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lunes, 21 de diciembre de 2020

Pintando la ciudad de noche

 

Durante siglos pintar la ciudad de noche no suscitó el interés de los artistas. Es lógico, ¿qué iban a pintar?, ¿La oscuridad, apenas matizada por la luz de las antorchas o de la luna?

Aunque la famosa obra de Rembrandt “La ronda de noche” (c. 1642) no corresponde en realidad a una escena nocturna, determinados pintores de los siglos XVIII y XIX utilizaron frecuentemente y de diferentes formas el contraste entre la luz y la oscuridad, dejándonos notables ejemplos de la ciudad dibujada entre tinieblas.

Los fusilamientos del 3 de mayo (Fco de Goya. 1813)
View of Dresden by Moonlight (J. C. Dahl. 1839)

La llegada de la luz artificial, fuese con lámparas de gas (a partir de principios del siglo XIX) o eléctricas (en las últimas décadas del mismo siglo) supuso una gran transformación socioeconómica, pero también un radical cambio en la vida cotidiana y en la imagen de la ciudad que los artistas percibieron y mostraron a la sociedad.

Una nueva ciudad pautada por la secuencia de las farolas que reproducía, regularizando, el trazado de calles y paseos propiciando su uso, o por lo menos el de los barrios iluminados.

Reflections on the Thames, Westminster (J. Atkinson Grimshaw. 1880)
Boulevard Montmartre, Effet de nuit (C. Pisarro. 1897)

Salpicada por el resplandor que salía de los cafés y  otros locales, pequeños y cálidos refugios, que alumbraban sus alrededores como grandes fanales.

Terrasse de café la nuit (V. van Gogh. 1888) y Bleeker and Carmine Streets (G. Lucks. c. 1915)

Una ciudad que en general parece vacía y oscura, casi dormida como sus moradores, pero que resplandece en la oscuridad creando un difuso halo luminoso a su alrededor.

Picadily Circus (G. Hyde  Pownall. c.1919) y The city from greenwich village (J. Sloan. 1922)

Que sigue viviendo al anochecer en los espacios que crea con las luces y las sombras, a veces salpicados de farolillos, otras enmarcados por la dramática luz de una farola.

Le bal Mabille (J. Béraud. 1880) y Le Louvre la nuit (A. Gierymski. 1891) 

En unas obras en las que se refleja la tensa e intensa vida que se desarrolla en ella con los fuertes colores de la pasión o los fríos tonos de la angustia.

Metropolis (G. Grosz. 1916) y Die Strasse (J. Steinhardt. 1918) 

Una ciudad en la que las farolas, las ventanas de los edificos y los faros de los vehículos componen una auténtica sinfonía lumínica.      

 Le Pont Neuf, la nuit (A. Marquet. 1935) y New York Night (G. O´Keeffe. 1929)  

Y en la que ni la oscuridad ni la iluminación artificial son los únicos protagonistas, como nos lo recuerdan algunos artistas recuperando el simbolismo de la primigenia iluminación nocturna, la luna.

Die Srasse (G. Grosz. 1915) City In Moonlight (L. Feininger. 1916)

Cold City. Fragmento (P. Klee. 1921) y City Night (H. Brodsky. c.1940)