lunes, 16 de septiembre de 2019

La ciudad de Edward Hopper

La ciudad que representa el pintor Edward Hopper (1882-1967) en muchas de sus obras a lo largo de cuatro décadas del siglo pasado, está hecha de fragmentos de silenciosos edificios y de interiores en los que apenas palpita la vida urbana.

Los primeros, viviendas, almacenes o instalaciones ferroviarias se hacen presentes en desolados espacios urbanos, mientras en los segundos, impersonales habitaciones de hoteles o cafeterías, recalan solitarios personajes.


Approaching a city. "Entrando en la ciudad". E. Hopper.1946

Nightawaks. E. Hopper. 1942

Con unos puntos de vista, claramente cinematográficos y un tratamiento fuertemente contrastado de la luz diurna o nocturna, el artista construye su particular imagen de la ciudad americana, pionera de lo que posteriormente se denominará literariamente  “nuevo realismo" o "realismo social", que al acelerado movimiento y optimistas brillos con los que tradicionalmente se le ha identificado.

Una ciudad captada tanto desde lo alto de un edificio como a través de ventanas y cristaleras por las que también parecen mirar sus ensimismados usuarios.

The City. "La Ciudad".  E. Hopper. 1927
Sunlight in Cafeteria, E. Hopper. 1958

Una ciudad descompuesta con precisión geométrica en asépticas escenas urbanas, azoteas cubiertas de chimeneas y claraboyas, fragmentos de fachadas de huecos rítmicamente distribuidos, etc. hasta adentrarse en austeros espacios interiores en los que los planos y la luz cobran tanta o más importancia que las personas que los ocupan.


The Circle Theatre, E, Hopper, 1936
City Roofs. E. Hopper. 1932
Early Sunday Morning. "Temprano el domingo por la mañana dE. Hopper. 1930
Morning Sun. "Sol de la mañana". E. Hopper. 1952

Una ciudad, en fin, que en su soledad y silencio sugiere el comienzo de tantas historias como curiosos observadores nos acercamos a ella.


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