Esta entrada se completará con otra que se titulará "... y por las azoteas", constituyendo una doble mirada sobre los dos grandes tipos (pero no los únicos) de cubiertas: los tejados (inclinados) y las azoteas (planas).
El tejado es la inteligente solución tradicional de cubrir un edificio y echar fuera las aguas de lluvia, evitando la entrada de las mismas a su interior. Ello le proporciona, a pesar de la dificultad para moverse por sus pendientes o quizás por ello mismo, el atractivo del riesgo que supone acceder a él. "El más difícil todavía".
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Siena y Brujas (Fotos: J.M. León) |
El valor expresivo de los tejados es plasmado y realzado en
la película Das Cabinet des Dr. Caligari
(1920, R. Wiener) obra paradigmática del cine expresionista, en la escena en
que Cesare, el sonámbulo ayudante del doctor, escapa con Jane desmayada por los planos de imposibles cubiertas.
Lo mismo podemos decir de la secuencia entre Denis e Irene en La nuit fantastique (1942, M. L´Herbier) que se desarrolla en un "fantástico" paisaje de tejados. Rodeados por cubiertas de chapa y chimeneas la intensa luz de la luna crea una irreal atmósfera que contrasta con la precisa definición de los personajes.
La emocionante persecución por los supuestos tejados de la
mansión La Croix des Gardes, en la
Riviera francesa, en To Catch a Thief (“Atrapa a un ladrón”. 1955, A. Hitchcock)
o la dramática escena de amor en el tejado-cubierta de la Catedral de Milán en Rocco ei suoi fratelli (1960, L.
Visconti) son otros dos magníficos ejemplos que nos ha trasladado el cine de
este singular paisaje de alturas.
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To Catch a Thief (“Atrapa a un ladrón”. 1955, A. Hitchcock) |
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Una escena del rodaje de Rocco ei suoi fratelli (1960, L. Visconti) |
La fotografía tiene ejemplos como el de André Kertsetz (1894-1985) que realizó durante años una
serie denominada Rooftops, en la que
como un voyeur cualquiera se fijaba en la relajada actividad que en ellos se producía.
Pero también los tejados sirven de dramáticos refugios en caso de inundaciones o como lugar desde el que llamar la atención de la sociedad con motivo de la revuelta en un establecimiento penitenciario.
Pero también los tejados sirven de dramáticos refugios en caso de inundaciones o como lugar desde el que llamar la atención de la sociedad con motivo de la revuelta en un establecimiento penitenciario.
Después de años en los que parecía que la narración se había trasladado a lugares menos arriesgados, las azoteas por ejemplo, el mundo de la moda nos sorprendió con el desfile de las modelos de la casa Chanel por los tejados parisinos en el año 2019. ¿Por los tejados? Sí, pero por unos tejados construidos para la ocasión bajo la cubierta acristalada del Grand Palais de París.
En estos días que nos está tocando vivir ha aparecido una nueva imagen. Ante las medidas de confinamiento que impiden a los fieles
acudir a los templos, siempre hay algún voluntarioso sacerdote que se “sube al
tejado” para celebrar la misa, como si fuese una escena de una película
surrealista o un nuevo “violinista en el tejado”.