lunes, 22 de noviembre de 2021

La ciudad de las letras

 

¿Cuántas veces oyendo esta expresión, la ciudad de las letras, nos imaginábamos una ciudad donde los escritores se habían reunido para contarnos cuanto en la historia había ocurrido y seguía sucediendo o sus estantes guardaban el recuerdo de la ciudad y su futuro?

Y descubrimos que antes que nosotros, arquitectos, constructores  e ilustradores habían soñado con esta ciudad de otra manera y habían dibujado sus edificios letra a letra. 

En 1773 el constructor y arquitecto alemán Johann David Sreingruber (1702-1787), autor de iglesias, escuelas y fábricas de cerveza elaboró su Architektonisches Alphabet, dibujando todas  las letras mayúsculas del alfabeto, de la A a la Z con alguna variante más, como si fuesen las plantas de distribución de unos geométricos palacios con sus fachadas correspondientes.

Architektonisches Alphabet (J. D. Steingurber. 1773)

Las espléndidas láminas que las ilustran van a su vez acompañadas por una página en la que se describe la organización y funcionalidad de cada edificio representado.

Doble página del Architektonisches Alphabet (J. D. Steingruber. 1773)


Llama la atención en el elaborado trabajo de J. D. Steingruber la precisión en el dibujo a base de pensadas distribuciones, tan próximas a las representadas en los Tratados de Arquitectura de la época.

Los tramos largos de las letras albergan una sucesión de salas y gabinetes orientadas a la fachada más abierta y servidas por generosos corredores.

Lógicamente la simetría, horizontal o vertical, marca poderosamente las distribuciones, disponiendo los accesos, escaleras y grandes salones en los puntos centrales, haciendo patente su importancia funcional y tipológica.

Ilustraciones de las letras B y M. Architektonisches Alphabet (J. D. Steingruber. 1773)


Cuando la simetría de la letra no es total el autor utiliza ingeniosos  recursos compositivos.

En el caso de la “Q”, el rabillo inferior se convierte en la amplia entrada al edificio y a su patio, definido por la propia geometría de la letra. La incorporación de unas rotondas resuelve el doble giro de la letra “S” que se conectan a través de un corredor que atraviesa verticalmente su dibujo.

Ilustraciones de las letras Q y S. Architektonisches Alphabet (J. D. Steingruber. 1773)


Décadas después el artista y decorador Antonio Basoli (1774-1848) edita en 1839 su Alfabeto Pittorico, compuesto por un conjunto de láminas que representan imaginarios edificios, muchos de ellos de influencias orientalizantes.

Alfabeto Pittorico (A. Basoli. 1839)


A diferencia de la obra de Steingruber, que nos mostraba en sus letras la distribución interior de unos gráficos edificios, en la de Basoli las letras los construyen en perspectiva o sirven de soporte a sus interiores.

Ilustraciones de las letras A y K. Alfabeto Pittorico (A. Basolo. 1839)

Algo similar hicieron pocos años más tarde Bena Antonio de Pian (1784-1851) y Gianni Battista de Pian (1813-57), padre e hijo y reconocidos escenógrafos que presentan entre 1843 y 1844 sus Alphabetto Latino Schizzato.

Ilustraciones de las letras N y C. Alphabetto Latino Schizzato (B. A. de Pian y G. B. de Pian. 1843-44)


Este ilusionista juego arquitectónico, de escribir con edificios o construir con letras, tiene sus continuadores en nuestros días de la mano de artistas que sin el “rigor” del primero ni el “exotismo” de los segundos siguen estableciendo una relación gráfica entre arquitectura y tipografía.

Seguramente es una ingenuidad pensar que algún día el trazado de la ordenación urbanística de un barrio saludase a los cielos con un HOLA o HASTA LUEGO dibujados con la forma de sus bloques .

El resultado de tal “alegría” proyectual no creo fuese peor que las desangeladas ordenaciones de tantos polígonos residenciales de la periferia, y su visión sería un amable descubrimiento que sólo los drones pondrían al alcance de nuestra vista.

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Te imaginas una ciudad de edificios alfabetizados y móviles con los que escribir diferentes frases que cambiasen cada cierto tiempo? Se podrían elegir los autores democraticamente...

    ResponderEliminar
  3. En el s. XVIII el arqto. Thomas Gebbert diseñó para Luis XIV los planos de unos edificios que en planta formaban LOVIS LE GRAND, difícil de leer porque dibujó cada edifico con una letra que hizo simétrica cuando no lo era. ¡Servidumbres de un rígido clasicismo!

    ResponderEliminar