectivas.
Puerta del Paraíso. Vista general y detalle de la historia de Isaac, Esaú y Jacob. Baptisterio de Florencia (L. Ghiberti. 1425-52. Foto: J. M. León) |
Un interesante recorrido por el arte especialmente la escultura unida a la arquitectura, me ha permitido disfrutar de este artículo en el q, como es ya habitual nuestro arquitecto nos guía con mano segura redescubriendo y admirando obras artísticas universales. Gracias amigo por brindarme este viaje cultural.
ResponderEliminarGracias Pilar, como ves de vez en cuando viajamos juntos.
EliminarEran el cine publicitario del momento. Algunas son increíbles, todas interesantes, como tu exposición.
ResponderEliminarGracias Mayte S., efectivamente fueron el tebeo, la historia ilustrada, la ordenada secuencia de fotogramas, etc.
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