lunes, 17 de diciembre de 2018

Arquitecturas para la guerra, espacios para el arte _______________________________________________________

En plena 2ª Guerra Mundial, el Ministerio de la Fuerza Aérea del Reich, bajo la supervisión directa de Adolf Hitler, puso en marcha la construcción de diversos edificios destinados a la defensa antiaérea o refugio.

Fundamentalmente fueron de dos tipos, las Flaktürmes, torres antiaéreas, dotadas de cañones en sus azoteas, y los Bunkers, éstos a su vez de diversos modelos, unos generalmente de pequeño tamaño y de carácter defensivo, situados en líneas de combate abierto y otros, claramente urbanos, que albergaron estratégicos sistemas de comunicación  o sirvieron de refugio para la población civil. 


Flaktürme Tiergarten. Berlín (Foto:Bundesarchib Bild) y planta de la Flaktürme Wilhelmsburg . Hamburgo (Libro Flaktowers Berlin - Hamburg - Vienna. autor: Hans Saakers) 

Si bien muchos de ellos fueron destruidos, otros han sido declarados monumentos históricos, reutilizándose con diferentes usos.
Entre éstos últimos se da la coincidencia de que, en las dos últimas décadas, tres edificios, uno en Viena y dos en Berlín hayan sido ocupados por iniciativas artísticas, públicas o privadas.

El primero fue la Flaktürme Arenbergpark (Torre antiaérea. Parque Arenberg. Viena. P. Tamms  arqto. 1942). 
El Museo de Artes Aplicada la utilizó desde 1995 como depósito y exposición de su Colección de Arte Contemporáneo (Torre MAK)hasta que fue cerrada al público en el año 2011 por "falta de aprobación oficial" (?), estando pendiente su reapertura.

Flaktürme Arenebrgpark. Viena (Foto: J. M. León)
The Disciplinator. (El Disciplinador. 2003. instalación de Atelier Van Lieshout) (Foto: Wolfgang Woessner / MAK)

Maqueta de la Propuesta de reforma de la Flaktürme Arenbergpark para el MAK. Viena (Foto: J. M. León) 

Años más tarde, en el año 2003, el coleccionista de arte C. Boros compra el Bunker de la Reinhardtstrasse en Berlín (K. Bonatz arqto. 1942). 
El edificio concebido y utilizado para albergar a 4.000 personas, después de variados usos, entre ellos el de discoteca de música electrónica, fue reformado según el diseño del estudio "Realarchitektur” para ubicar la Boros Collection y la vivienda de los propietarios elevando una planta.

Bunker Reinhardtstrasse. Berlín (Reforma: Realarchitektur(Foto: A. León)
Life Enigma Untitled (2008. A. Reyle. Boros Collection) (Foto. Noshe)
Tarjeta con el logo de la Boros Collection (planta del Bunker Reinhardtstrasse) (Foto: J. M. León) 


Y por último, hace pocos años (2014) y, siguiendo un esquema similar, el coleccionista de arte D. Feuerlé adquirió el Bunker de la Hallesches Ufer en Berlín (1944). En este caso el edificio albergabó en su día el Centro de Telecomunicaciones de la empresa de ferrocarriles Deutschen Reichsbahn. 
Setenta años después de su construcción, el arquitecto John Pawson desarrolló el proyecto de adecuación para acoger la Feuerlé Collection de arte oriental y contemporáneo.


Bunker Hallesches Ufer. Berlín. (Reforma: J. Pawson) (Foto: H. Niehaus)
Interior del Bunker Hallesches Ufer. Berlín. (Reforma: J. Pawson) (Foto: G. Mc Carragher)
Arte oriental. Feuerlé Collection en el Bunker de la Hallesches Ufer. Berlín (Foto. H. Niehaus)


Un elemento común en las tres reutilizaciones es la sorprendente relación que se da entre las desnudas y densas arquitecturas de hormigón pre-existentes, a las que los tres estudios tratan con similar atención,  y los brillos y colores de las obras de arte expuestas, se trate de esculturas orientales de la dinastía Thai o de cuadros e instalaciones absolutamente contemporáneos.


Una difícil relación que deja un magnífico sabor de boca, como si la presencia del Arte en recintos concebidos "en y para la Guerra", sin negar los orígenes de los mismos, hubiese sido un bálsamo que aliviase el dolor y temor en ellos vividos, dando entrada a lo mejor del ser humano. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario