jueves, 29 de marzo de 2018

Edificios (a)simétricos

Parece ser que muchos de nuestros vecinos no llevan bien que sus propiedades formen parte, de manera anónima, de un edificio de mayores dimensiones y se empeñan en crear diferencias entre sus partes, distorsionando su inicial imagen.

Durante siglos los edificios se han compuesto siguiendo la norma más sencilla y precisa a la hora de organizar las fachadas con sus huecos, cornisas, molduras y remates: La simetría.


Una manera que parece responder a la organización de nuestra mirada y al proceso evolutivo que supuso en los organismos el paso de una estructura radial a una estructura bilateral.

Elciego.Álava (Foto: J.M.L.)

Venecia (Foto: J.M.L.)

























Vitruvio  definía la simetría en Los diez libros de la arquitectura (aprox 23 a.C.) como el “vínculo armónico de cada uno de los miembros del edificio respecto a la figura global de la obra”

Pero también es verdad que la simetría, con sus virtudes, no es el único sistema compositivo. La aparición de la abstracción geométrica y del axioma “la forma sigue a la función” en las vanguardias arquitectónicas es una prueba de ello. Pero no es este el caso.

Lo que estas imágenes nos presentan es como el mantenimiento de  la simetría ha chocado en muchas ocasiones con el ¿atávico? deseo del ser humano por marcar la diferencia con su vecino.
Briñas. La Rioja (Foto: J.M.L.)
Nájera. La Rioja (Foto: J.M.L.)
Herencias, compra-ventas, cambio de usos, falta de recursos para terminar las obras, nuevas normativas urbanísticas, reformas unilaterales, etc. son factores que motivan o acompañan la división de los edificios dando lugar a este resultado final.

Pero aún así, lo que hay detrás de esta ruptura de la unidad simétrica es simplemente la falta de consideración por la imagen global de la obra, aprovechando un cambio parcial de la propiedad de la misma.


Venecia (Foto: J.M.L.)
Pero la ciudad soporta todo, o casi todo, y “haciendo de la necesidad, virtud” algunos todavía encontramos “un qué se yo” de atracción en las fachadas manipuladas de estos edificios, quizás fruto de una querencia por lo irreverente y lo distinto.

En cualquier caso, imágenes como éstas constituyen un ejemplo más de la variedad de actitudes y situaciones, que con otras muchas, construyen nuestras ciudades. 


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